La EPA Debe Proteger Nuestras Comunidades de la Exposición Al Cianuro de Hidrógeno
Todas las comunidades tienen derecho a un aire puro, y compartir una cerca con una refinería no menoscaba este derecho.
Earthjustice escribió este blog en colaboración con el Texas Environmental Justice Advocacy Services y el Colorado Latino Forum.
El cianuro de hidrógeno (también conocido como ácido cianhídrico, o HCN) es un contaminante tóxico emitido por las refinerías de petróleo. HCN es un gas incoloro que puede tener un olor semejante a almendras amargas, tenis viejos, o a nada en particular. La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) sabe que la contaminación de HCN de las refinerías está envenenando a comunidades alrededor del país. Aun así, la EPA ha fallado en ordenarle a las refinerías a cambiar sus hábitos nocivos. La representante Diana DeGette (D-Denver) ha introducido legislación para arreglar este problema.
Earthjustice ha trabajado con dos comunidades de justicia ambiental, conocidas en inglés como “fenceline”, las cuales se encuentran adyacentes a industrias contaminantes, como es el caso con estas refinerías de petróleo. Dichos grupos defienden la regulación del HCN.
Históricamente, HCN fue utilizado como un agente de guerra química durante la Primera Guerra Mundial y el conflicto entre Irak e Irán durante los años ochenta, y está formalmente clasificado como tal. La EPA sabe que las refinerías petroleras a través del país emiten HCN al aire. Sin embargo, esta agencia al igual que dos estados petroleros han fallado en establecer límites de emisión del HCN que protejan a la salud pública.
Las comunidades que viven cerca de refinerías necesitan estas protecciones urgentemente. En 2015, la EPA encontró que el HCN generado por las refinerías fue el primer causante de riesgos neurológicos para la salud. HCN es un asfixiante químico sistémico, lo que significa que cuando entra en contacto con el cuerpo humano, interfiere en el uso del oxígeno — afectando de esta manera a cada órgano del cuerpo. Los órganos que son sensibles a bajos niveles de oxígeno (por ejemplo, el cerebro, corazón y vasos sanguíneos, y los pulmones) son más susceptibles a los impactos de las emisiones de HCN. Asimismo, la exposición de HCN causa daños en fetos en plena gestación, además del sistema nervioso, endocrino, cardiovascular y reproductivo. De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) hasta una exposición al HCN en bajos niveles puede ocasionar mareos, dolores de cabeza, náuseas, vómito, ritmo cardiaco elevado, debilidad e inquietud. Debido a su naturaleza altamente perjudicial, su impacto en la salud humana puede ser rápidamente fatal, por lo que la exposición a altos niveles de HCN puede conducir a la muerte en cuestión de minutos.
Earthjustice ha trabajado por mucho tiempo con comunidades a lo largo del país en la lucha por mejores protecciones de salud pública y seguridad frente a la contaminación de las refinerías, por lo que las emisiones de HCN han llegado a un punto en que comunidades de Houston y Denver han optado por tomar acciones a nivel local.
En el norte de Denver, Suncor solicitaba un límite de emisiones de HCN de 12,8 toneladas por año, muy por encima de lo que la refinería pensaba que sus emisiones reales eran. Tanto reguladores estatales como la EPA se negaron a corregir esto. Más adelante, Suncor descubrió que estaba en violación de su permiso, incluso, dicho límite de 12,8 toneladas. En respuesta, se dirigió al estado y pidió un límite aún más alto —19,9 toneladas por año.
En Houston, Valero al principio solicitaba emitir una cantidad enorme de 512 toneladas por año — cuando en actualidad, las emisiones de HCN de Valero se ubican alrededor de las 49 toneladas por año. Después de que miembros de la comunidad denunciaron esta propuesta exagerada, la Comisión de Calidad Ambiental de Texas (TCEQ, por sus siglas en inglés) contempla la posibilidad de que Valero emita 196 toneladas por año — cifra mejor que la petición original, pero aproximadamente cuatro veces mayor que las emisiones reportadas por Valero.
