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Detienen Los Engaños Del Distrito De Control De Contaminación Ambiental Del Condado De San Joaquín

Según la Asociación Pulmonar Americana, Bakersfield es el lugar con mayor polución de partículas a corto plazo en Estados Unidos y con los peores niveles de polución de ozono. Ambas formas de contaminación están relacionadas con enfermedades pulmonares, como el asma, y enfermedades del corazón.

Un tren transporta aceite a través del Valle Central de California, dirigiéndose hacia la Terminal de Crudo de Bakersfield en el Condado de Kern.
(Elizabeth Forsyth / Earthjustice)
Un tren transporta aceite a través del Valle Central de California, dirigiéndose hacia la Terminal de Crudo de Bakersfield en el Condado de Kern. (Elizabeth Forsyth / Earthjustice)

Esta página fue publicada hace 6 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Bakersfield, California, está rodeada por campos agrícolas industriales, excavadoras de petróleo y gas, y tiene casi la peor calidad de aire del país.

Según la Asociación Pulmonar Americana, Bakersfield es el lugar con mayor polución de partículas a corto plazo en Estados Unidos y con los peores niveles de polución de ozono. Ambas formas de contaminación están relacionadas con enfermedades pulmonares, como el asma, y enfermedades del corazón.

Pero en lugar de corregir estos problemas, el Distrito de Control de Contaminación Atmosférica del Condado de San Joaquín (Distrito Atmosférico del Valle), encargado de proteger la salud pública y otorgar permisos operacionales a compañías energéticas, se ha asociado con industrias contaminantes y privilegia los beneficios corporativos sobre la salud pública, según ambientalistas de la región.

Sin embargo, el 23 de junio, ambientalistas representados por Earthjustice tuvieron razones para festejar, cuando un tribunal rechazó dar permiso de construcción a un sistema de alcantarillado para una vía de tren donde se transportaría petróleo crudo. El caso reveló cómo funcionarios del Distrito Atmosférico del Valle ayudaron  a la compañía Bakersfield Crude Terminal LLC a evitar una extensa revisión ambiental por la expansión de su terminal petrolera por medio de cifras engañosas.

La decisión de la Corte de Apelaciones de California para el Tribunal del 5to Distrito dijo que el Distrito Atmosférico del Valle se equivocaba al concluir que las emisiones atmosféricas del sistema de alcantarillado propuesto, que capturaría los residuos de la operación, sería “cero emisiones”, ignorando las más de 509 libras de Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) que el Distrito Atmosférico del Valle había calculado previamente que produciría anualmente el sistema de alcantarillado.

Números engañosos: Si las 509 libras de COVs se agregaran adecuadamente a las casi 20,000 libras de COVs que el sistema de alcantarillado produciría cada año, superaría claramente el límite de 20,000 libras, lo cual obligaría al proyecto a una extensa revisión ambiental para mitigar la contaminación del aire, según la Ley de Calidad Ambiental (LCA). Los COVs son componentes del ozono comúnmente conocidos como smog.

“Lo más importante de esta victoria ha sido descubrir el patrón que permitía estas acciones.”

Afortunadamente, el tribunal de apelaciones dijo que el Distrito Atmosférico del Valle violó la ley estatal cuando determinó que el proyecto del sistema de alcantarillado quedaba exento de la revisión de la LCA, por lo que envió la propuesta de nuevo al tribunal superior del estado para asegurarse que la ley estatal se siguiera adecuadamente.

El proyecto propuesto podría transportar 61 millones de barriles de petróleo al año en vagones de ferrocarril para transferirlos a oleoductos —un aumento de 1,000 por ciento sobre el total de petróleo que se transportaba vía férrea en California en 2013.

Para este caso, Earthjustice representó a las Comunidades por un Medio Ambiente Mejor (CBE, por sus siglas en inglés), a la Asociación de Residentes Irritados, STAND, Sierra Club y al Centro por la Diversidad Biológica.

La ex abogada de Earthjustice, Yana Garcia, quien ayudó a manejar el caso, dijo que el Distrito Atmosférico del Valle se ha salido con la suya durante muchos años en priorizar intereses de contaminadores sobre los intereses de salud de residentes.

