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Estudio descubre que el cambio climático amplifica la sequía

California debe adoptar cambios grandes, duraderos y abarcadores a su infraestructura de agua si aspira a subsistir sequías más frecuentes e intensas provocadas por el cambio climático.

Esta página fue publicada hace 9 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

En los últimos meses Earthjustice ha explorado la sequía sin precedentes de California. Desde las suculentas hasta los programas de remplazo de jardines, pasando por la tierra que se hunde en el Valle Central hasta la agricultura de secano sostenible, la sequía (y noticias al respecto) es el tema del día y no tiene para cuando acabar. Un nuevo estudio, publicado en Geophysical Research Letters la semana pasada, presenta pruebas contundentes de que el cambio climático ha intensificado este fenómeno meteorológico extremo y que este es sólo el comienzo.

Los investigadores descubrieron que el cambio climático intensificó la sequía hasta en un 27 por ciento entre los años 2012 y 2014. Llegaron a esta conclusión al analizar los datos documentados entre 1901 y 2014 de la humedad presente en la tierra de muestras tomadas en diferentes partes del estado. Primero calcularon cuanta agua se evapora de la tierra mensualmente. De ahí, los investigadores utilizaron modelos climáticos para descifrar que porcentaje de la pérdida de agua se debe al cambio climático. Mientras que las temperaturas han ido en aumento de manera constante al igual que la variabilidad del clima natural, más y más agua se está evaporando de la tierra.

Si bien el estudio muestra que la causa primordial de la sequía perenne de California se debe a fluctuaciones naturales en el clima, también indica que el cambio climático ya está teniendo un grave efecto. Las probabilidades de sequías extremas como ésta casi se han duplicado en el último siglo. En lo que las temperaturas continúan subiendo, la evaporación también sigue incrementando. Esto significa que las sequías de California serán más severas en los próximos años.

¿Y qué hay de El Niño “tamaño Godzilla” del que tanto se habla? ¿No será suficiente para aplacar la sequía? Tal vez, pero eso no debe dar fin a los esfuerzos de conservación de agua.

El Niño es un patrón de clima que describe temperaturas variables en el océano y la atmósfera que causa cambios en el clima alrededor de todo el mundo. Trae lluvias torrenciales en el Noroeste del Pacífico, el sur de California y Perú; climas templados en el Medio Oeste; y una devastadora sequía en Indonesia y Australia. Predicen los climatólogos que este invierno puede resultar uno de los más fuertes que se hayan registrado del Niño, lo que potencialmente puede aliviar la sequía de California.

Pero no se entusiasme demasiado. Primeramente, El Niño tendrá que traer tormentas a la parte norte del estado donde están ubicadas la mayoría de las reservas existentes. Tradicionalmente, la nieve que se derrite de las montañas abastece esas reservas mermadas a lo largo de la primavera y el verano, proporcionando agua para todo el estado durante todo el año. Al parecer, lo más probable es que este año tenga lugar un invierno lluvioso, pero aún de ser así, no hay garantía de nevadas copiosas en las montañas de la Sierra Nevada. La Administración Nacional de Oceános y la Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) reportó la semana pasada que mientras que El Niño traerá lluvias, también hará subir las temperaturas, lo que hace menos factible la probabilidad de precipitación de nieve. Por último, de acuerdo a Jay Lund, de la Universidad de California, Davis, aún si surge un El Niño gigantesco, se requerirá más de un año de lluvia (aún en el caso de lluvias torrenciales) para compensar por lo que hemos perdido durante la sequía.

“Algunas de las reservas se llenarían bastante con una riada más o menos aceptable. Algunas de las reservas más grandes van a requerir más,” Lund le dijo a NBC Bay Area.

Cuando de planear a largo plazo se trata, el recordar estudios como éste en Geophysical Research Letters es clave. La variabilidad climática traerá lluvias fuertes a California cada cierto tiempo y al parecer muy pronto el estado podría tener una tregua, aún así, ya los datos lo demuestran. Durante las próximas décadas y los próximos siglos, California debe adoptar cambios grandes, duraderos y abarcadores a su infraestructura de agua si aspira a subsistir sequías más frecuentes e intensas provocadas por el cambio climático.

As a communications strategist, Miranda covers Earthjustice’s Mid-Pacific and California regional offices. She has campaigned to defend public water resources in North America and is a graduate of the Master’s in Global Studies program at the University of California, Santa Barbara where her research focused on climate change.