Cinco especies sedientas de lluvia
Recientemente, hicimos una reseña sobre los impactos de la sequía en los peces pero aun las especies que no dependen directamente de aguas caudalosas están siendo llevadas hasta el punto de extinción.
Esta página fue publicada hace 9 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.
Las agencias de noticias han estado anunciado que la “peor sequía en mil años” se aproxima al Oeste americano a fines de este siglo y que nos estamos acercando a la sexta extinción masiva. La evidencia que respalda estos estudios es contundente, especialmente para aquellos que viven en California y el resto de los estados del oeste de los Estados Unidos, donde la sequía ha resultado devastadora en cierta medida para casi todas las especies de la región. Recientemente, hicimos una reseña sobre los impactos de la sequía en los peces, como el salmón silvestre en los arroyos de California, pero aun las especies que no dependen directamente de aguas caudalosas están siendo llevadas hasta el punto de extinción.
A continuación sólo algunas de ellas:
1. Oso pardo
Los osos pardos y los osos negros en el oeste de E.E.U.U. enfrentan un conjunto de problemas relacionados con los cambios ambientales, y la falta de lluvia no mejora mucho su pronóstico. Las fuentes alimenticias de los osos están desapareciendo gradualmente: pocas bayas crecen sin agua y las plagas de escarabajos del pino de montaña están erradicando los pinos de corteza blanca que producen semillas (también conocidas como deliciosas meriendas para los osos). La falta de alimento puede impedir que los osos se reproduzcan. Y aun si nacen nuevos crías, las madres la pasan dura para encontrar los nutrientes necesarios para alimentarlas, lo que conlleva cachorros más pequeños y débiles. Finalmente, en lo que los osos abandonan las montañas en busca de comida, se dan más y más a menudo los encuentros con los humanos— lo que usualmente no termina bien para el oso.
2. Lechuza común
La condiciones secas están afectando a las aves más que a las especies que viven directamente en los lagos y los ríos. La sequía está llevando a las lechuzas y otras aves de rapiña casi al punto de extinción, especialmente en el sur de California. La primavera pasada, a un 90-95 por ciento de los nidos les faltaban huevos y polluelos. Una lechuza común en el Audubon Starr Ranch Sanctuary puso un solo huevo, ya menos de lo normal, y poco después lo abandonó. Tuvo que salir a cazar luego de una larga ausencia por parte de su pareja masculina que dejó de traerle alimento. Mientras los científicos determinan una causa exacta del descenso en esta población, sospechan que se debe a la reducción de roedores–un alimento clave para estas aves–lo que está causando que las aves pasen hambre y dando resultado a increíblemente bajas tazas de reproducción.
3. Abeja
No es secreto que las abejas están en problemas. Las causas van desde los ácaros hasta los pesticidas, estas colonias de polinizadores se han disminuido de una población estimada de 5 millones en los 1940s a casi la mitad, hoy en día. La sequía en el oeste de los Estados Unidos solo está añadiendo a su estrés. Las flores silvestres que normalmente florecen y sustentan a las abejas con su néctar y su polen han desaparecido junto con la lluvia, forzando a los apicultores a suplementar la dieta de sus colmenas. Desafortunadamente, el alimento para abeja producido por los humanos ni siquiera se acerca a su forma natural y las abejas están malnutridas.
La sequía también está deteriorando la producción de miel ya que las abejas necesitan el néctar para producirla, y porque hay menos abejas en general, o que aumenta el costo de renta de abejas para los agricultores que las necesitan para polinizar sus cultivos.En California, la industria de almendras requiere el uso de 1.4 millones de colmenas de abejas para su polinización—that’s esto representa el 60 por ciento de todas las colmenas manejadas en el país. Estos almendros son unos delos mayores devoradores de agua existente, pero puede que también sean una de las mayores fuentes de alimento natural que aun permanece para las abejas. En lo que la sequía se extiende y los campos de los agricultores permanecen improductivos, los apicultores están comenzando a transportar sus colmenas fuera del estado en búsqueda de comida.
4. Tortuga del desierto
La tortuga de desierto, una especie amenazada que ha existido desde hace 15 a 20 millones de años, puede sobrevivir un año o más sin acceso a agua. A pesar de esta increíble característica, esta especie aun corre riesgo de no sobrevivir año tras año de sequía en las regiones de los desiertos de Sonora y Mojave de California y Arizona. Este reptil se ha determinado a tolerar temperaturas más y más calientes con el pasar de los años; ha evolucionado en un clima donde hace más de 7,000 años había árboles de Joshua y de junípero a lo largo de los lagos de la región.
La tortuga ha desarrollado una técnica para enterrarse en la tierra que la ayuda a evitar a predadores, y es muy posible que esta estrategia también le haya permitido sobrevivir el calor extremo, ayudándola a sobrevivir durante épocas pasadas de escasez de agua. La muerte de las tortugas del desierto señala un grave problema en el ecosistema mayor. En lo que la sequía elimina plantas anuales, poblaciones de ratas canguro y de conejos–que dependen de las plantas para alimento–comienzan a desaparecer. Sin estos animales, predadores mayores como los coyotes recurren a las tortugas para llenar sus estómagos vacíos.
5. Mariposa monarca
Estas mariposas de color negro y naranja pueden viajar a velocidades de hasta 25 millas por hora. Trazan su vuelo por 2,500 millas a lo largo de Norte América, desde México hasta Canadá, en una migración que toma por lo menos cuatro generaciones de monarcas para completar todo el viaje. Durante los últimos diez años, sus números han ido disminuyendo rápidamente debido a las condiciones secas en México y Estados Unidos. En el 2013, la población de mariposas viviendo en el refugio de invierno en México descendió un 59 por ciento. Los científicos vinculan la primera causa de este descenso en población a que casi ha desaparecido la planta de algodoncillo; las mismas están muriendo debido a la sequía y el aumento en el uso de pesticidas. Esta es la única planta que las orugas monarcas pueden digerir, y en lo que estas plantas se hacen más escasas, se esta tornando más difícil para cada generación prosperar y continuar a lo largo de su viaje migratorio.
As a communications strategist, Miranda covers Earthjustice’s Mid-Pacific and California regional offices. She has campaigned to defend public water resources in North America and is a graduate of the Master’s in Global Studies program at the University of California, Santa Barbara where her research focused on climate change.