Seleccionar idioma:

Residentes en el Sur de la Florida Exigen Audiencia Pública Sobre Incinerador De Basura Contaminante

El incinerador de basura de Doral emite gases de efecto invernadero nocivos y olores perjudiciales, entre otros contaminantes

Contacto de Prensa

Robert Valencia, estratega de medios hispanos, rvalencia@earthjustice.org

En nombre de los miembros de la comunidad afectados, el grupo de base Florida Rising solicita al Departamento de Protección Ambiental de Florida (DEP) a que celebre una audiencia pública para discutir un permiso de renovación para el incinerador de basura Covanta en Doral, el cual permitiría a la instalación operar otros cinco años antes de su renovación.

En una carta de comentario oficial enviada al DEP, el grupo señala que el viejo incinerador, construido en 1985, quema más de 1 millón de toneladas de basura cada año y emite contaminación del aire que se sabe es la causante de cáncer, además de otros riesgos para la salud respiratoria y reproductiva, y posiblemente la muerte. El quemador es responsable de cientos de quejas de residentes a la línea directa 311 de la ciudad sobre olores nocivos que imposibilitan disfrutar del aire libre.

Florida Rising, junto con otros grupos de base como el Miami Climate Alliance, Catalyst Miami y la Liga de Mujeres Votantes del Condado de Miami-Dade, envió hoy por separado una carta al DEP con las firmas de más de 100 residentes preocupados que se oponen a la renovación del permiso.

El incinerador, ubicado cerca de la Calle 69 del Noroccidente y la Avenida 97, ha sido objeto de intercambios de cartas recientes entre el alcalde de Doral, Juan Carlos Bermúdez, y la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, ya que su arrendamiento se extenderá automáticamente por hasta 20 años si el condado Miami-Dade no toma medidas antes del 31 de octubre de 2022.

“Esta instalación debe cerrarse”, dijo Gina Romero, organizadora comunitaria de Florida Rising y residente de Doral por varios años. “El hedor es repugnante y los residentes se enfrentan a riesgos de salud inaceptables debido a la contaminación”.

En sus comentarios, Florida Rising denunció el racismo ambiental y las injusticias presentes en los incineradores. El 92% por ciento de las personas que viven a menos de tres millas de este incinerador son minorías y el 36% vive por debajo del umbral de pobreza. A nivel nacional, el 79% de los incineradores de desechos se encuentran en comunidades de color y de bajos ingresos. Los incineradores son centros de emisión de partículas finas que pueden hacer que las comunidades sean más susceptibles a infecciones respiratorias como COVID-19, y las estadísticas muestran que los residentes afroamericanos y latinos en Estados Unidos tienen tres veces más probabilidades de infectarse por COVID-19 que los residentes blancos.

“Si el estado aprueba este permiso tal como está escrito, se impondrán controles laxos sobre la contaminación tóxica del aire y los constantes olores desagradables en esta comunidad”, dijo Dominique Burkhardt, abogada principal de Earthjustice, la organización ambiental sin fines de lucro que representa a Florida Rising. “Es hora de que los reguladores ambientales de Florida den prioridad a la justicia ambiental y la salud de las personas sobre las actividades habituales”.

Florida tiene 11 incineradores de residuos sólidos municipales — más que cualquier otro estado — a pesar de que éstos utilizan tecnología obsoleta y sucia en un estado que se ubica en la primera línea de la crisis climática. Aunque están catalogados como una fuente de energía limpia o renovable, los incineradores son la forma de producción de electricidad con emisiones más intensa de Estados Unidos. No solo emanan contaminación dañina para la salud humana, sino que también expulsan más gases de efecto invernadero por unidad de electricidad que cualquier otra fuente de energía. Además, la ceniza tóxica — un subproducto del incinerador — amenaza la salud.

“El Incinerador Covanta en Doral emite olores terribles y contaminación dañina que está impactando negativamente la vida diaria de las personas en las comunidades vecinas”, dijo MacKenzie Marcelin, organizador de justicia climática de Florida Rising para el Sur de la Florida. “Los incineradores son tan costosos de mantener que requieren dinero de los contribuyentes y subsidios fiscales para mantenerse a flote. Existen mejores alternativas tanto para la generación de energía como para la gestión de residuos que generan más puestos de trabajo y no emiten una contaminación tan peligrosa. Doral y las comunidades aledañas no deberían asumir el riesgo financiero y para la salud de una industria moribunda”.

Es la organización de derecho ambiental sin fines de lucro más importante del país. Desde nuestra fundación en 1971, nuestro litigio ha enfrentado a empresas con criminales niveles de contaminación y a instituciones gubernamentales, logrando un gran número de protecciones básicas para las personas y el planeta. Lea más acerca de Earthjustice.