“Lo más importante de esta victoria ha sido descubrir el patrón que permitía estas acciones —dijo Yana—, exponiendo esta chapuza de la ley”. Y añadió: “Esta comunidad nunca debió de haber tenido que afrontar los riesgos que este proyecto trajo a sus vidas.”

La decisión expuso que el condado de Kern —donde se encuentra Bakersfield— no incluyó ninguna descripción de la terminal propuesta en un aviso público ni identificó la ubicación del proyecto, haciendo prácticamente imposible que el público supiera lo que se proponía.

Tom Frantz, presidente de la Asociación de Residentes Irritados, dijo que la decisión da “evidencia clara de cómo el distrito atmosférico favorece a los grandes contaminadores”. Y añadió que “el distrito atmosférico creó supuestos favorables para el solicitante, los cuales redujeron las emisiones”.

El condado de Kern no sólo está sobrecargado con contaminación atmosférica, sino que está compuesto en su mayoría por personas de color. Casi el 50 por ciento del condado es latino y casi el 14 por ciento es negro, nativo americano o de raza mixta; y cerca de 70,000 de 875,000 personas sufren de asma en el área metropolitana de Bakersfield, informó The Guardian a principios de este año.

Para Andrés Soto, organizador para CBE del área de Richmond, estas luchas contra los ferrocarriles de petróleo son asuntos de vida o muerte.

“Hemos visto múltiples incidentes de descarrilamiento, donde aceites de alquitrán o petróleo de Bakken se filtran y causan explosiones e incendios catastróficos, haciendo daños significativos a las rutas de agua. No hay forma segura de transportar este material por ferrocarril. Simplemente no se puede hacer “, dijo el activista ambiental.

En 2013,un tren de 72 vagones que transportaba petróleo crudo mató a 47 personas en Quebec, Canadá, al descarrilarse, provocando una serie de explosiones.

Pero lo que más preocupa a Soto es el impacto de la calidad del aire sobre la salud pública, pues atribuye numerosas enfermedades en su familia a la contaminación ambiental. Soto creció a poco más de una milla de una de las mayores refinerías de petróleo en California, propiedad de Chevron, en Richmond.

“No hay forma segura de transportar este material por ferrocarril. Simplemente no se puede hacer.”

“Mi familia ha sufrido por ello. Tengo un hermano que murió de cáncer cerebral antes de cumplir los tres años y mi hermano mayor tuvo cáncer de lengua en sus treintas, aun cuando su estilo de vida no presentaba ningún factor de riesgo para esa enfermedad”. Además, Soto dijo que su hermana tiene psoriasis de aparición, una enfermedad autoinmune que cree está relacionada con las toxinas a las que su familia estuvo expuesta.

Para Soto, éstas luchas no son sólo de salud pública, sino una batalla por la justicia ambiental en un área vapuleada por una opresión racial que ha marginado a los mexicoamericanos.

“El área de la cuenca de Bakersfield-Fresno es una comunidad con históricas divisiones raciales, violencia racial y desigualdad de ingresos, particularmente entre los euroamericanos y los mexicoamericanos”, explicó. El área de Bakersfield es la tierra donde César Chávez vivió y comenzó a organizar la huelga nacional de la uva en respuesta al abuso de jornaleros agrícolas. Soto dijo que la tensión y la división que existen en la comunidad se parecen en muchos aspectos a la de los estados del Sur antes de los derechos civiles.

A pesar del conflicto reciente, Soto dijo que CBE se ha sentido alentado por las victorias contra los ferrocarriles de petróleo en Benicia y San Luis Obispo.

La CBE pelea por la justicia ambiental mediante litigios, investigación científica y organización ciudadana. Como resultado, Soto dice que la conciencia pública sí ha cambiado en relación a los proyectos para transportar petróleo en tren durante los últimos años.

La gente se está dando cuenta, dijo, transportar petróleo en trenes “no es un camino a seguir”.

Based in Washington, D.C., Keith is the National Communications Strategist for Partnerships and Intersectional Justice.

The California Regional Office fights for the rights of all to a healthy environment regardless of where in the state they live; we fight to protect the magnificent natural spaces and wildlife found in California; and we fight to transition California to a zero-emissions future where cars, trucks, buildings, and power plants run on clean energy, not fossil fuels.