Victoria Para Alimentos Escolares Saludables Mientras La Corte Rechaza Reversión De Estándares De Nutrición

Madres, maestros, médicos, expertos en salud y abogados de Earthjustice unen fuerzas para proteger la salud de niños y niñas.

Un estudiante elige entre las opciones de almuerzo en la escuela primaria East Brainerd en Chattanooga, Tennessee.
Un estudiante elige entre las opciones de almuerzo en la escuela primaria East Brainerd en Chattanooga, Tennessee. (The Washington Post via Getty Images)

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Más de 30 millones de niños dependen de almuerzos escolares y 14 millones de niños comen desayunos escolares, lo que hace de los programas de alimentación escolar una de las iniciativas de salud pública más importantes de nuestro país.

Con una mejor alimentación, los estudiantes son más saludables, rinden académicamente y están mejor preparados para una vida saludable. Por lo tanto, es una gran noticia que la semana pasada un tribunal anuló la reversión de los estándares relevantes de nutrición para las comidas escolares por parte de la administración Trump, dándole así una victoria importante para todos los niños y niñas.

El programa federal de comidas escolares pone a disposición de los estudiantes — que deseen participar — comidas de bajo costo con subsidio federal que estén nutricionalmente equilibradas. Al garantizar que todos los menores tengan acceso a alimentos adecuados y saludables, forman una red de seguridad esencial, especialmente para los niños y niñas de hogares de bajos ingresos que reciben estas comidas gratis a precio reducido, y que consumen el 75% de los almuerzos escolares y el 85% de desayunos escolares.

Los retrocesos de Trump entraron en conflicto con la establecida evidencia de una buena nutrición, como argumentamos mis colegas y yo en un informe de amigos de la corte en nombre de la Asociación Estadounidense del Corazón, la Asociación Americana de Salud Pública, FoodCorps, MomsRising y la Asociación Nacional de Educación. Los estándares de nutrición escolar garantizan que las comidas escolares satisfagan las necesidades nutricionales de los niños y niñas y los mantengan saludables.

Pero, en 2018, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) de la actual administración, que supervisa el programa de nutrición escolar, revirtió los estándares de nutrición escolar existentes para granos integrales y sodio que, como lo requería la ley, eran consistentes con la ciencia nutricional más reciente.  y por eso fueron defendidos por Michelle Obama. El Centro para la Ciencia en el Interés Público y Healthy School Foods Maryland, representado por Democracy Forward, impuso una demanda para evitar el debilitamiento de estos estándares, además de que representamos a otros grupos que apoyan esta demanda.

La ley requiere que los estándares de nutrición escolar se basen en una ciencia de nutrición sólida. Nuestro informe enfatizó que la ciencia de la nutrición siempre ha recomendado que los niños consuman más granos integrales y menos sodio para lograr los resultados más saludables. La ingesta alta de sodio es un importante contribuyente a la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares, y los granos integrales contienen fibra y nutrientes saludables que reducen el riesgo de enfermedades del corazón. Desafortunadamente, la mayoría de los niños actualmente consumen demasiado sodio y no suficientes granos integrales. Esto hace que sea particularmente importante que las comidas escolares no contribuyan más a estos desequilibrios. En cambio, las comidas escolares pueden y deben facilitar que los niños coman de manera más nutritiva de lo que podrían de otra manera.

Las comidas escolares tienen un impacto mucho más allá de los comedores. Cuando los niños consumen alimentos saludables en las escuelas, están mejor capacitados para alcanzar el éxito académico y aprenden hábitos alimenticios saludables que los beneficiarán a lo largo de sus vidas. Los estudios han confirmado que los estudiantes en las escuelas con comidas más saludables obtienen mejores resultados en las pruebas que los estudiantes cuyos colegios suministran comidas promedio.

Asimismo, lo más importante es que los estudios han demostrado que las preferencias alimentarias de los niños y niñas dependen de lo que consumen cuando son pequeños. Por lo tanto, las comidas escolares pueden ayudar a desarrollar el gusto de los niños por alimentos saludables que sean ricos en granos integrales y que contengan cantidades apropiadas de sodio. Dado que la dieta es un factor que contribuye a numerosas enfermedades crónicas que sufren los adultos estadounidenses, las comidas escolares saludables pueden proporcionar una base para impulsar la salud pública a gran escala.

