Enclaustrados Por Amazon
Conforme la pandemia del COVID-19 acelera las compras online, la fuerza laboral y comunidades de almacenamiento exigen soluciones para proteger su salud y garantizar un futuro habitable.
Esta pĆ”gina fue publicada hace 4 aƱos. Encuentre lo Ćŗltimo sobre el trabajo de Earthjustice.
A medida que la pandemia COVID-19 genera un auge en el comercio minorista por internet, empresas como Amazon crecen vertiginosamente. Organizadores laborales y activistas de salud ambiental se han armado de valor para enfrentar un gran dilema: las operaciones logĆsticas que son tan problemĆ”ticas como rentables.
En momentos de crisis, estas empresas y sus centros logĆsticos son cruciales para que las personas reciban necesidades bĆ”sicas. Pero tambiĆ©n tienen una larga historia de eludir leyes ambientales y explotar a sus trabajadores.
J.J., cuyo nombre ha sido cambiado para proteger su identidad, es solo uno de los muchos trabajadores de Amazon que sabe lo que es sentirse encerrado en el mundo del almacenamiento.
En Inland Empire, un gigante centro logĆstico ubicado a una hora al este de Los Ćngeles, donde J.J. vive y trabaja, los residentes se sienten abrumados con el espeso humo negro de las emisiones de diĆ©sel que emana del ejĆ©rcito de camiones aun cuando no estĆ”n en marcha. Se mantienen despiertos por la noche debido al ruido constante de gigantes camiones con semi-remolques que transitan a lo largo de la carretera interestatal, ademĆ”s del zumbido agudo de los aviones de carga que vuelan sobre ellos.
āMe preocupa mi seguridad laboralā, dijo J.J. āPero me siento mĆ”s cĆ³modo de lo normal porque trato de trabajar tanto como lo harĆan dos o tres empleados, aunque apenas gane como unoā.
La crisis del COVID-19 ha hecho que la situaciĆ³n sea aĆŗn insostenible. Los trabajadores de Amazon arriesgan sus vidas a medida que la pandemia se extiende por los almacenes de la compaƱĆa.
Pero Inland Empire estĆ” en pie de lucha. Mientras los legisladores se preparan para abrirle las puertas a otro centro logĆstico masivo — programado para Amazon — miembros de sindicatos, lĆderes religiosos, residentes del Ć”rea y defensores de la justicia ambiental piden mejoras en una de las compaƱĆas mĆ”s rentables durante la pandemia.
El Inland Empire no siempre fue epicentro de almacenes de millas de largo o de semirremolques grandes y maquinaria pesada que abastecen nuestras demandas de compras online. De hecho, esta regiĆ³n considerada el āCarrito de Compras de Estados Unidosā fue una vez un centro importante para la industria de los cĆtricos. Comunidades de color, marginadas al Inland Empire mediante patrones histĆ³ricos de la llamada ālĆnea rojaā o redlining y polĆticas discriminatorias del uso de terrenos, levantaron viviendas cerca de las imponentes MontaƱas de San Bernardino.
Pero en la dĆ©cada de los setenta, el valle de las naranjas se transformĆ³ en un valle de almacenes despuĆ©s de que la tierra barata se combinara con el fĆ”cil acceso a numerosas autopistas, ferrocarriles y puertos de embarque, todos atraĆdos por la floreciente industria logĆstica. En la Ćŗltima dĆ©cada, se han construido casi 150 millones de pies cuadrados para almacenamiento en el Inland Empire, el equivalente a unos cuatro parques centrales de Nueva York. No es de extraƱar, entonces, que los gases tĆ³xicos de diĆ©sel de los innumerables camiones y trenes de la zona ahora se ciernen sobre el valle, atrapados por las montaƱas de San Bernardino y San Gabriel y unidos por una mayor contaminaciĆ³n de los alrededores de Los Ćngeles.
En otras palabras, esa regiĆ³n se puede describir como un cigarrillo encendido cayendo en una botella de Fanta con sabor a naranja.
