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Ocho Datos Sobresalientes Sobre el Raro y Elusivo Lobo

Estos cánidos se merecen una segunda oportunidad — y una segunda mirada.

Esta página fue publicada hace 7 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Los lobos grises mexicanos, una subespecie diferenciada de lobos grises, alguna vez fueron los dueños y señores del Suroeste Americano. Al principio del siglo, el gobierno de Estados Unidos empezó un programa de erradicación que exterminó a casi todos los lobos y dejó tan sólo unos cuantos. El característico aullido del lobo que alguna vez se repitiera incesantemente por todo el territorio del suroeste ahora raramente se escucha. En 1998, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos empezó un programa federal de reintroducción, pero el progreso en la recuperación de los lobos ha sido obstaculizado por intereses políticos. Hoy en día, menos de 100 lobos quedan en estado salvaje.

Victimizados por fuerzas políticas y un temor irracional, estos cánidos se merecen una segunda oportunidad—y una segunda mirada. He aquí ocho datos sobre el emblemático lobo:

  1. El lobo gris mexicano es uno de los mamíferos más amenazados  en Norteamérica y es la subespecie de lobos más amenazada en el mundo. Hasta febrero del 2016, quedaban solamente 97 lobos grises mexicanos en estado salvaje. Sus poblaciones se han desplomado debido a la cacería, retiros legales de lobos de su territorio y la alta mortandad de sus crías. Uno de los mayores problemas que aquejan a las poblaciones en estado salvaje es la falta de diversidad genética.
  2. Los lobos son aproxidamente del tamaño de un pastor alemán o de un labrador, y pesan entre 50 y 85 libras cada uno. Son una de las subespecies más pequeñas de lobos grises en  Norteamérica—aproximadamente de la mitad del tamaño del lobo gris Norteamericano.
  3. Los lobos grises mexicanos son animales muy sociales. Se comunican entre ellos por medio de aullidos, lenguaje corporal y marcan su territorio mediante el olor. Una manada de lobos es como una familia extensa, encabezados por la pareja alfa. Cada primavera, la hembra alfa da a luz a una camada de lobatos y la manada completa ayuda a criarlos y a alimentarlos. Los adultos son muy tolerantes de los lobatos en su etapa de crecimiento y alimentan a estas crías masticando y regurgitando sus piezas de caza.
  4. Al igual que los lobos de Yellowstone, los lobos grises mexicanos son piezas claves de su ecosistema. Si las poblaciones regresan a la normalidad, los biólogos creen que los lobos reestablecerán el equilibrio a los ecosistemas del suroeste al alimentarse de venado, alce, jabalina (similar a los cerdos salvajes). Los lobos eliminan a los individuos viejos, jóvenes y enfermos y evitan que las poblaciones de las que se alimentan crezcan tanto que terminen por sobrepastorear la tierra y destruyan el hábitat del que dependen otras especies.
  5. En este momento, los lobos grises mexicanos gozan de protección limitada bajo la Ley de Especies Amenazadas porque son considerados como “una población experimental.” Esto significa que el Servicio de Pesca y Vida Silvestre puede manejar a los lobos bajo reglas menos estrictas que ahora permiten “tomas” de lobos—y permiten matar o acosar a los lobos o perturban el hábitat necesario para la sobrevivencia y recuperación de la especie.
  6. Todos los individuos del lobo gris mexicano en estado salvaje hoy en día descienden de solamente siete lobos que fueron los miembros fundadores de un programa nacional de reproducción en cautiverio. Eso significa que la diversidad genética de los lobos es peligrosamente escasa, lo cual resulta en una baja adaptabilidad y camadas de lobatos más pequeñas. La única solución es la de suplementar su riqueza genética es mediante la liberación de más lobos cautivos a la naturaleza. Si no se toman acciones para proteger y aumentar la población, estas criaturas simbólicas están condenadas a la extinción.
  7. Los lobos tienden a merodear debido en gran parte a su necesidad natural de repartirse en territorios distintos lejos de otras manadas de lobos. Alguna vez ocupaban territorio desde el centro de México hasta el suroeste de Estados Unidos, pero ahora se encuentran exclusivamente en el Bosque Nacional Apache y el Bosque Nacional Gila en la frontera entre Arizona y Nuevo México. Las actuales reglas de manejo del lobo no brindan suficiente espacio para que se establezca una población saludable. Earthjustice está promoviendo la expansión geográfica del lobo que incluya al Gran Cañón, un sitio favorecido por los biólogos para la recuperación de la especie.
  8. Debido a limitaciones políticas, actualmente solamente los lobatos recién nacidos se están regresando a la naturaleza. En un proceso complejo conocido como interadopción, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos toma lobatos nacidos en captividad en zoológicos o santuarios de lobos y los coloca con camadas de lobatos nacidos en manadas silvestres. El proceso es complicado e invasivo, pero es la única manera de multiplicar la diversidad genética en la población salvaje.

El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos finalmente está trabajando en un plan de recuperación para ayudar a que los lobos grises mexicanos se salven de la extinción. Haz que tu voz cuente y exige a la agencia que establezca un plan científicamente racional y sólido que aumente las poblaciones mediante la liberación de lobos en cautiverio y la ampliación de su área de distribución para que el inconfundible aullido del lobo pueda ser escuchado a lo largo y ancho del Gran Cañón.

From 2015–2017, Caeleigh MacNeil was part of the Editorial team at Headquarters in San Francisco. She is a graduate of Duke University, where she studied English, journalism and environmental science.