Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo busca proteger a consumidores y bomberos de químicos tóxicos retardantes de fuego

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Químicos en muebles, colchones, productos para niños y electrónicos están asociados con el desarrollo de cáncer, problemas neurológicos en infantes y problemas de fertilidad 

Contacto de Prensa

Andrea Delgado, directora legislativa de Comunidades Saludables, Earthjustice, 202-745-5229
Dr. Judith Flores, National Hispanic Medical Association, 718-724-2439 
Abigail Zapote, League of United Latin American Citizens, 469-463-7678

 

En respuesta a una petición presentada por Earthjustice y Consumer Federation of America, en representación de grupos de consumidores, salud, bomberos y científicos; la Comisión de Seguridad de Productos de Consumo (CPSC por sus siglas en inglés) tomó el día de hoy tres pasos críticos para proteger a los consumidores y bomberos de retardantes de fuego tóxico conocidos como organohalógenos. representan serios riesgos para la salud ya que están asociados con el desarrollo de cáncer, trastornos neurológicos, problemas de fertilidad y desarrollo neurológico infantil.

La CPSC ordenó al personal de la Comisión comenzar un proceso de reglamentación para a prohibir la venta de cuatro categorías de productos si contienen algún retardante de fuego con organohalógenos. La CPSC también votó para advertir al público sobre los peligros que estos químicos imponen en la salud al encontrarse en productos para niños, colchones, muebles y electrónicos. Además, la CPSC convocó un Panel de Asesoría sobre Peligros Crónicos (CHAP) para que proporcione ayuda científica durante el proceso de reglamentación.

“La decisión de hoy de la CPSC demuestra el inmenso poder de una amplia coalición de salud, seguridad, consumidores y funcionarios públicos para proteger a nuestras familias”, dijo Eve Gartner, co-consejera de Earthjustice. “Elogiamos la decisión de hoy que con el tiempo librará a nuestros hogares de esta clase tóxica de productos químicos que está dañando el cerebro de nuestros niños y robándoles todo su potencial”.

“La CPSC envió hoy un mensaje inequívoco de que protegerá a niños, bomberos y todos los consumidores de los riesgos conocidos y bien documentados que representan los retardantes de llama organohalogenados en productos de consumo”, dijo Rachel Weintraub, directora legislativa y consejera general de Consumer Federation of America y co-abogado en la petición. “Aplaudimos los pasos dados hoy”.

“Esta es una gran victoria para la capacidad de los niños para aprender y prosperar a su máximo potencial”, dijo Maureen Swanson, Directora del Proyecto Niños Saludables para la Asociación de Discapacidades de Aprendizaje de América. “Existe ahora un consenso científico de que incluso niveles muy bajos de retardantes de fuego con organohalógenos pueden dañar el cerebro en desarrollo. Aplaudimos a la CPSC por tomar medidas para proteger a las generaciones actuales y futuras de estos productos químicos neurotóxicos “.
Numerosos científicos han documentado los daños que plantea esta clase de productos químicos, señalando que cuando se añaden retardantes de fuego organohalogenados a los productos, estos químicos se filtran y pueden contaminar a la gente. 

Linda Birnbaum, Ph.D., Directora del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental, testificó en una audiencia pública la semana pasada: “Sabemos que todos los químicos de esta clase escaparán al medio ambiente y llegarán a la gente”. Dado que estos químicos van de los productos al aire y al polvo, más del 97 por ciento de los residentes de EE. UU. tienen cantidades medibles de retardantes de fuego en su sangre. 
Los niños están en particular peligro debido a que entran en mayor contacto con el polvo doméstico que los adultos, y los estudios muestran que los niños, cuyos cerebros en desarrollo y los órganos reproductores son los más vulnerables, tienen entre tres y cinco veces más altos niveles de estos químicos que sus padres.

Las organizaciones de bomberos están profundamente preocupadas por el uso de esta clase de productos químicos. Cuando los productos que contienen estos químicos se queman, el fuego y el humo se vuelven más tóxicos. La Asociación Internacional de Bomberos ha determinado que existe un vínculo entre la exposición a los humos creados cuando se queman toxinas y los niveles desproporcionadamente altos de cáncer que sufren los bomberos.

El voto de la CPSC para conceder la petición iniciará un proceso de reglamentación en la CPSC. Sin embargo, debido a que el proceso de reglamentación tomará tiempo, la Comisión emitió directrices a los fabricantes, instándoles a no utilizar estas sustancias químicas en la producción de productos para niños, colchones, muebles y ciertos electrónicos. La CPSC también anunció que convocará a un panel científico para proporcionar orientación para ayudar al personal de la Comisión en relación con los peligros que representan estos retardantes de fuego.
Los peticionarios, representados por la firma sin fines de lucro Earthjustice and Consumer Federation of America, incluyen: Academia Americana de Pediatría, American Medical Women’s Association, Unión de Consumidores, Green Science Policy Institute, Asociación Internacional de Bomberos, KidsIn Danger, Dr. Philip J. Landrigan, Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos, Asociación de Discapacidades de Aprendizaje de América, National Hispanic Medical Association, y Worksafe.

 

Firefighters call to ban flame retardants
Firefighters agree that it's time to get rid of toxic flame retardants. These chemicals are associated with serious human health problems, including cancer, reproductive issues and developmental impairments. (TheImageArea/iStock)

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