Our National Parks Need a Breath of Fresh Air
Haze pollution is one of the biggest threats facing our parks and those who want to enjoy them. (Spanish language version available.)

Este blog estĆ” disponible en espaƱol aquĆ.
With summer in full swing, many families across the country are preparing to embark on their annual vacations. If last year was any indication, many will head to a National Park Service (NPS) site. In fact, 2015 was a record-breaker, with sites nationwide hosting more than 307 million visits! As the NPS celebrates its 100th anniversary in August, we can expect millions of Americans to continue to seek solace and recreation in our nationās parks.Ā
However, before you hit the trails, you might want to check the local air quality conditions. Much attention has been paid to the effects visitors can have on sensitive ecosystems. But often overlooked is the fact that visiting many of our parks might actually be bad for you, the visitor. Thatās because, simply put, many parks have polluted air. As the National Parks Conservation Association reports, the air in many parks can be laden with haze and smog that is just as dirtyāor dirtierāthan air in big cities. From the Great Smoky Mountains to Joshua Tree National Park, haze pollution is one of the most pervasive and urgent threats facing our parks and those who want to enjoy them.
Haze, largely the result of burning fossil fuels, is a dangerous mix of particulates and toxic gases. There is good reason to be concerned about breathing this dirty air. The EPA warns that exposure to particulates and ozone can cause lung irritation, breathing problems, asthma, heart attacks and even premature death. These public health risks are especially serious for vulnerable groups, such as children, senior citizens and people with breathing problems like asthma. Haze pollution can also do real damage to the parks themselves. Haze is comprised of the same pollutants that contribute to algal blooms that choke lakes and ponds; acid rain that damages plant life, buildings and monuments; diminished tree growth and increased susceptibility to pests; and birth defects and disease in wildlife.
No doubt about itāour parks need help. Fortunately, we have the tools to help reduce air pollution. The Regional Haze Rule (RHR), a Clean Air Act program covering 156 parks and wilderness areas, is intended to restore air quality to natural conditions at these sites. The program is straightforward; it instructs states to work with the EPA, the National Park Service, and other agencies that manage public lands to create plans that put parks on a path to cleaner air. From what we have seen, the RHR can work to reduce the emissions that contribute to haze pollution. It has already driven the retirement of nearly two dozen fossil fuel-burning power plants and spurred the installation of pollution controls on dozens more. To date, the RHR has also led to the reduction of 785,000 tons of sulfur dioxide and 420,000 tons of nitrogen oxides in the airātwo key contributors to haze. As a co-benefit, the rule has also led to cuts of more than 52 million metric tons of carbon emissions.
So the good news is that Earthjustice is fighting and winning victories that will help protect our parks. But to continue clearing the air, the RHR needs to be strengthened. The Obama administration is currently reviewing proposed updates to the haze rule that, if adopted, could ensure greater accountability for polluters and provide improved transparency and guidance for states creating stronger pollution cleanup plans. But there are also provisions under consideration that should be tossed out, such as additional delays and weakening the progress reportsāprovisions that some states, in concert with polluters, would surely exploit at the expense of public health.
With final updates to the haze rule expected later this year, you can help secure the strongest possible protections by submitting an official comment. The EPA is accepting public feedback until August 10 and they need to hear from our members and supporters. You can be sure polluters will weigh in, so take action and make your voice heard today! (Update 8/11: More than 24,000 Earthjustice members submitted comments in support of a strong haze rule. Thank you to all who spoke out!)
Itās up to all of us to ensure that future generations can experience these most iconic and treasured places. Get out thereāgo hiking or biking or camping or fishing. Enjoy our national parks, and be engaged in the fight to make sure theyāre protected for generations to come.
As the National Park Service turns 100 this summer, the 100 Years Wild series celebrates the value of public lands as refuges to wildlife and people, while also shining a light on the threats to these irreplaceable landscapes in a changing and warming world.
Nuestros Parques Nacionales Necesitan un Respiro de Aire Puro
Con el verano en pleno apogeo, muchas familias de todo el paĆs se estĆ”n preparando para empezar sus vacaciones anuales. Si se toman los datos del aƱo pasado, muchas familias irĆ”n a espacios pĆŗblicos administrados por el Servicio de Parques Nacionales (NPS, por sus siglas en inglĆ©s). De hecho, 2015 fue un aƱo record, con sitios de todo el paĆs que recibieron a mĆ”s de 307 millones de paseantes! Y con el NPS celebrando su centenario en agosto, podemos suponer que millones de estadounidenses van a seguir buscando esparcimiento en nuestros parques nacionales.Ā
Sin embargo, antes de lanzarse a recorrer los senderos, es buena idea revisar las condiciones locales de calidad del aire. Se ha brindado mucha atención al efecto que los visitantes tienen en los delicados ecosistemas. Pero a menudo se ignora el hecho que visitor nuestros parques puede ser daƱino para ustedes, los visitantes. Esto se debe, dicho llanamente, a que muchos parques padecen de aire contaminado. Como lo reporta la Asociación de Conservación de Parques Nacionales, el aire en muchos parques puede estar lleno de neblina tóxica o smog que estĆ” tan contaminadaāo incluso mĆ”sāque el aire en las grandes ciudades. Desde las Great Smoky Mountains hasta el Parque Nacional de Joshua Tree, la neblina contaminada es una de las amenazas mĆ”s generalizadas y apremiantes que acechan a nuestros parques y a los que quieren disfrutarlos.
