Thousands of pages of Interior Department documents show that mining and drilling interests were at the center of Trump’s attack on national monuments.
Considerando el aprecio que le tenemos a nuestras tierras, lagos y mares, uno pensarÃa que nadie, ni siquiera la industria privada, amenazarÃa a los monumentos nacionales a la Ley de Antigüedades. Pero no es asÃ.