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Rompiendo Ciclos: De Los Químicos A Los Cultivos de Cobertura

Earthjustice y otros defensores están luchando para sacar a docenas de agroquímicos del mercado por los riesgos tan evidentes que presentan a la salud humana, la vida silvestre y la calidad de nuestra agua y nuestros suelos. He aquí algunos de los ejemplos de los retos legales.

Esta página fue publicada hace 8 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Cuando nos metemos en luchas legales contra la industria química, sabemos que llevamos las de perder. Luchamos por los que no tienen representación—como los trabajadores del campo y los niños—contra una industria que tiene muchos más recursos, poder e influencia que nosotros. A pesar de que tenemos todo esto en contra, Earthjustice y otros defensores del medio ambiente hemos sacado a algunos de los químicos más peligrosos del mercado.

Sin embargo, estas batallas legales son largas y complicadas, y a menudo surgen químicos nuevos e igualmente preocupantes como reemplazos. Alrededor de 1.1 mil millones de libras de pesticidas y herbicidas se rocían cada año en cultivos de frutas y verduras en Estados Unidos, y hay reportes de 20,000 intoxicaciones por pesticidas anualmente, pero muchos más quedan sin reportarse. Debido a que hay tantos químicos tóxicos que siguen empleándose en la agricultura, también debemos encontrar otras maneras de reducir su uso.

La industria química y nuestra agroindustria están tan interdependientes que incluso la EPA parece ser de la opinión que el sistema es demasiado grande para dejarlo fracasar. Earthjustice y otros defensores están luchando para sacar a docenas de agroquímicos del mercado por los riesgos tan evidentes que presentan a la salud humana, la vida silvestre y la calidad de nuestra agua y nuestros suelos. He aquí algunos de los ejemplos de los retos legales:  

Enlist Duo

La EPA inicialmente había aprobado este nuevo herbicida que fue diseñado para usarse en maíz y soya genéticamente modificados. Los abogados de Earthjustice impugnaron la aprobación, enfatizando que la EPA ignoró los riesgos para animales en peligro de extinción como las grullas reales, que la agencia sabía se alimentarían en campos rociados con este químico.

La EPA intentó rescindir su aprobación, lo cual sorprendió y deleitó a los defensores de la salud y del medio ambiente. Pero el tribunal de hecho tiró esta moción a petición de un fabricante, Dow, dejando abierta la puerta para el uso de Enlist Duo en millones de acres de tierras agrícolas.

Clorpirifos

Tras casi 15 años de presión legal – cuatro demandas legales y dos peticiones—a finales del 2015 la EPA finalmente propuso dar por terminado el uso de este pesticida neurotóxico en cultivos de alimentos. Clorpirifos (y otros agroquímicos similares derivados de gases nerviosos que datan de la Segunda Guerra Mundial) ha demostrado que daña el cerebro de los niños de manera irreversible. Más de 80,000 Americanos le escribieron a la EPA en apoyo a esta propuesta, pero no es definitivo aún. Dow seguramente va a dar una última batalla. 

Sulfoxaflor

Cuando la EPA aprobó sulfoxaflor en el 2013, los apicultores y los productores de miel presentaron una demanda. Sulfoxaflor es un químico de toda una clase entera que es altamente tóxica para las abejas, las cuales polinizan casi un cuarto de nuestros cultivos alimentarios. El año pasado, las cortes estuvieron de acuerdo que la EPA había tomado su decisión aprobatoria usando “datos erróneos y limitados.” Sulfoxaflor ahora ya está fuera del mercado, pero varios estados han solicitado excepciones para “uso de emergencia”, alegando que no tienen otra alternativa.

Cuando los estados alegan que sus agricultores no tienen ninguna otra alternativa más que sulfoxaflor, lo que están diciendo realmente es que su modo de cultivar y cosechar depende de químicos. Sembrar la misma especie de planta por miles de acres tiene sus inconvenientes: se necesitan químicos sintéticos para mejorar el rendimiento del suelo.

Pero en tiempos recientes hay cada vez más agricultores—incluso en grandes plantaciones comerciales—que están descubriendo los beneficios de sembrar una mezcla especial de plantas, conocida como cultivos de cobertura, entre cosechas. Estas plantas, tales como la veza vellosa, la cebada, el girasol y el pasto de centeno, echan raíces profundas que desmoronan el suelo compactado, soportan microbios saludables y protegen contra hierbas y plagas. De hecho “cubren” la capa superior del suelo y evitan que se erosione. Este método de cubrir los cultivos ha demostrado que aumenta la cantidad de agua y carbón que el suelo puede almacenar y reduce la necesidad de fertilizantes y pesticidas químicos.

Aunque se ha vuelto algo rutinario para los pequeños agricultores o los agricultores orgánicos, el uso de la técnica de cultivo de cobertura es rara todavía en la agricultura convencional a gran escala—en el censo agrícola del 2010, solamente alrededor de 10 millones de los 400 millones de acres de tierra arable en Estados Unidos fueron plantados con cultivos de cobertura—pero pequeñas encuestas y evidencia anecdótica sugieren que la práctica se está extendiendo. (La técnica fue recientemente mencionada en la sección de negocios del New York Times.)

Una de las razones por las que la técnica de cultivo de cobertura es todavía algo raro es que, al contrario del uso de cultivos transgénicos y pesticidas químicos, no hay una gran industria que respalde la práctica y no hay fondos disponibles o gran influencia política para garantizar que los cultivos de cobertura se hagan una herramienta estándar que los agricultores puedan usar.

Lo que sí tienen los cultivos de cobertura es un pequeño número de acres donde se realiza investigación para poder cuantificar sus beneficios y la experiencia de muchos pequeños agricultores que por miles de años han puesto atención en cómo funciona el proceso de la siembra. Esto es un comienzo pero no es suficiente. Solamente cuando haya políticas agrícolas que respalden a la agricultura sustentable y técnicas de manejo de plagas es que podremos finalmente comenzar a escapar de nuestra dependencia en químicos dañinos para movernos hacia un sistema de producción de alimentos más saludable.

Fertile Grounds es una serie de blogs que examina los retos y oportunidades en el proceso de proveer comida sana, sustentable y a precios accesibles para todos. Hablamos del ciclo completo de la comida—desde la selección y plantación de las semillas hasta su consumo y eliminación—porque existe el potencial para hacer mejoras a todo lo largo del proceso. Nos enriquecemos de la experiencia de nuestros muchos clientes y aliados y de los años de experiencia de Earthjustice en trabajar para prohibir pesticidas nocivos, fomentar métodos agrícolas sustentables, reducir contaminación, lograr justicia para los trabajadores del campo, y promover una relación sana entre agricultores y comunidades.

Based in New York, Peter Lehner (@p_lehner) directs Earthjustice’s Sustainable Food & Farming Program, developing litigation, administrative, and legislative strategies to promote a more just and environmentally sound agricultural system and to reduce health, environmental, and climate harms from production of our food.

Earthjustice’s Sustainable Food and Farming program aims to make our nation’s food system safer and more climate friendly.