La Energía Limpia Está Arrasando el País, Estado Por Estado
Maine es el séptimo estado en aprobar un plan de energía limpia al 100 por ciento, desafiando los intentos de la administración Trump por apoyar los combustibles fósiles.
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Actualización del 27 de junio del 2019: Maine se convirtió en el séptimo estado en comprometerse a adoptar una energía limpia al 100 por ciento. Legisladores estatales aprobaron un proyecto de ley que solicita a Maine a generar toda su energía utilizando fuentes renovables para el 2050. California, Hawái, Nuevo México, Nevada y el estado de Washington han aprobado leyes similares.
Blog original, publicado el 13 de mayo del 2019: Portando una gorra de béisbol que enarbolaba un “100%” en grandes números amarillos, el gobernador de Washington, Jay Inslee, aprobó una ley a comienzos del mes de mayo que le permite a su estado adoptar lo que muchos consideran la norma de energía limpia más fuerte del país. La ley requiere que el 100 por ciento de la electricidad en Washington provenga de fuentes de energía limpia para el 2045— y establece un objetivo intermedio para reducir progresivamente el carbón para el 2025.
Washington se une a un creciente grupo de estados que están desafiando los intentos de la administración Trump por respaldar los combustibles fósiles, aprobando objetivos de energía limpia que han llevado a nuestro país — un estado a la vez — a cambiar de energía sucia a energía limpia y a la prevención del catastrófico cambio climático.
“En ausencia de un liderazgo federal sobre el tema climático, estamos viendo el avance de algunos estados”, dijo Jill Tauber, vicepresidenta de litigio para clima y energía de Earthjustice. “Muchos estados se han comprometido a adoptar energía limpia al 100 por ciento, aunque la administración Trump quiere encaminarse en la dirección opuesta”.
Washington es el quinto estado en aprobar un objetivo de energía limpia al 100 por ciento. California, Hawái, Nuevo México y Nevada han promulgado una legislación similar. El gobernador de Nueva Jersey Phil Murphy aprobó una orden ejecutiva solicitando al estado impulsar una energía limpia al 100 por ciento para el 2050. Puerto Rico y Washington, D.C. también tienen objetivos al 100 por ciento en su lugar, mientras que algunos otros estados —Nueva York, Massachusetts e Illinois—cuentan con legislaciones en proceso.
Pero eso no es todo. Este progreso ocurre a un ritmo acelerado a nivel local, con más de 90 ciudades comprometidas con una energía limpia al 100 por ciento, de acuerdo con el Sierra Club. En abril, Chicago promulgó su compromiso a una energía limpia para el 2035, convirtiéndose además en la ciudad más grande en llevar a cabo su promesa.
“Sabemos que no veremos progreso en esta administración. Por eso es importante que los estados demuestren que esto es factible, que podemos estar a la altura del desafío del cambio climático y cambiar a una próspera economía verde”, dice Amanda Goodin, abogada de personal para la oficina del noroeste de Earthjustice. “De esta manera, cuando tengamos un gobierno federal que esté preparado para tomar acción, el hecho que estos estados han dado importantes pasos facilitará un proceso de transición alrededor del país”.
Earthjustice ha impulsado una energía limpia al 100 por ciento al trabajar en los tribunales y a nivel regulatorio para fomentar el progreso legislativo.
“Estamos en las comisiones, en los tribunales, y en las legislaturas estatales alrededor del país para argumentar a favor de una energía limpia al 100 por ciento — desde el rechazo de políticas que discriminan contra clientes que quieren energía solar hasta la garantía de programas que expanden el acceso a recursos solares y eficiencia energética”, dijo Tauber. “No es coincidencia que los estados donde hemos estado activos por muchos años estén proyectados a una energía limpia en su totalidad”.
Mientras que cada estado comparte una meta en común, cumplirla será definida por las distintas maneras en que los objetivos sean plasmados en las leyes —y la manera en que sean implementados.
En el estado de Washington, la ley incluye provisiones para garantizar que la transición a energía limpia no sea una carga para las comunidades de bajos recursos. Asimismo, la ley cambia la forma en cómo las compañías que prestan servicios públicos hacen negocios.
Hasta ahora, las empresas de servicios públicos en Washington generaron más ingreso en la medida que construyeron más infraestructuras energéticas —con lo que fueron incentivados en seguir construyendo plantas de energía sucia. La nueva ley abre la posibilidad a un nuevo modelo donde las ganancias de dichas empresas son determinadas parcialmente por su rendimiento en métricas como la reducción del carbono y la equidad, como lo señala la Comisión de Servicios y Transporte del estado.
“Ellos toman en consideración elementos como el costo social del carbono”, dice Goodin. “Tiene una visión regulatoria que es mucho mejor alineada con lo que queremos que hagan los servicios hoy en día”.
Muchos consideran la ley estatal en Washington como un modelo para otros estados a seguir. Sin embargo, la verdadera prueba está en la forma en que sea implementada.
“Earthjustice está comprometida en impulsar agresivamente la implementación de estos nuevos requisitos,” dice Goodin. “Esto significa asegurarse que los planes basados en el rendimiento sean verdaderamente equitativos y que se incorporen beneficios medioambientales y de salud, impulsando reglas fuertes que ejecuten la nueva ley, y defender los nuevos requisitos cuando la industria quiere desafiarlas”.
Conforme nuevos estados promulguen estos objetivos de energía limpia al 100 por ciento, el trabajo real comienza ya.
“Numerosos estados se están comprometiendo en impulsar sus economías con energía limpia al 100 por ciento”, dijo Tauber. “Esto es un gran progreso y hay mucho trabajo por hacer. Necesitamos garantizar que estos objetivos sean cumplidos y que todas las comunidades — principalmente aquellas que son perjudicadas desproporcionadamente por los combustibles fósiles— se beneficien de una transición a la energía limpia. Esperamos seguir con este importante trabajo con nuestros socios”.
Emilie has spent the past two decades as a journalist, speechwriter and communications strategist in Washington, D.C. At Earthjustice, she shares the stories of the people and issues at the heart of our clean energy litigation and policy work.
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