Los estándares de 2012 trajeron objetivos de granos integrales y sodio en línea con las pautas dietéticas

Las pautas dietéticas son recomendaciones de alimentos y bebidas basadas en evidencia científica para los estadounidenses, publicadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Agricultura de los EE.UU. cada cinco años para reflejar los últimos conocimientos científicos. Se desarrollan después de un largo proceso público, con aportes de numerosos científicos y una revisión externa e independiente.

Las pautas dietéticas han advertido desde hace tiempo que los niños no deben consumir más de una cucharadita de sal por día para controlar su riesgo de hipertensión arterial y otras enfermedades relacionadas con la dieta. En 2012, la administración Obama estableció tres objetivos progresivos para reducir gradualmente los niveles de sodio en las comidas escolares, para finalmente alinearlos con las pautas dietéticas de 2010 para el año escolar 2022-23. Antes de que se emitieran los estándares de aquella administración, el 74% de las escuelas servían almuerzos que excedían los niveles de sodio recomendados en más del 50%.

Del mismo modo, las pautas dietéticas han recomendado en repetidas ocasiones que la mitad de los granos que los niños consuman sean granos integrales. Los estándares de 2012, durante la administración Obama, requerían que el 50 por ciento de los granos servidos en las escuelas sean granos integrales en un espacio de dos años. Los granos integrales contienen nutrientes y fibra importantes que ayudan a prevenir enfermedades crónicas. Los estudios han encontrado que los granos integrales reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y diabetes, además que contribuyen al mantenimiento del peso.

El USDA retrocedió estándares de nutrición en 2018

La reversión de 2018 estableció objetivos de sodio más laxos y extendió el tiempo que las escuelas tenían para reducir el contenido de sodio. También redujo el requisito de granos integrales, por lo que solo el 25% de los granos servidos tenían que ser granos integrales. Según los nuevos estándares, las comidas escolares ya no estaban destinadas a cumplir con las recomendaciones de las pautas dietéticas.

La administración Trump argumentó que los estándares debían debilitarse porque las escuelas tenían dificultades para servir comidas que se ajustaran a los estándares y al mismo tiempo eran atractivas para los estudiantes. La administración afirmó que los estándares de Obama conducirían a un mayor desperdicio de alimentos porque los niños serían desanimados por la comida más saludable y la botarían, pero esto no es cierto. Los propios datos de la administración mostraron que el desperdicio de alimentos no aumentó incluso cuando se implementaron los estándares de Obama. Los datos del USDA también revelaron que más del 85% de los menús de almuerzos semanales ya estaban cumpliendo o cerca de alcanzar los objetivos de sodio.

Victoria en la corte

En abril, el Tribunal de Distrito del Distrito de Maryland emitió una decisión de anulación de los retrocesos como ilegal. Si bien el Tribunal finalmente encontró que el USDA tenía discreción para desviarse de las pautas dietéticas, descubrió que el USDA no siguió los procedimientos adecuados para emitir nuevos estándares porque los estándares finales de 2018 diferían demasiado de la propuesta inicial del USDA. Específicamente, el USDA no proporcionó un aviso adecuado de sus planes para eliminar los objetivos finales de sodio y granos integrales, en lugar de simplemente retrasar el cronograma para que las escuelas cumplan con esos objetivos.

Sin embargo, para la Asociación Americana del Corazón, la American Public Health Association, FoodCorps, MomsRising y la National Education Association, que trabajan alrededor del país para promover a diario la salud y el bienestar de los niños, este es un éxito que ayuda a garantizar que todos los niños tengan acceso a una comida escolar saludable.

