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Tras la presión de organizaciones civiles, comisión federal accede restringir retardantes de fuego nocivos para la salud

La reciente decisión de la Comisión Federal de Seguridad de Productos para el Consumidor puede ser un parteaguas para regular productos tóxicos en productos del hogar y proteger la salud pública.

Muchos muebles y productos para niños contienen retardantes de fuego; una comisión federal ha solicitado prohibir todas aquellas que son nocivas para los humanos.
Muchos muebles y productos para niños contienen retardantes de fuego; una comisión federal ha solicitado prohibir todas aquellas que son nocivas para los humanos. (SIRTRAVELALOT / SHUTTERSTOCK)

Esta página fue publicada hace 6 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

La reciente decisión de la Comisión Federal de Seguridad de Productos para el Consumidor puede ser un parteaguas para regular productos tóxicos en productos del  hogar y proteger la salud pública.

Estos productos están relacionados con la alteración endocrina y tiroidea, impactos en el sistema inmune, toxicidad reproductiva y cáncer. Peor aún, no protegen contra la mayoría de incendios, tal como lo comprobó en 2012 una serie investigativa del Chicago Tribune.

Pero por primera vez en la historia, organismos reguladores federales han solicitado prohibir una clase de retardantes de fuego que se usan en productos que, si bien no protegen contra incendios, sí causan efectos negativos en niños y adultos. Los organismos reguladores pronto comenzarán a trabajar los detalles de esta prohibición integral, impulsada por una coalición donde se encuentra Earthjustice.

Una vez promulgada la prohibición, los fabricantes ya no podrán simplemente intercambiar una sustancia por otra —práctica común que solo ha producido más cambios regulatorios y lamentables reemplazos químicos.

Dicho reemplazo sucede así: científicos descubren que un retardante de fuego es dañino. Acto seguido hay una protesta pública y la industria cambia la vieja sustancia por una nueva, menos estudiada, estructuralmente similar pero con diferente nombre. ¡Problema resuelto! Excepto que a menudo se descubre que la nueva sustancia es igual de dañina, o incluso más, que el químico que reemplazó.

Desafortunadamente, estos lamentables intercambios químicos no solo no se limitan a retardantes de fuego, sino que están muy extendidos en la industria química y el mercado, por lo que los organismos reguladores luchan constantemente por mantenerse al día. 

Hoy día existen más de 80 mil químicos en el mercado, de los cuales la mayoría se usan sin saber si son seguros para la salud. Las actualizaciones del año pasado en la Ley de Seguridad Química de EE.UU. y la Ley de Control de Sustancias Tóxicas, son un gran paso para que eventualmente los productos que utilizamos y los químicos sean más seguros. Mientras tanto, los consumidores se quedan con la bolsa (forrada en químicos) y sin una idea clara de que productos son seguros para la salud.

Es por ello que la reciente decisión de prohibir todo tipo de químicos organohalógenos es tan importante, dice Eve Gartner, abogada de Earthjustice.

Gartner ha trabajado durante años con una amplia coalición de grupos de salud y seguridad de  consumidores para limitar o prohibir el uso de estos químicos, los cuales fácilmente migran de nuestros productos domésticos a nuestro aire y polvo del hora para que, eventualmente, terminen en nuestro torrente sanguíneo. Hoy, el 97 por ciento de los residentes de EE. UU. tienen cantidades medibles de retardantes de fuego en la sangre.

Asimismo, las comunidades de color están desproporcionadamente expuestas a estos químicos. Según estudios, los afroamericanos y los latinos tienen el doble de la cantidad de estas toxinas en su sangre en comparación a la comunidad blanca. Esto es en parte porque las comunidades de color son más propensas a estar por largos periodos adentro de sus casas y tienen menos  acceso a espacios de recreación.

“Estos químicos son peligrosos y no sirven para nada”, dice Gartner. “¿Por qué, entonces, nos arriesgamos teniéndolos en nuestros productos?”

Cuando apenas comenzó a investigar estos químicos, Gartner supo que necesitaría más que solo ciencia para convencer a legisladores de su regulación. Así que comenzó a acercarse a los grupos más afectados —bomberos, pediatras y comunidades de color— por estos químicos.

“Queríamos perseguir esto a como diera lugar”, dice Gartner.

Años atrás, Earthjustice se unió a una coalición de accionistas interesada en cambiar el estándar de inflamabilidad en California, el cual requería efectivamente a fabricantes utilizar retardantes de fuego en muebles y productos infantiles. Pero debido al gran tamaño del mercado californiano, los fabricantes no quisieron producir dos versiones diferentes de su producto y el estándar de California se convirtió en estándar nacional. En 2013, tras una gran manifestación, organismos reguladores de California actualizaron la norma para que los fabricantes pudieran cumplirla sin agregar retardantes de fuego a muebles. Luego, a nombre del Sindicato de Bomberos Profesionales de California, defendimos con éxito este estándar en tribunales.

La misma coalición patrocinó una legislación en California que exigía a fabricantes etiquetar sus productos, indicando si cumplían o no con la norma para retardantes de fuego. De tal forma que los consumidores podrían tomar sus propias decisiones sobre comprar productos con estos químicos. Dicha legislación se aprobó en 2014, pero la opción de utilizar o no retardantes de fuego no era suficiente y fue hora de prohibirlos por completo.

Trabajando con la Federación de Consumidores de América y una coalición de accionistas clave, en 2015, presentamos una petición legal a la Comisión de Seguridad de Productos para el Consumidor solicitando la prohibición total de productos de consumo retardantes organohalógenados. Luego de dos años, múltiples audiencias públicas, cantidad de testimonios de expertos y miles de comentarios de consumidores, la comisión aceptó nuestra petición.

“La experiencia de los testigos que describieron los extensos daños asociados a esta clase de químicos no podía negarse”, dice Gartner, agregando que los únicos testigos que respaldaron el uso de ignífugos trabajaban para la industria química. Ahora, la comisión comenzará a trabajar en los detalles para prohibirlos totalmente.

Para tal efecto, la comisión publicó una advertencia oficial para consumidores, especialmente mujeres y niños, invitándolos a evitar productos con estos ignífugos. Finalmente, exhorta a fabricantes de ciertos productos a eliminar el uso de retardantes de fuego y a los minoristas a que obtengan garantías de sus proveedores sobre productos libres de organohalógenos.

Desafortunadamente, no hay una fecha límite para que la prohibición entre en vigor y, mientras tanto, nada obliga a fabricantes a eliminar estas sustancias. Los consumidores pueden reducir su exposición eligiendo muebles con la etiqueta “No contiene retardantes de fuego adicionales”, pero otros productos con organohalógenos aún no están etiquetados. Por ahora, los consumidores deberán preguntar en las tiendas si sus productos contienen químicos organohalógenos, y deben instarlos a que solo vendan productos libres de ellos.

“No podemos salir de este problema comprando responsablemente y nada más,”, dice Gartner. Las regulaciones gubernamentales y la presión de mercado son necesarias para implementar cambios. “La comisión debe hacer que esta propuesta de prohibición sea una realidad”.

Jessica is a former award-winning journalist. She enjoys wild places and dispensing justice, so she considers her job here to be a pretty amazing fit.

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