El smog, en general el resultado de la quema de combustibles fósiles, es una mezcla peligrosa de partĆculas finas y gases tóxicos. Hay buena razón para preocuparse por respirar este aire sucio. La EPA advierte que la exposición a partĆculas finas y ozono puede causar irritación en los pulmones, problemas respiratorios, asma, ataques cardiacos e incluso muerte prematura. Estos riesgos a la salud pĆŗblica son especialmente serios para grupos vulnerables, como son los niƱos, adultos mayores y gente que padece problemas respiratorios como el asma. Contaminación por smog tambiĆ©n puede causar deterioro real Ā a los mismos parques. Esta neblina contaminada estĆ” compuesta de los mismos contaminantes que contribuyen a la proliferación de algas que ahogan a lagos y arroyos; lluvia Ć”cida que daƱa la vida vegetal, edificios y monumentos; disminuyen el crecimiento de los Ć”rboles y los vuelven mĆ”s susceptibles a las plagas; y defectos congĆ©nitos y enfermedades en la vida silvestre.
No existe ninguna dudaānuestros parques necesitan ayuda. Afortunadamente, tenemos las herramientas que ayudan a reducir la contaminación del aire. La Regla de Neblina Regional (RHR, por sus siglas en inglĆ©s), un programa de la Ley de Aire Limpio que cubre 156 parques y Ć”reas silvestres, estĆ” diseƱado para restablecer la calidad del aire a sus condiciones naturales en estos sitios. El programa es claro; le da instrucciones a los estados para que trabajen con la EPA, el Servicio de Parques Nacionales, y otras agencias que administran las tierras pĆŗblicas para crear proyectos que pongan a los parques en el camino hacia un aire mĆ”s puro. Por lo que hemos visto, la medida RHR puede funcionar y reducir las emisiones que contribuyen al contaminante smog. Ya ha causado el retiro de casi dos docenas de plantas generadoras de electricidad operadas a base de carbón y ha contribuido a la instalación de controles de contaminación en docenas mĆ”s. Hasta la fecha, la medida RHR tambiĆ©n ha ayudado a eliminar 785,000 toneladas de dióxido de azufre y 420,000 toneladas de óxido de nitrógeno del aireādos components crĆticos de la neblina tóxica. Como beneficio adicional, la regla tambiĆ©n ha logrado que se reduzcan mĆ”s de 52 millones de toneladas mĆ©tricas de emisiones de carbono.
AsĆ que las buenas noticias es que Earthjustice estĆ” luchando y ganando victorias que ayudarĆ”n a proteger a nuestros parques. Pero para seguir limpiando el aire, la medida RHR necesita fortalecerse. La administración Obama actualmente estĆ” revisando las actualizaciones propuestas a la medida del smog, que si se adoptan, podrĆan garantizar una mayor rendición de cuentas por parte de los contaminadores y podrĆan brindar una mayor transparencia y una guĆa mĆ”s clara para que los estados puedan crear planes mĆ”s estrictos de saneamiento de sitios contaminados. Pero tambiĆ©n hay provisiones bajo consideración que deberĆan eliminarse, como los retrasos adicionales y el debilitamiento de los informes de los avancesāprovisiones que algunos estados, en concordancia con los contaminadores, seguramente explotarĆan a costa de la salud pĆŗblica.
Con las declaraciones finales que se harĆ”n a la regla de la neblina tóxica programadas para finales del aƱo, usted puede ayudar a lograr el mĆ”s alto nivel de protección posible presentando un comentario oficial aquĆ. La EPA estĆ” aceptando comentarios del pĆŗblico hasta el 10 de Agosto y necesitan escuchar las voces de nuestros miembros y nuestros partidarios. Usted puede estar seguro que los contaminadores van a dar a conocer su posición, asĆ que tome acción y haga escuchar su voz hoy mismo!
Nos corresponde a todos garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de nuestros lugares mĆ”s emblemĆ”ticos y entraƱables. Vayamos allĆ”āpara una caminata, un paseo en bicicleta, acampar o pescar. Disfrutemos nuestros parques nacionales, y acerquĆ©monos a la lucha para garantizar que estos lugares estĆ©n protegidos para generaciones venideras.Ā Ā
Part of the Policy & Legislation team, Terry's work on Capitol Hill covers National Ambient Air Quality Standards, air toxics, and the Regional Haze Rule.
Established in 1989, Earthjustice's Policy & Legislation team works with champions in Congress to craft legislation that supports and extends our legal gains.