Algunos Grupos de la Industria Química Piden Licencia para Contaminar. Pero Así Es Como Protegemos a los Niños.
En todo Estados Unidos, las señales de advertencia de peligro químico nunca parecen detenerse.
Desde Michigan hasta Carolina del Norte, las autoridades advierten a las familias que el agua está contaminada con PFAS, sustancias químicas que la ciencia ha vinculado con graves problemas de salud. Los titulares informan sobre el retiro de algunos productos del mercado, tras el descubrimiento de residuos de pesticidas y de plomo en productos agrícolas y alimentos para bebés, respectivamente. Se ha descubierto que champús, utensilios de cocina y juguetes contienen sustancias químicas relacionadas con el cáncer, retrasos en el desarrollo y problemas de salud reproductiva. Y alrededor el país, las comunidades reciben alertas de que el aire es insalubre para niños en los informes meteorológicos o se enteran de las últimas noticias sobre un incidente químico o un posible desastre.
Estos no son eventos aislados. Reflejan un patrón preocupante en el que la inacción gubernamental, la injusticia persistente y el cabildeo corporativo arrojan como resultado protecciones químicas débiles. Esto permite que el agua que bebemos, los alimentos que comemos, el aire que respiramos y los productos que usamos perjudiquen la salud infantil.
Si bien todas las familias desean que sus hijas e hijos crezcan sanos y seguros, el gobierno actual va en sentido opuesto a este pedido. En lugar de proteger a los más pequeños, el gobierno otorga licencias para contaminar a empresas químicas y centrales eléctricas de carbón, se compromete a eliminar las protecciones sanitarias para el agua potable y el aire limpio, cierra laboratorios de investigación sanitaria y desmantela programas diseñados para evaluar riesgos químicos.
La Casa Blanca de Trump también asegura a los grupos de presión corporativos y agrícolas que no restringirá el uso de pesticidas ni realizará cambios significativos en política alimentaria. De hecho, sus acciones hasta la fecha, tales como un informe de la Comisión Hacer Estados Unidos Saludable De Nuevo (MAHA, por sus siglas en inglés), que los investigadores encontraron plagado de errores de citas y estudios inexistentes, sugieren que está jugando un juego político de desinformación, en el mejor de los casos, y promesas peligrosamente falsas, en el peor, donde la administración menciona amenazas para la salud, pero ignora soluciones clave que realmente protegerían la salud infantil.
Esto es peor que la negligencia. Es aprovecharse del miedo de las familias para debilitar de forma deliberada protecciones sanitarias, ignorando las leyes y la ciencia que pueden mantener los pesticidas, PFAS, plomo, mercurio y muchas otras sustancias químicas tóxicas alejados de nuestros alimentos, agua y productos de consumo diario. Simple y sencillamente, es poner a los niños en peligro directo.
El tiempo es apremiante a la hora de prometer aire limpio, agua potable y un entorno saludable para todos los niños. Esta urgencia se ve agravada por una simple verdad: los niños no son adultos en edad preescolar. Sus cuerpos y mentes en desarrollo los hacen mucho más vulnerables a la exposición a sustancias tóxicas y mucho más propensos a sufrir cuando las protecciones son insuficientes.
La buena noticia es que ya conocemos algunas soluciones que pueden crear un medio ambiente saludable, desde el principio y a lo largo de nuestras vidas. Earthjustice y nuestros socios llevan décadas trabajando para que estas soluciones se transformen en ley. Y si bien ha habido logros y retrocesos, lo que necesitamos ahora no son palabras vacías de este gobierno para que el país sea saludable, sino acciones para:
- Eliminar gradual e inmediatamente pesticidas como el clorpirifós y otros organofosforados, con el fin de proteger los cerebros en desarrollo de los menores.
- Garantizar que todos los niños puedan respirar libremente en patios de recreo, en las escuelas y en los hogares, gracias a sólidos estándares nacionales de aire limpio y límites de contaminación en plantas de energía a carbón, compañías petroquímicas, camiones, refinerías y más.
- Establecer medidas de protección sanitaria que protejan plenamente a los niños del plomo y los PFAS en el agua potable.
- Evitar incendios, explosiones y fugas de productos químicos en instalaciones que amenacen la seguridad de las escuelas y las comunidades, con medidas contundentes de prevención de desastres químicos.
- Prohibir los ftalatos en alimentos y otros productos, y defender las protecciones existentes contra sustancias químicas que perjudican la salud de los niños.
Proteger la salud infantil debe ser la prioridad absoluta de cada administración, no un argumento político para debilitar las salvaguardias. Únete para rechazar los retrasos que dejan PFAS en el agua potable, luchar contra las excepciones que permiten a las corporaciones seguir vertiendo mercurio y sustancias químicas cancerígenas como el arsénico en el aire, y trabajar para detener la venta de productos contaminados con plomo, ftalatos y pesticidas. La salud de nuestros niños y el futuro de la nación dependen de que actuemos ahora.
Earthjustice’s Toxic Exposure & Health Program uses the power of the law to ensure that all people have safe workplaces, neighborhoods, and schools; have access to safe drinking water and food; live in homes that are free of hazardous chemicals; and have access to safe products.