āMe siento agotada, mi pecho se siente apretado, tengo dificultad para respirar y todo requiere mĆ”s esfuerzoā, dice AngĆ©lica Balderas, una residente del Inland Empire de 39 aƱos que acudiĆ³ al hospital al menos cinco veces en 2019, buscando atenciĆ³n mĆ©dica para problemas respiratorios.
El caso de Balderas no es Ćŗnico. El Inland Empire tiene la peor contaminaciĆ³n por ozono y hollĆn del paĆs. Los condados de San Bernardino y Riverside, que abarcan la regiĆ³n, tienen tasas de asma dos veces mĆ”s altas que el promedio nacional.
Anthony Victoria-Midence, una de las voces ambientales locales que ha perdurado, dice que la construcciĆ³n de mĆ”s almacenes en el Inland Empire enfermarĆ” aĆŗn mĆ”s a las personas en un Ć”rea que ya estĆ” saturada de contaminaciĆ³n. Y aunque mĆ”s almacenes inevitablemente significarĆ”n mĆ”s empleos, la pregunta es a quĆ© costo. Los informes noticiosos han descrito el entorno de las instalaciones como āinfernalā y āmoralmente aplastanteā, donde los empleados son tratados como ārobotsā y las lesiones son comunes. Menos de la mitad de los empleos en Inland Empire pagan un salario digno.
āEs como esta lenta violencia que la cadena de comercio electrĆ³nico infligeā, dice Victoria-Midence. āEs un ciclo de locuraā.
Los residentes del Inland Empire estaban furiosos cuando se enteraron, por primera vez, de una propuesta para construir una enorme bodega en su vecindario. Se espera que la instalaciĆ³n de 700 mil pies cuadrados emita una tonelada de contaminaciĆ³n al aire cada dĆa. El proyecto tambiĆ©n traerĆ” vuelos las 24 horas (alrededor de 24 por dĆa) y 500 viajes diarios en camiĆ³n a la zona suburbana.
En diciembre de 2019, al anochecer de la bonanza de compras online conocida como āCiberlunesā, unas 100 personas se reunieron frente a uno de los muchos almacenes de Amazon en el Inland Empire. TenĆan una lista de demandas para Jeff Bezos, el ex CEO de Amazon y una de las personas mĆ”s ricas del mundo. (Bezos gana alrededor de $2.489 por segundo, mĆ”s del doble de lo que un trabajador promedio de EE. UU. genera en una semana.)
Los residentes del Ć”rea y miembros del sindicato les solicitan a Amazon que brinde beneficios bĆ”sicos de calidad de vida, como trabajos garantizados con salario digno y fuertes planes de reducciĆ³n de la contaminaciĆ³n en el proyecto. EspecĆficamente, estĆ”n presionando a Amazon para que compre camiones elĆ©ctricos con cero emisiones, lo que mantendrĆ” el aire libre de contaminaciĆ³n por diĆ©sel.
āNo queremos escuchar una tonterĆa como ācasi emisiones ceroāā, dice J.J. āEsa es prĆ”cticamente una jerga como la que se utiliza para hacer creer que el gas natural es una fuente limpia, cuando en realidad sigue siendo una fuente de contaminaciĆ³nā.
J.J. llegĆ³ al movimiento de justicia ambiental hace unos aƱos, despuĆ©s de ver un video en YouTube explicando la urgencia de la crisis climĆ”tica. J.J. decidiĆ³ involucrarse con grupos como el Movimiento Sunrise, una organizaciĆ³n que pide polĆticas expansivas y visionarias como el Nuevo Plan Verde (āGreen New Dealā en inglĆ©s) para enfrentar el cambio climĆ”tico.
Mientras se encuentra en su trabajo, J.J. procura no hablar de sus actividades extracurriculares. Durante la protesta del lunes cibernĆ©tico, J.J. se cubriĆ³ la cara y se quitĆ³ las gafas para enmascarar su identidad. En el trabajo, J.J. dice que las personas a veces han usado mĆ”scaras diseƱadas especĆficamente para filtrar la contaminaciĆ³n del aire. (Esto fue antes de la pandemia).
