El día de hoy, legisladores en Nueva York aprobaron el proyecto de ley A2477B de la asamblea y el proyecto de ley del senado S5343, los cuales prohíben el clorpirifós en el estado. Esta es una gran victoria para la salud de los niños y los trabajadores rurales hispanos, además de que podría convertir a Nueva York en el primer estado del país en prohibir el uso de este pesticida a partir del 2021 (Hawái promulgó una prohibición en 2018, aunque ésta no se implementará en su totalidad hasta finales del 2022.)

Docenas de estudios demuestran que la exposición al clorpirifós está vinculada con el bajo peso entre los recién nacidos, reducción del coeficiente intelectual, trastorno por déficit de atención, y retraso en el desarrollo motriz entre menores y bebés. Asimismo, este pesticida pone en riesgo la salud de los trabajadores rurales y sus familias, ya que se extiende por el aire con facilidad.

La Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) concluyó en el 2016 que todo tipo de uso del clorpirifós es peligroso, pero esta agencia bajo el mando de la administración de Donald Trump rechaza la prohibición del pesticida a pesar de la evidencia científica que comprueba su efecto nocivo. Clorpirifós — un organofosfato que proviene de la misma familia química como el agente nervioso sarín — es utilizado en alimentos como manzanas, cítricos, brócoli y maíz, entre otros.

Tyler Smith, científico de personal en Earthjustice, hizo la siguiente declaración:

“Hoy, la asamblea legislativa de Nueva York optó por no esperar a Donald Trump y por lo tanto decidió proteger a los niños de un pesticida que ocasiona daño cerebral. Agradecemos al asambleísta Steve Englebright y al Senador Todd Kaminsky por su imprescindible liderazgo. Asimismo, este importante paso brindará protección a los trabajadores agrícolas en comunidades rurales y sus respectivas familias, las cuales en su gran mayoría son personas de color y de bajos recursos”.