El hijo de Claudia Angulo nació con problemas intelectuales luego de que ella estuvo expuesta al clorpirifós durante su embarazo. Ella ahora está luchando por prohibir el pesticida.

De acuerdo a diversos estudios, el pesticida clorpirifós puede dañar el cerebro de los infantes. La exposición a dosis bajas está vinculada a reducciones en el coeficiente intelectual, la pérdida de memoria y otros problemas intelectuales. En dosis más altas, puede causar parálisis e incluso la muerte. El clorpirifós se usa comúnmente en docenas de cultivos de Estados Unidos, incluyendo manzanas, brócoli y naranjas.

Durante años, Earthjustice y nuestros aliados han luchado para convencer a la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) de prohibir el clorpirifós. En 2016 la EPA accedió. Pero cuando el presidente Donald Trump designó a un nuevo administrador de la EPA, este dijo que la prohibición no era necesaria, alegando falsamente que la ciencia sobre el pesticida no está resuelta.

Earthjustice representó a una docena de grupos de derechos civiles, laborales y de salud en una demanda para responsabilizar a la EPA. El año pasado, el Noveno Circuito ordenó a la agencia a prestarle atención a sus propios científicos y prohibir el clorpirifós. Pero la EPA sigue arrastrando los pies, así que seguimos luchando.

En este video, Claudia Angulo describe cómo el clorpirifós dañó a su familia. Su hijo, Isaac, sufrió afectaciones cerebrales después de que ella estuvo expuesta al pesticida durante el embarazo. Desde el diagnóstico de Isaac con desorden hiperactivo y deficit de atencion, ella ha trabajado para crear sobre los efectos que tiene este pesticida en la salud de los niños.