Ni los límites de HCN de Suncor ni los de Valero están basados en datos científicos para proteger la salud pública, ni los impactos acumulativos en estas agobiadas comunidades fueron considerados como parte del proceso administrativo de estos permisos.
Justo al norte de la refinería de Suncor se encuentra Commerce City, un barrio predominantemente hispano y de bajos recursos. La población del barrio de Elyria-Swansea de Denver, ubicado justo al sur de la refinería de Suncor, es 84 por ciento hispana y sufre una tasa elevada de pobreza. Los barrios del norte de Denver aledaños a la refinería poseen los niveles más altos de enfermedades asociadas con la contaminación atmosférica — tales como asma, cáncer, enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad — de toda la ciudad. A pesar del complicado proceso administrativo, los residentes se organizaron en contra de la solicitud de permiso de aire de Suncor.
Mientras tanto, la refinería de Valero se ubica dentro de Manchester —una comunidad del este de Houston donde el 97 por ciento de la población son minorías y 37 por ciento de los residentes viven en la pobreza. Los residentes de Manchester sufren un alto riesgo de cáncer y otras enfermedades respiratorias. De hecho, el riesgo de cáncer es 22 por ciento más alto que en toda el área urbana de Houston. Los residentes de Manchester y el Texas Environmental Justice Advocacy Services también se organizaron en contra de la solicitud de permiso de aire de Valero, y luego de dos audiencias públicas, no está claro cómo procederá el TCEQ.
Audiencia pública sobre la aplicación de Valero el 4 de junio de 2018 en Hartman Park Community Center en la comunidad de Manchester.
Photo courtesy of Yvette Arellano / t.e.j.a.s.
“Existe una falta de responsabilidad de parte de las agencias de protección ambiental, al igual que de aquellos encargados de las plantas petroleras y procesadoras de estos químicos tóxicos,” dijo Marcelys Perez del grupo de apoyo materno Amor Sin Obstáculos. “Fallan en considerar los riesgos a la salud de nuestros hijos por cuenta de las emisiones, que además buscan aumentar en nuestras comunidades, sin importar si su cantidad nos afectan. Francamente, yo no me siento segura cuando mi hijo juega afuera porque no sabemos a qué químicos está expuesto, incluyendo el HCN, ya que todas las plantas que nos rodean los emiten. Siento que esas emisiones han evitado que nuestros hijos se desarrollen física, social y psicológicamente. Este patrón es evidente en comunidades como la mía, donde no ves niños disfrutando actividades al aire libre.”
Para ponerle fin a la falta de regulación del HCN, la representante DeGette ha presentado la Ley Para Proteger a Las Comunidades del Cianuro de Hidrógeno del 2019 que solicita a la EPA establecer un límite numérico de HCN que proteja la salud humana y el medio ambiente. La ley refleja los esfuerzos de grupos base en el distrito de la congresista, aunado al trabajo del Colorado Latino Forum. “Estamos agradecidos por la legislación presentada por nuestra representante Diana DeGette,” dijo Ean Thomas Tafoya del Colorado Latino Forum. “El Colorado Latino Forum y los miembros de la coalición trabajaron junto al personal de la congresista por aproximadamente un año para encontrar una solución a este problema. Establecer un límite seguro de HCN beneficia a los empleados y residentes aledaños. Estamos complacidos con las provisiones que permiten a las comunidades y gobiernos locales levantar más su voz al abordar el tema de emisiones perjudiciales.”
