Comunidad Tiene Pleito Con Junta Local de Agua Sobre Contaminante Rastro
La ciudad de Brawley ya es una de las comunidades de color más agobiadas en California.
Esta página fue publicada hace 8 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.
“¿Dónde está el problema?” En el 2014, un rastro de ganado vacuno en Brawley, California propiedad de National Beef cerró sus puertas diciendo que no había suficiente ganado qué procesar. Las instalaciones habían recibido muchas quejas alegando que los propietarios del lugar estaban descargando cantidades muy elevadas de aguas residuales contaminadas a la planta de tratamiento de agua de la ciudad. Cuando el matadero fue clausurado, los habitantes locales pudieron descansar del impacto que causaba en el ambiente. Pero el alivio fue demasiado corto.
La ciudad de Brawley, donde los Latinos conforman más del 80 por ciento de la población, ya es una de las comunidades de color más agobiadas en California. Ya sea por los medios de transporte, la quema de los campos y el uso de pesticidas, como por el polvo que resulta de la evaporación del Salton Sea, el resultado ha sido una calidad muy pobre del aire, lo que ha vuelto al Condado de Imperial, donde se encuentra Brawley, el lugar con las tasas de asma y de hospitalizaciones más altas en el estado. Y la contaminación del agua es todavía un asunto crítico en Brawley, donde el río New River es uno de los más contaminados del país. En respuesta a la degradación ambiental tan extendida, la comunidad se está pronunciando contra las industrias y sus prácticas que han dañado su entorno y su salud.
El 14 de enero, la Junta de Agua Potable de la Cuenca del Río Colorado decidió permitirle a una compañía llamada One World Beef que retomara sus operaciones en el rastro de Brawley. Durante un período de comentario público, los miembros de la comunidad se opusieron tajantemente a la petición de la compañía de reanudar el uso de las instalaciones de procesamiento de aguas residuales existentes por preocupaciones sobre la salud pública. Mientras que la Junta de Agua alega que estaba actuando en nombre “de los mejores intereses de la gente del estado de California,” su propio personal determinó que las aguas residuales que se han descargado en estanques sin forro dentro de la propiedad de One World Beef podrían causar un aumento en la concentración de nitrato en aguas subterráneas que fluyen hacia Salton Sea. La Junta también confirmó que las aguas residuales provenientes de estas instalaciones contienen bacterias, amoniaco, grasa, aceite, nitratos e hidrocarburos de petróleo.
La decisión de la Junta le permitirá a One World Beef empezar a usar las instalaciones de tratamiento de aguas residuales que ya existen en la planta sin hacer las mejoras necesarias para prevenir el daño a la calidad del agua de la comunidad. Empezando en febrero, la empresa va a reanudar sus descargas de aguas residuales provenientes de su planta a las aguas subterráneas por medio de estanques sin forro y hacia la planta de tratamiento de aguas residuales del municipio de Brawley donde el agua procesada es vertida al New River, un afluente del Salton Sea.
Salton Sea es una extensión terminal de agua que se ha convertido en una de las paradas más importantes para aves migratorias en Norte América y que ya se han visto amenazadas por un menor flujo de agua y un aumento en la salinidad. Salton Sea también alberga varias especies de peces y es una zona de recreación donde la gente puede acampar, pescar y practicar el kayak.
Earthjustice presentó comentarios a la Junta de Agua Potable a nombre de miembros de la comunidad donde le exigen a la Junta que haga prioridad la salud de la comunidad y la calidad del agua y le requieran a One World Beef que haga mejoras a las instalaciones de procesamiento de aguas residuales antes de la reapertura del rastro. La junta regional ignoró las preocupaciones expresas de la comunidad y el riesgo de contaminación que impone la planta.
Al tomar su decisión, la Junta también ignoró el impacto potencial que este rastro tendrá en el acceso al agua por parte de la comunidad durante una época en el que el suministro de agua en el estado está disminuyendo y los costos del agua están aumentando. Las instalaciones van a requerir una cantidad considerable de agua durante períodos de escasez de agua por todo California. La planta de aguas residuales descargará hasta 200,000 galones de aguas residuales al día, y aumentará a 400,000 antes de julio, apenas cinco meses después de que el rastro reanude operaciones. One World Beef tendrá permiso de descargar casi 1,300,000 galones de aguas residuales y de sacrificar a casi 1,600 cabezas de ganado al día para julio del 2018, aunque la compañía no tiene la obligación de completer todas las mejoras necesarias hasta el año 2021.
En vez de considerar la gama completa del impacto y de las amenazas a la calidad del agua, la junta presentó opciones falsas entre brindar empleos a la comunidad o protección de la calidad del agua que la comunidad necesita. La junta podría lograr ambas metas sin poner en riesgo el medio ambiente, pero en vez de esto, argumentaron a favor de los empleos para la zona y dijeron que los beneficios financieros para los criadores de ganado hacen necesaria la reapertura inmediata de esta planta. Al hacer sus evaluaciones económicas, la junta ignoró la calidad de los empleos a corto plazo que esta planta brindaría a la comunidad y el historial de robo de honorarios y otros abusos que los trabajadores de los rastros experimentan.
La Junta presentó un análisis sesgado a favor de la industria—que ignoró el impacto negativo potencial al medio ambiente, la salud y el impacto socioeconómico en la comunidad—para justificar su decisión.
La junta regional de manejo del agua no actuó con el mejor interés de la gente de California en mente cuando adoptó su orden; actuó para los intereses de una corporación privada y puso en marcha violaciones continuas en esta planta que amenazan la salud pública y la calidad del agua. Conforme la gente se ha estado percatando de los horrorosos detalles de la crisis de agua en Flint, Michigan, necesitamos preguntarnos lo que se necesitará para que las agencias y las autoridades que tienen a cargo mantener la calidad de nuestra agua y nuestra salud actúen de manera competente y compasiva. Como lo demuestra el desastre de Flint, debemos vigilar a los funcionarios y pedirles cuentas.
Based in our Los Angeles office, Oscar works in the Community Partnerships Program. His entry into healthy communities and environmental justice work stems from his personal experience growing up in Long Beach and Wilmington, California, where he continues to witness first-hand the serious health impacts on his family and peers.
The California Regional Office fights for the rights of all to a healthy environment regardless of where in the state they live; we fight to protect the magnificent natural spaces and wildlife found in California; and we fight to transition California to a zero-emissions future where cars, trucks, buildings, and power plants run on clean energy, not fossil fuels.