In a Big Win for Climate, New York Rejects Fracked Gas Pipeline

State leaders in Albany, NY, have rejected a key permit for a large fossil fuel infrastructure project that would have created a 125-mile pipeline to transport natural gas from Pennsylvania's hydraulic fracturing wells. (Spanish language version available.)

Aigars Reinholds/Shutterstock
A federal agency upheld a decision by State leaders in Albany, NY, rejecting a key permit for a large fossil fuel infrastructure project that would have created a 124-mile pipeline to transport natural gas from Pennsylvania's hydraulic fracturing wells. (Aigars Reinholds/Shutterstock)

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On April 22, Earth Day, world leaders from more than 170 countries gathered in New York City to sign the historic Paris climate treaty. With their signatures, they committed their governments to limit global temperature rise to 1.5 degrees, the level scientists say is crucial for sparing us from the worst impacts of climate change.

Turning this from a signature on a piece of paper to real action will take courage and leadership—from all of us. Luckily, both of those were on display this Earth Day as 150 miles up the Hudson River, in Albany, New York, Governor Andrew Cuomo announced that his administration was rejecting a key permit for a massive fossil fuel infrastructure project—the 125-mile fracked gas pipeline known as the Constitution. The rejected permit is yet another testament to the strength of anti-fracking activists who had bitterly fought the project, which would have spurred fracking in Pennsylvania’s Marcellus Shale.  This was the second fracked gas infrastructure project in three months that was defeated at the hands of New York fractivists. And it was the second pipeline in the Northeast to hit the skids that same week. On Wednesday, April 20, Kinder Morgan announced it was dropping plans to build the controversial Northeast Energy Direct pipeline.

In spite of these victories, there are serious hurdles that remain—namely a troubling refusal on the part of officials at the Federal Energy Regulatory Commission (FERC) to account for the environmental impacts of the projects it approves.

Earthjustice has been fighting the Constitution pipeline project in court, representing Riverkeeper, Catskill Mountainkeeper, Clean Air Council, Delaware-Otsego Audubon Society, Delaware Riverkeeper Network and the Pennsylvania and Atlantic chapters of Sierra Club in FERC proceedings.

In March, in spite of a lawsuit by Earthjustice, FERC gave the go-ahead to pipeline developers to clear-cut 20 miles of trees along the pipeline’s planned route through Pennsylvania, much of it on private property and over the objection of landowners. In court papers, we pointed out that this was premature and illegal. The pipeline was far from a done deal: New York State had not yet even agreed to issue a permit and the pipeline couldn’t be built without it.

But with FERC’s OK, accompanied by armed U.S. Marshalls, chainsaw-wielding men cut down trees along the pipeline route, including those on property belonging to the Holleran family. Each year, in late winter, the Holleran family tap the maple trees on their farm, collect the sap and boil it down into maple syrup. FERC wouldn’t even delay the tree cutting to let the Hollerans complete one final sap harvest.

We’ve challenged FERC on a number of fossil fuel infrastructure projects, including the MARC I pipeline in Pennsylvania and the Dominion Cove Point LNG terminal in Maryland. Each time, the agency has rubber stamped its approval, over objections from communities, without even requiring a complete accounting of environmental impacts. Given the fact that FERC’s funding is tied to fees paid by permit holders, critics have started asking questions about conflicts of interest.

As Earthjustice’s Moneen Nasmith told reporters in response to the signing of the Paris climate agreement, “World leaders and our leaders in New York State are doing what’s necessary. Unfortunately, their efforts are undermined by rogue agencies like the Federal Energy Regulatory Commission, which is failing to do its job and evaluate the climate impacts of the massive fossil fuel infrastructure projects it approves. FERC is an outlier agency that, with every day, is exposed as being drastically out of step with its peers.”

“It’s time for fossil fuel industry enablers and apologists to step aside and let the rest of us continue the work necessary to solve the climate crisis and transition our society to 100 percent renewable energy.”

En Una Gran Victoria Para El Clima, New York Rechaza Ducto Para Gas Fracturado

El 22 de abril, el Día de la Tierra, líderes mundiales de más de 170 países se reunieron en la ciudad de Nueva York para firmar el histórico tratado climático de Paris. Con sus firmas, comprometieron a sus gobiernos a ponerle un límite al aumento de la temperatura mundial a 1.5 grados, el nivel que según los científicos es crucial para librarnos de los peores impactos del cambio climático.