El pastor Kelvin Ward, un ex empleado de Amazon que creciĆ³ en Riverside, tambiĆ©n puede dar fe de las peligrosas condiciones de trabajo de los almacenes. Durante sus casi tres aƱos trabajando allĆ, Ward vio a los empleados tan atareados que preferĆan no ir al baƱo. Los trabajadores de mantenimiento a menudo encontraban desechos humanos en los recipientes de basura.
āFue inhumano lo que vi cuando estuve allĆā, dice Ward. āNos trataron como esclavosā.
Durante el lunes cibernĆ©tico, los manifestantes bloquearon una de las entradas de Amazon para que la empresa no pudiera cumplir con sus pedidos en el dĆa de compras mĆ”s concurrido del aƱo. Ward, quien hablĆ³ en la protesta, se sintiĆ³ satisfecho al rechazar a una empresa que no invierte en el bienestar de la comunidad que la rodea.
āHicimos nuestra parteā, dice Ward.
Una coaliciĆ³n de grupos contra el nuevo almacĆ©n tambiĆ©n ha organizado varias acciones locales para decir ābasta” a la interminable ola de expansiones de almacenes en el Inland Empire. Fuera de la regiĆ³n, cuentan con el apoyo de grupos que solicitan a Amazon a que tome una acciĆ³n climĆ”tica mĆ”s contundente y adopte mejores protecciones para sus empleados frente al COVID-19, ya que 20 mil de ellos se han contagiado.
āEl gobierno federal insiste en que este proyecto no tendrĆ” un impacto significativo, lo cual es algo descabellado. Significa mĆ”s contaminaciĆ³n del aire en uno de los condados mĆ”s contaminados del paĆsā, dice el abogado de Earthjustice, AdriĆ”n MartĆnez. āSi este proyecto no tiene un impacto en nuestra contaminaciĆ³n del aire, entonces nada lo harĆ”ā.
āEl gobierno federal insiste en que este proyecto no tendrĆ” un impacto significativo, lo cual es algo descabellado. Significa mĆ”s contaminaciĆ³n del aire en uno de los condados mĆ”s contaminados del paĆsā, dice el abogado de Earthjustice, AdriĆ”n MartĆnez. āSi este proyecto no tiene un impacto en nuestra contaminaciĆ³n del aire, entonces nada lo harĆ”ā.
MartĆnez agrega que la revisiĆ³n superficial realizada por el gobierno federal, en colaboraciĆ³n con la Autoridad del Aeropuerto Internacional de San Bernardino, es āsolo una bofetada para todos los que viven aquĆ y se preocupan por estos temas tan relevantesā.
La demanda contra el almacĆ©n es parte de una lucha mĆ”s amplia para limpiar el aire notoriamente sucio del sur de California. Un esfuerzo conocido como la campaƱa Right to Zero tiene como objetivo electrificar desde la red elĆ©ctrica de California hasta sus numerosos puertos de envĆo, con el fin de salvar vidas, proteger el clima y fortalecer la economĆa. Hasta hace poco, la industria de la logĆstica ha pasado desapercibida a pesar de su significativo impacto climĆ”tico debido a sus barcos, trenes, camiones y equipos de construcciĆ³n propulsados por el diĆ©sel.
J.J. dice que si las empresas como Amazon se apasionan tanto por el cambio climĆ”tico y el bienestar como afirman, deberĆan estar de acuerdo con las demandas que los residentes y trabajadores locales buscan para beneficiar a la comunidad.
āSi realmente quieres ser un lĆder para el cambio, esa es la forma en que lo hacesā, dice J.J. āEscucha a la comunidad y otĆ³rgales las soluciones que estĆ”n pidiendoā.
Este artĆculo fue publicado en abril de 2020 y ha sido actualizado con acontecimientos recientes.
Jessica is a former award-winning journalist. She enjoys wild places and dispensing justice, so she considers her job here to be a pretty amazing fit.
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