La legislación de la congresista DeGette ordena a la EPA acatar sus funciones en virtud de la Ley de Aire Limpio y regular el cianuro de hidrógeno al:
- Establecer un límite numérico que garantice un margen de seguridad para proteger la salud de los niños, poblaciones vulnerables y salud fetal, considerando la exposición acumulativa a múltiples fuentes de contaminación y la mejor ciencia disponible;
- Requerir monitoreo en la cerca de la planta en tiempo real y en línea de las emisiones de HCN de refinerías;
- Solicitar un sistema de alerta de emisión en la comunidad;
- Solicitar a la EPA organizar al menos dos reuniones comunitarias en comunidades impactadas por las refinerías en el trascurso del desarrollo de estas regulaciones;
- Permitirle a los estados y autoridades ambientales locales establecer más y mejores límites de contaminación y requisitos de monitoreo de las comunidades; y,
- Hacer que los nuevos límites basados en la salud publica sean inmediatamente ejecutables.
La falta de regulación de la EPA no solo les permite a las refinerías emitir HCN, sino que también priva al público de obtener datos sobre sus emisiones. Suncor categóricamente admite que solicitaba un límite de emisión de HCN de 12,8 toneladas por año con el fin de utilizar una excepción legal para evadir reportes de emisión a una base de datos nacional requerido por leyes federales. Aunque Valero no ha expresado semejantes aspiraciones, también pudiese utilizar esta excepción para evadir reportes.
Ya que el contaminante es un “compuesto de cianuro”, la EPA tiene el deber a través de la Ley De Aire Limpio de establecer un límite de emisiones de HCN, como parte de los Estándares Nacionales de Emisión de Contaminantes Atmosféricos Peligrosos Para Refinerías de Petróleo. No obstante, en lugar de establecer un límite numérico que garantice la protección contra este contaminante, la EPA ha optado por regular el HCN de forma indirecta utilizando un contaminante sustituto, el monóxido de carbono (CO). La agencia estableció un límite basado en la idea de que las refinerías pueden controlar su HCN si logran mantener las emisiones de CO bajo 500 partes por millón. Sin embargo, este método presenta imperfecciones — y la EPA lo sabe.
La EPA reconoce que una vez las emisiones de CO son reducidas a un nivel en el cual la combustión es lograda, “no vemos una correlación directa entre las concentraciones de CO y las emisiones de HCN,” lo que significa que la suposición de la EPA está equivocada, aun así, se rehúsa a establecer un límite de emisiones de HCN. Al menos un reporte independiente ha concluido que el método de la EPA “carece de apoyo y es erróneo.” Y esta situación es mucho peor de lo que es aparente. La experta en ingeniería, Dr. Phyllis Fox, concluyó que las emisiones de HCN y CO son inversamente proporcionales—analizando datos de distintas refinerías en todo el país, Fox concluyó que las refinerías en realidad emiten más HCN cuando emiten menos CO.
Todas las comunidades tienen derecho a un aire puro, y compartir una cerca con una refinería no menoscaba este derecho. Grupos comunitarios han demandado a la EPA para tratar de fortalecer reglas nacionales sobre las refinerías, pero su caso ha estado en espera por tres años durante un procedimiento de reconsideración de la agencia. Entre tanto, la legislación de la representante DeGette garantiza que la EPA haga lo que debió haber hecho hace años: establecer un límite numérico del HCN que proteja la salud humana y el medio ambiente.
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An associate attorney in the Washington, D.C., office from 2008–2020, Isabel is passionate about evolving environmental regulation to be more inclusive of our most vulnerable citizens, especially persons living in poverty.
Earthjustice’s Rocky Mountain office protects the region’s iconic public lands, wildlife species, and precious water resources; defends Tribes and disparately impacted communities fighting to live in a healthy environment; and works to accelerate the region’s transition to 100% clean energy.
Earthjustice’s Washington, D.C., office works at the federal level to prevent air and water pollution, combat climate change, and protect natural areas. We also work with communities in the Mid-Atlantic region and elsewhere to address severe local environmental health problems, including exposures to dangerous air contaminants in toxic hot spots, sewage backups and overflows, chemical disasters, and contamination of drinking water. The D.C. office has been in operation since 1978.