“Nada es más importante para las mamás estadounidenses, y nada debería ser más importante para los líderes de este país, que garantizar comidas nutritivas que mejoren la salud de nuestros hijos y que los preparen para una mejor salud en el futuro”, dijo Elyssa Schmier, directora nacional de presupuesto e impuestos de MomsRising. “Estamos agradecidos por las victorias legales hasta el momento, pero son provisionales y deben convertirse en permanentes. Y la administración Trump simplemente debe abandonar sus esfuerzos cínicos e inmorales para revertir los estándares de nutrición que hacen que las comidas escolares sean más saludables. La pandemia de coronavirus ha subrayado lo que está en juego; está afectando especialmente a personas y niños con afecciones preexistentes como la obesidad, diabetes y condiciones cardíacas, todo lo cual se debe a una dieta y nutrición deficientes. Las mamás son un gigante dormido en este tema. No defenderemos las comidas escolares que impiden alcanzar una mejor salud para nuestros hijos”.

“La decisión del USDA de debilitar los estándares, a pesar de una oposición abrumadora, amenaza décadas de progreso para garantizar que los niños reciban comidas saludables en la escuela”, dijo Mark Schoeberl, vicepresidente ejecutivo de defensa de la Asociación Americana del Corazón. “Cumplir con los estándares de sodio y granos integrales basados ​​en la ciencia para las comidas escolares garantiza que prioricemos la salud de nuestros hijos”.

“El acceso a comidas saludables — incluidos desayunos y almuerzos escolares nutritivos — es fundamental para que los niños de nuestra nación alcancen un potencial saludable”, declaró Susan Polan, PhD, directora ejecutiva asociada de asuntos públicos y promoción de la American Public Health Association. “APHA está complacida con la decisión de la corte de bloquear los esfuerzos del USDA para debilitar los estándares de sodio y granos integrales en las comidas escolares, y continuaremos nuestros esfuerzos para garantizar que todos los niños y niñas de nuestra nación tengan acceso a una nutrición saludable y asequible en nuestras escuelas, basada en la mejor evidencia científica disponible y las pautas dietéticas”.

Esta no fue la única decisión judicial que salió a favor de las comidas escolares saludables. Una coalición de estados que incluyen Nueva York, California, Illinois, Minnesota, Nuevo México y Vermont, y el Distrito de Columbia, impugnaron por separado el retroceso en la Corte para el Distrito Sur de Nueva York. Además, se anotaron otra victoria cuando el tribunal permitió que su demanda avanzara después de determinar que la reversión del USDA podría conducir a impactos adversos en la salud de los niños y niñas, lo que aumentaría los costos estatales de atención médica. Por lo tanto, los estados mostraron que serían perjudicados por la reversión y demostraron su posición legal para impugnar la reversión.

Esta victoria llega en un momento propicio. El USDA propuso una segunda ronda de retrocesos a los estándares de nutrición escolar. Esta nueva acción conllevaría menos fruta y menos variedad de verduras en las comidas escolares, lo que probablemente conduciría a los niños a comer más verduras con almidón que ya consumen en exceso, como las papas. Earthjustice, la Asociación Americana del Corazón, APHA, FoodCorps, MomsRising, National Education Association y muchos otros grupos expresaron su rechazo categórico ante estas medidas.

El USDA se basa en la misma afirmación infundada de que los retrocesos son necesarios para reducir el desperdicio de alimentos y hacer que las comidas escolares sean atractivas para los estudiantes. Pero una encuesta a nivel nacional encontró que más del 70% de los padres de niños en edad escolar apoyan estándares más saludables. Asimismo, una evaluación reciente realizada por el Programa de Investigación de Alimentación Saludable de la Fundación Robert Wood Johnson concluyó que los retrocesos perjudicarían la salud y el rendimiento académico de los estudiantes, además de ser más propensos a impactar a los estudiantes de familias de bajos ingresos en escuelas que son mayoritariamente afroamericanas o hispanas, o en zonas rurales. Esperamos que la administración siga la ciencia de la nutrición, de lo contrario nosotros y nuestros aliados estamos listos para defender las comidas escolares saludables.

Based in New York, Surbhi was an associate attorney with the Sustainable Food and Farming Program from 2019 - 2022.

Earthjustice’s Sustainable Food and Farming program aims to make our nation’s food system safer and more climate friendly.