Preocupaciones por Agua Potable Van Más Allá del Plomo
La contaminación del agua por parte de las grandes granjas industriales sigue estando fuera del alcance de la ley.
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Un encabezado en el periódico Des Moines Register recientemente intentó brindar confianza a sus lectores de que “El Agua de Iowa Raramente Excede Límites de Plomo.” Este comunicado no brinda la confianza que se supone. En primer lugar, los límites federales sobre el nivel de plomo en el agua potable no protegen lo suficiente, especialmente para aquellos que son más vulnerables a la contaminación por plomo: las mujeres embarazadas y los bebés que toman fórmula. Y el problema principal para muchos en Des Moines no es el plomo (aunque puede que sea una preocupación). Sino que es la contaminación de las granjas que rodean la ciudad, la cual está filtrándose hacia la fuente de agua potable de la ciudad.
La crisis de agua potable en Flint, Michigan llamó la atención de todo el país a una amenaza para la salud a la que se enfrentan comunidades de todo el país: exposición al plomo en el agua potable. Límites federales más estrictos y vigilancia más estricta y un tratamiento apropiado por parte de la junta de agua potable de las ciudades, las cuales a menudo son laxas en lo que se refiere al plomo, ayudará a sanear el agua potable. Pero la contaminación del agua por parte de las grandes granjas industriales sigue estando fuera del alcance de la ley.
La agricultura es responsable de la mayoría de la contaminación del agua en Estados Unidos, de acuerdo a un reporte del Inventario Nacional de la Calidad del Agua (National Water Quality Inventory), la contaminación agrícola es “la fuente principal del impacto en la calidad del agua en ríos y lagos, la segunda fuente de deterioro en los humedales y un contribuyente principal a la contaminación de los estuarios estudiados y del agua del suelo.” La contaminación agrícola amenaza el agua potable de millones de personas desde ciudades del Medio Oeste hasta las comunidades de trabajadores agrícolas de California y la franja de Carolina del Norte donde se crían los puercos al por mayor. Cada vez que llueve, los fertilizantes químicos, pesticidas y desechos animales de las operaciones de la agroindustria van a dar a los campos y a los ríos y corrientes donde pueden contaminar las fuentes de agua potable.
En Des Moines, las fuertes lluvias de la primavera han llevado la contaminación por nitrato en los ríos Raccoon y Des Moines hasta niveles récord en años recientes. Los nitratos han sido relacionados con abortos y diversos tipos de cáncer, y pueden causar una enfermedad rara, pero a veces fatal, llamada cianosis o “síndrome del niño azul.” (Los bebés expuestos pierden la habilidad de transportar oxígeno en su sangre lo cual hace que tomen un tono azulado.)
El problema existe por casi toda la región del Medio Oeste. Noventa por ciento de la tierra en Iowa se usa para fines agrícolas, y más de 60 pueblos y ciudades por todo el estado han estado luchando contra los altos niveles de nitratos en el agua potable en los últimos cinco años. En Ohio, mucha gente todavía siente desconfianza tras un incidente de proliferación de algas tóxicas en el Lago Erie, relacionado con fertilizante de fósforo de los campos de maíz, y que contaminó el sistema de agua potable de la ciudad de Toledo.
Mientras que Earthjustice y otros grupos luchan a nombre de las comunidades que carecen de agua potable confiable, también trabajamos para alejar la contaminación agrícola de las fuentes de agua del subsuelo. Una manera de prevenir la contaminación del agua es aumentando las técnicas sustentables de agricultura y de cría de ganado.
En Iowa, algunos agricultores están empezando a adoptar cultivos de cobertura, los cuales se plantan durante la temporada baja para proteger la tierra. El centeno y la avena, por ejemplo, evitan que el suelo se erosione en invierno. Chícharos y frijoles ayudan a depositar nitrógeno en la tierra, evitando que se vaya al agua y lo mantiene disponible para los cultivos del año siguiente. Desde el 2009, la cantidad de tierra en Iowa sembrada con la técnica de cultivos de cobertura ha crecido de 10,000 a 300,000 acres. Sin embargo, es solamente alrededor de un 2 por ciento de la tierra agrícola de Iowa.
Otros agricultores están redescubriendo la antigua técnica de cultivo intercalado—sembrar filas con cultivos múltiples como maíz, frijol y calabaza en el mismo campo—lo que mejora la salud de la tierra y reduce la necesidad de pesticidas y fertilizantes. Hacer rotación de cultivos por todo el año, en vez de sembrar maíz solamente, también ayuda a los agricultores a que reduzcan su uso de químicos. Franjas de pasto como protección, plantadas a los lados de arroyos y humedales, pueden alejar los fertilizantes de los cuerpos de agua.
Algunos agricultores en Ohio están experimentando con soluciones tecnológicas, como drones y sistemas de GPS, para ayudar a hacer la aplicación del fertilizante más precisa y a tiempo. La USDA acaba de echar a andar una iniciativa de 41 millones de dólares de tres años de duración para apoyar a los agricultores que están trabajando en evitar la contaminación del Lago Erie.
Sin embargo, tales iniciativas son poca cosa comparadas con los miles de millones de dólares en dinero de los impuestos que respaldan a la agroindustria y su producción de maíz y soya. Mientras haya seguro para las cosechas y otros subsidios que hacen del maíz y la soya los cultivos más seguros que un agricultor pueda sembrar, hay poco incentivo para echar a andar una granja diversificada y de pequeña escala. Y mientras haya operaciones agrícolas que estén exentas de cumplir con la Ley del Agua Limpia—el instrumento fundamental que evita la contaminación del agua—hay poco incentivo para que los agricultores inviertan en técnicas que reduzcan la contaminación.
Necesitamos garantizar que las juntas municipales de administración del agua potable estén tratando y examinando nuestra agua, y también necesitamos trabajar más duro en evitar que la contaminación llegue a nuestras fuentes de agua desde el comienzo. Si hay algo que hemos aprendido de la crisis del agua en Flint es que el no haber protegido las fuentes de agua potable puede ser un error garrafal en materia de salud pública y de cálculos económicos. Cambiar la política agrícola de Estados Unidos para fomentar una agricultura sustentable, al igual que hacer que la agroindustria obedezca las normas de la Ley del Agua Limpia, ayudará a mantener limpia el agua potable para millones de estadounidenses.
Fertile Grounds es una serie de blogs que examina los retos y oportunidades en el proceso de proveer comida sana, sustentable y a precios accesibles para todos. Hablamos del ciclo completo de la comida—desde la selección y plantación de las semillas hasta su consumo y eliminación—porque existe el potencial para hacer mejoras a todo lo largo del proceso. Nos enriquecemos de la experiencia de nuestros muchos clientes y aliados y de los años de experiencia de Earthjustice en trabajar para prohibir pesticidas nocivos, fomentar métodos agrícolas sustentables, reducir contaminación, lograr justicia para los trabajadores del campo, y promover una relación sana entre agricultores y comunidades.
Based in New York, Peter Lehner (@p_lehner) directs Earthjustice’s Sustainable Food & Farming Program, developing litigation, administrative, and legislative strategies to promote a more just and environmentally sound agricultural system and to reduce health, environmental, and climate harms from production of our food.
Earthjustice’s Sustainable Food and Farming program aims to make our nation’s food system safer and more climate friendly.