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Semana Nacional de Campesinos: Cultivando el Conocimiento y Celebrando el Cambio

Con el paso de los años, Earthjustice ha tenido el honor y el privilegio de trabajar cercanamente con personas valientes que han demostrado su audacia al preparar el camino poniendo el ejemplo para futuras  generaciones, de que la salud de la gente y el medio ambiente no serán vulneradas por las ganancias. Lee sus historias.

Esta página fue publicada hace 8 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Aunque se han hecho cambios para ofrecer protecciones a los trabajadores del campo, La Semana Nacional de Campesinos es crucial para reflexionar sobre las victorias, pero también para prepararnos para el trabajo que está por venir. Sin protección bajo las leyes federales, y fuera del ojo del público del ciudadano promedio, más de 2 millones de hombres, mujeres y niños que trabajan en el campo continúan siendo los miembros más vulnerables de la fuerza laboral de Estados Unidos.

Las comunidades de trabajadores agrícolas sufren la tasa más alta de daños ocasionados por químicos tóxicos en la nación, y tienen más incidencias por golpes de calor, dermatitis, infecciones urinarias, infecciones por parásitos y tuberculosis comparados con otros trabajadores, de acuerdo al grupo sin fines de lucro Student Action with Farmworkers. Este estado de cosas hace que la labor agrícola sea el tercer trabajo más peligroso  en Estados Unidos. No fue sino hasta 1966 que la Ley de Normas de Trabajo Justo  fue enmendada para incluir a los trabajadores agrícolas en sus reglamentos de salarios mínimos. Esto no sucedió hasta que los derechos laborales de los trabajadores agrícolas fueron expuestos a la luz pública por intervención de organizaciones laborales y figuras prominentes, como César E. Chávez.

Con el paso de los años, Earthjustice ha tenido el honor y el privilegio de trabajar cercanamente con personas valientes que han demostrado su audacia al preparar el camino poniendo el ejemplo para futuras  generaciones, de que la salud de la gente y el medio ambiente no serán vulneradas por las ganancias. Lee sus historias a continuación.

Marie Bongarcon

“La gente necesita animar a la compañía a que mejore. ¿Por qué se protege a los conserjes y no a los trabajadores del campo?”

Marie Bongarcon trabajó en jardines de helechos por 20 años después de haber llegado a Estados Unidos de Haití. Ahora trabaja como conserje en una escuela preparatoria. Ella  describe cuán común era para los trabajadores del campo como ella estar expuestos a los pesticidas diariamente: “Las plantas que recoges han sido rociadas, pero no te lo advierten.”

Con alrededor de 5.6 mil millones de libras de pesticidas al año usados alrededor del mundo, la exposición a los pesticidas tóxicos y la frecuencia de las intoxicaciones entre los trabajadores agrícolas son demasiado altos. Por su experiencia previa como trabajadora agrícola, Marie exige más leyes protectivas que ayuden a informar a los trabajadores sobre medidas de seguridad personal que necesitan adoptar al usar químicos dañinos.

Juan Fernando Rodríguez Téllez

“Cuando tienes adolescentes, madres jóvenes y hasta niños allí [en los campos agrícolas] que están ayudando a mantener a sus familias, siento que algunas personas los ven como individuos desechables.”

Al haber sufrido de exposición a los pesticidas a la edad de 14 años, Juan nunca se imaginó que se reuniría por primera vez con funcionarios de la EPA a los 17 años de edad. Con aproximadamente 20,000 intoxicaciones por pesticidas al año, Juan no tuvo otro remedio más que unirse a la lucha por normas de protección más fuertes para los trabajadores agrícolas.

Juan fue parte de un esfuerzo colectivo y exitoso para actualizar la Norma de Protección para el Trabajador Agrícola, de la EPA la cual no había sido actualizada en más de 20 años. Los cambios han sido significativos, pero Juan dice que, “Nuestro trabajo no ha terminado, pero las nuevas medidas son definitivamente un paso en la dirección correcta.”

Amelia Ceja

“Me importa mucho el bienestar de los trabajadores agrícolas porque esa era yo.”

Empresarios valientes como Amelia Ceja están tomando pasos en la dirección correcta. Ella trabajó en los campos a una edad temprana y se sintió inspirada por los esfuerzos de Dolores Huerta y César E. Chávez. Amelia quiso seguir su ejemplo y fundó viñedos libres de pesticidas donde los trabajadores reciben un salario justo y son tratados con dignidad y respeto. “El equipo que trabaja [los] viñedos ha estado con [nosotros] por mucho tiempo y son parte de nuestra familia,” ella dice de sus empleados.

Esta situación es poco común, pero la tendencia puede continuar si más empresarios como Amelia trabajan para lograr una transición a cultivos libres de pesticidas. Amelia nos recuerda, “Nosotros como consumidores somos los que tenemos el poder para cambiar cómo se trata a los trabajadores del campo.” Ceja sigue siendo un ejemplo extraordinario de cómo las ganancias y el prestigio van de la mano con salarios justos y condiciones seguras de trabajo.

Jim Cochran

Para mi, no es suficiente decir que el mundo está deteriorado… Soy el tipo que dice, ‘Ok. Yo voy a tratar de arreglarlo.’”

Cultivar fresas es difícil y puede llevarse hasta 1,100 por ciento más pesticidas por acre que el cultivo promedio de plantas alimenticias, pero esto no impidió que Jim Cochran se convirtiera en el primer agricultor en cultivar fresas orgánicas con ventaja competitiva en California. La USDA ha encontrado casi 9 carcinógenos, 11 neurotoxinas que afectan a los humanos y 19 toxinas que afectan a las abejas en muestras de fresas cultivadas de manera convencional. Cuando fue trabajador de campo, Cochran se intoxicó por primera vez con pesticidas en 1981.

Decidido a encontrar un modo alternativo para sembrar una planta que tantos pesticidas necesita, Cochran disminuyó el uso de agua y fertilizantes, incorporó insectos benéficos con plantación de una sola hilera y adoptó métodos de rotación de cultivos. En poco tiempo, no tan sólo estaba cosechando fresas deliciosas sino que también sus ganancias crecieron.

En poco tiempo, se concentró en ayudar a los trabajadores en su rancho y se convirtió en el primer agricultor orgánico en todo Estados Unidos en sindicalizar a sus trabajadores cuando firmó un contrato con United Farm Workers of America. Sus trabajadores ganan tres veces el promedio nacional de lo que perciben otros trabajadores que cultivan y cosechan fresas, la cual es un trabajo arduo que requiere muchas habilidades y lastima la espalda, aparte tienen seguro médico, vacaciones pagadas y un fondo de ahorro con bonos y acciones.

Niria Garcia was a communications intern at Headquarters during the spring and summer of 2016. She is a graduate of the University of Oregon where she studied Environmental Studies, Latin American Studies and Non-profit Administration. Her research focused on women-led grassroots environmental justice movements in Brazil.