El llevar una firma estampada en un pedazo de papel a acciones verdaderas tomará valentía y liderazgo de parte de todos nosotros. Por suerte, ambos se vieron representados este Día de la Tierra cuando a 150 millas del Río Hudson, en Albany, el gobernador Andrew Cuomo anunció que su administración estaba negando un permiso clave para la construcción de un proyecto masivo de infraestructura para combustibles fósiles—un ducto para gas fracturado de 125 millas de longitud y conocido como Constitution. El permiso rechazado es otra prueba de la fuerza de los activistas anti-fracking, quienes libraron una cruenta batalla contra  este proyecto que hubiera impulsado la fracturación de Marcellus Shale en Pennsylvania. Este ha sido el segundo proyecto de infraestructura para la fracturación de un gasoducto en tres meses que ha sido rechazado gracias a los activistas anti-fracking de Nueva York. Y fue el segundo gasoducto en el noroeste que se cayó esa misma semana. El miércoles 20 de abril, Kinder Morgan anunció que estaba abandonando planes de construir el controversial gasoducto Northeast Energy Direct.

A pesar de estas victorias, aún existen serias dificultades, concretamente una preocupante negativa por parte de los oficiales de la Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC, por sus siglas en inglés) de calcular el impacto ecológico de los proyectos que aprueba.

Earthjustice ha estado luchando en los tribunales contra el proyecto del gasoducto Constitution, representando a los grupos ambientalistas Riverkeeper, Catskill Mountainkeeper, Clean Air Council, Delaware-Otsego Audubon Society, Delaware Riverkeeper Network y los capítulos Pennsylvania y Atlantic del Sierra Club en los procedimientos ante FERC.

En marzo, a pesar de la demanda hecha por Earthjustice, la FERC le dio luz verde a los constructores del gasoducto de talar de manera mecánica 20 millas de árboles a lo largo de la ruta planeada para el gasoducto justo en medio de Pennsylvania, ubicadas en gran parte en propiedad privada y sin la aprobación de los dueños de las tierras. En los documentos del tribunal, señalamos que esto era prematuro e ilegal. El gasoducto estaba lejos de ser un trato cerrado: el estado de Nueva York ni siquiera había aceptado la autorización de un permiso y sin éste, no se podría construir un gasoducto.   

Pero con la aprobación de FERC, acompañados de U.S. Marshalls armados, hombres con sierras cortaron los árboles a lo largo de la ruta del gasoducto, incluyendo los que estaban dentro de la propiedad de la familia Holleran. Cada año, a finales del invierno, la familia Holleran hace perforaciones a los árboles de arce para extraer la savia del tronco para hervirla y hacer jarabe de arce. FERC ni siquiera aceptó retrasar la tala de los árboles para permitirle a los Hollerans completar una última recogida de savia.

Hemos retado a FERC en varios proyectos de infraestructura para combustibles fósiles, incluyendo el gasoducto MARC I en Pennsylvania y la terminal Dominion Cove Point LNG en Maryland. La agencia ha colocado su sello de aprobación por encima de la oposición de comunidades, sin ni siquiera requerir cálculos completos de los impactos al medio ambiente. Dado el hecho que los fondos de FERC están vinculados a tarifas pagadas por los que obtienen los permisos, los críticos han comenzado a cuestionar si existe un conflicto de intereses.  

Como le dijo Moneen Nasmith, de Earthjustice, a los reporteros en respuesta a la firma del acuerdo climático de Paris, “Los líderes mundiales y nuestros líderes en el estado de Nueva York estamos haciendo lo necesario. Desafortunadamente, nuestros esfuerzos están siendo afectados por agencias inescrupulosas como la Comisión Federal Reguladora de la Energía la cual no está cumpliendo con su propósito de evaluar los impactos climáticos de los proyectos masivos de infraestructura para combustibles fósiles que aprueba. FERC es una agencia atípica que con cada día que pasa se expone más, al estar en contradicción con sus semejantes.”

“Ya es hora de que los facilitadores y apologistas de la industria de combustibles fósiles se hagan a un lado y permitan que el resto de nosotros continúe la labor necesaria para resolver la crisis climática y lograr la transición de nuestra sociedad a 100 por ciento energía renovable.”

From 2007–2018, Kathleen partnered with clean energy coalitions and grassroots organizations, empowered communities to fight against fracking, and worked with the Policy & Legislation team to have their messages heard by legislators.

Established in 2008, Earthjustice’s Northeast Office, located in New York City, is at the forefront of issues at the intersection of energy, environmental health, and social justice.