Esta presidencia de Trump será diferente.

El primer mandato de Donald Trump como presidente trajo consigo una ola de ataques al medio ambiente, pero su enfoque aleatorio para la formulación de políticas nos ayudó a coordinar una resistencia eficaz en los tribunales. Earthjustice rechazó muchas de sus políticas desastrosas. Ninguna organización presentó más demandas en nombre de clientes para proteger el medio ambiente durante la administración Trump como la nuestra — y ganamos el 85% de nuestros casos. Hoy, el presidente electo Trump tiene un plan mucho más detallado para la formulación de políticas delineado en el Proyecto 2025, así como un tribunal lleno de jueces ideológicamente extremistas de su primer mandato para apoyar su agenda.

Sabemos que este es un momento desalentador. Pero la próxima generación no puede permitirse nuestra inacción. De hecho, los oponentes escépticos del progreso climático cuentan con que la desesperación y la desilusión aplastarán nuestra moral y obstaculizarán nuestros esfuerzos. La única manera de demostrarles que están equivocados es actuando. Aunque ellos puedan tener una estrategia trazada con el Proyecto 2025, nosotros tenemos nuestro propio manual.

Trump está más preparado. Pero nosotros también.

Earthjustice ahora es más grande, más fuerte y está mejor preparada que en enero de 2017, cuando Trump asumió el cargo por primera vez. Con más de 200 abogados alrededor del país, somos la columna vertebral legal del movimiento ambiental. Mantuvimos nuestra postura cuando la primera administración Trump atacó las protecciones para las especies en peligro de extinción y las tierras públicas, recortó las salvaguardas para el aire y el agua limpios, derogó las regulaciones sobre productos químicos venenosos y socavó la independencia de los científicos. Hemos demostrado que podemos enfrentar las peores ideas de la administración Trump y ganar. Sabemos que ninguna organización puede tener éxito en esta lucha por sí sola, por ende, hemos creado coaliciones de socios listos para enfrentar su agenda extremista.

Lucharemos contra la administración Trump en todos los frentes, incluyendo:

• Garantizar la eliminación de contaminación mortal. Sabemos que una de las principales prioridades de la administración Trump es exterminar regulaciones sobre sustancias químicas tóxicas que causan enfermedades como el cáncer y el asma. Por eso, una de nuestras principales prioridades será proteger las normas recientemente emitidas por la administración Biden que exigen que los mayores contaminadores químicos del país reduzcan las emisiones tóxicas.
• Proteger nuestras inversiones en una nueva economía limpia. Lucharemos para proteger las inversiones sin precedentes de la administración Biden dirigidas a soluciones climáticas, incluida la Ley de Reducción de la Inflación. Y lo haremos al mismo tiempo que retamos los intentos de la administración Trump de abrir nuestras tierras y aguas públicas a la perforación de petróleo y gas.
• Usar el poder de la ley para proteger a todas las especies. La primera administración Trump atacó la Ley de Especies en Peligro de Extinción, nuestra mejor defensa contra la crisis de la biodiversidad. Nuestro exitoso litigio detuvo la destrucción del hábitat y la caza de trofeos de especies clave. Igualmente, presionó a la administración Biden para que revirtiera algunos cambios perjudiciales a la ESA. Estamos preparados para hacerlo de nuevo para proteger la red de vida que nos sustenta a todos y todas.
• Reforzar la independencia del poder judicial y el estado de derecho. Hemos demostrado que podemos ganar frente a los tribunales más hostiles. Pero Trump seguirá tratando de llenar las cortes con jueces que no creen que el gobierno federal tenga un papel en la protección del medio ambiente, por lo que seguiremos contraatacando enérgicamente. Lideraremos la estrategia legal del movimiento ambientalista para elegir los casos y los argumentos con cuidado, al tiempo que presionamos por una reforma judicial necesaria para restablecer la imparcialidad y la justicia.

El regreso de Trump a la presidencia es un desafío a nuestros principios democráticos y a las leyes que protegen a nuestro planeta y a su gente. Pero estamos listos para la lucha y sabemos cómo ganar. Lo hemos hecho antes y, con tu apoyo, lo haremos de nuevo.