Cuidado, la bolsa de comida de tu mascota puede ser tóxica

Todo mundo sabe las consecuencias por darle demasiada comida humana a tu mascota: engorda y su popó huele mucho peor.

Las bolsas de comida para tu perro y gato podrían estar hechas en parte por químicos tóxicos. Ayuda a esta investigación mandando una muestra al Instituto de Políticas para las Ciencias Verdes.
Las bolsas de comida para tu perro y gato podrían estar hechas en parte por químicos tóxicos. Ayuda a esta investigación mandando una muestra al Instituto de Políticas para las Ciencias Verdes. (Chalabala / iStock / Getty Images Plus)

Esta página fue publicada hace 6 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Todo mundo sabe las consecuencias de darle demasiados restos de comida de la mesa a tu mascota: para empezar engorda y encima su popó huele mucho peor.

Pero incluso los bocadillos más sanos pueden dañar a tu perro y a tu gato si están empaquetados con productos potencialmente tóxicos. Es por esto que el Green Science Policy Institute (GSPI, por sus siglas en inglés) está pidiendo al público muestras de alimento de su mascota y/o parte del envoltorio de su bocadillo favorito. El instituto busca químicos altamente fluorados, los cuales pueden sobrevivir en seres humanos, animales y en el ambiente por años. Algunos de estos productos han sido vinculados a problemas de salud como colesterol y enfermedad en la tiroides.

Las propiedades que hacen persistentes a los químicos fluorados son las mismas por las que se utilizan en productos resistentes a grasas, manchas, antiadherentes e impermeables —como cacerolas y bolsas para alimentos para mascotas. Quizá ya has escuchado hablar del politetrafluoroetileno (PFOA), el producto químico más dañino del mercado. Lo que alguna vez fue un ingrediente básico en el revestimiento de Teflón en los sartenes, ha sido eliminado por empresas manufactureras por los daños que causa en la salud.

Sin embargo, todavía se permiten otros tipos de productos fluorados potencialmente similares al PFOA.

En un experimento, el GSPI encontró químicos fluorados en casi un tercio de los paquetes de comida para llevar. Otras investigaciones (ver aquí y aquí) confirman que estos productos químicos pueden trasladarse del envase a nuestro alimento. Esto significa que podrías estar ingiriendo químicos fluorados cada vez que comes una hamburguesa que pediste para llevar.

Mientras ocurría la primera prueba, los investigadores notaron que las bolsas de comida para mascotas contenían niveles significativamente más altos de químicos fluorados que los encontrados en los envases para llevar. Así, al siguiente estudio, decidieron estudiar el empaquetado de alimento para animal doméstico y ver la cantidad de flúor. Aunque no determina si los productos químicos encontrados son dañinos, identificar qué químicos están en el empaque de alimento para mascotas es un buen primer paso para determinar si son seguros para nuestros animales.

El GSPI está aceptando muestras hasta el 20 de octubre. Así es como puedes mandar una:

  1. Corta una muestra de 5×5 pulgadas de la bolsa de alimentos y colócala en una bolsa resellable tipo Ziploc.
  2. En una hoja escribe toda la información del producto, incluyendo el nombre del artículo, la marca, el nombre de la tienda y su ubicación; en la información de contacto escribe tu nombre, correo electrónico y tu dirección postal.
  3. Mete el papel en la bolsa resellable y envíalo por correo a Green Science Policy Institute, P.O. Box 9127, Berkeley, CA 94709.
  4. Escríbe un correo electrónico a robin@greensciencepolicy.org  para notificar al instituto que les has enviado una muestra.
  5.  ¡Y ya está! Has contribuido a una investigación científica oficial. El GSPI reportará sus resultados al final del año.

Y claro, el hecho de que productos alimenticios estén forrados con químicos peligrosos, primeramente, habla de un problema enorme: que las regulaciones para químicos de Estados Unidos son demasiado débiles. El año pasado, finalmente, el Congreso hizo algo al respecto al revisar la TSCA, la ley de seguridad química primaria en los Estados Unidos.

Las actualizaciones del Congreso solicitan que la EPA evalúe productos químicos sin considerar su costo y con especial atención a cómo las poblaciones vulnerables podrían verse afectadas. La acción bipartidista fue un gran avance en materia de seguridad química.

Desgraciadamente, tan pronto como Trump fue juramentado como Presidente, debilitó las normativas principales de la EPA. En respuesta, Earthjustice a nombre de varias organizaciones, ha presentado dos demandas contra la administración Trump por intentar reducir la Normativa para Sustancias Tóxicas (TSCA). Reforma por la cual hemos luchado los últimos seis años para asegurar que la EPA proteja adecuadamente al público y al medio ambiente de productos químicos nocivos. Y no vamos a parar ahora.

Jessica is a former award-winning journalist. She enjoys wild places and dispensing justice, so she considers her job here to be a pretty amazing fit.

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