Hoy, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) reveló la esperada medida llamada “Mejoras de la Norma sobre Plomo y Cobre” (LCRI, por sus siglas en inglés), la cual realiza cambios significativos en la norma de la Ley de Agua Potable Segura, destinada a reducir la contaminación por plomo del agua potable.

Esta nueva norma exige el reemplazo proactivo de la mayoría de las tuberías de plomo alrededor del país en los próximos 10 años. Asimismo, busca mejorar los métodos de muestreo para medir con mayor precisión los niveles de plomo y reduce el “nivel de acción de plomo”, lo que obligará a más sistemas de agua a tomar medidas inmediatas para abordar la contaminación por ese químico. La nueva norma también exige que los sistemas de agua proporcionen filtros a los consumidores cuando se detecten niveles altos de plomo de forma reiterada.

“Esta norma de la administración Biden-Harris finalmente aborda el problema de la contaminación por plomo en nuestra agua potable con la urgencia que merece”, dijo Patrice Simms, vicepresidente de litigios para comunidades saludables de Earthjustice. “Ahora las empresas de suministro agua, los reguladores y los legisladores deben trabajar juntos para implementar esta norma y cumplir con la visión de la administración de eliminar por completo todas las líneas de servicio de plomo en 10 años. Cada día que las tuberías de plomo permanecen bajo tierra es un día más en el que el futuro de nuestros hijos está en riesgo. Esta eliminación también debe ser equitativa, ya que muchas familias han pagado un alto precio con su salud y no deben gastar un solo dólar para que el país aborde este problema de salud pública”.

La EPA está realizando estos cambios necesarios tras la Ley de Infraestructura Bipartidista del Congreso, que reservó $15 mil millones para la eliminación de las tuberías de plomo. Este país tiene los medios — además del compromiso demostrado hoy por la administración Biden — para impedir que el agua potable se distribuya a través de líneas de servicio hechas de plomo, un contaminante altamente tóxico que se filtra al agua. Todavía existen 10 millones de tuberías de plomo en el país, las cuales suministran agua potable a cerca de 22 millones de personas.

Los CDC y la EPA están de acuerdo: ningún nivel de plomo es seguro. Incluso cantidades mínimas de plomo causan daños irreversibles al cerebro en desarrollo de los niños, deterioro cognitivo y problemas de conducta. La exposición al plomo también está correlacionada con riesgos significativos para la salud cardiovascular. El Congreso conocía del peligro que representa la exposición al plomo cuando prohibió la instalación de tuberías que contenían ese químico en 1986, al igual que cuando entró en vigor la Regla del Plomo y el Cobre en 1991. Sin embargo, y por más de 30 años, no ha habido ninguna mejora significativa en la protección de las comunidades bajo la LCR — hasta hoy.

Los próximos pasos que se necesitan para proteger a las personas del plomo en el agua potable incluyen:

• Garantizar que los propietarios individuales no se vean obligados a pagar por la eliminación de tuberías de plomo instaladas desde hace tiempo, a menudo a instancias o requisitos de las ciudades y los sistemas de agua.
• Distribuir información completa y científicamente precisa sobre el plomo en el agua potable para que las familias puedan tomar las medidas adecuadas para protegerse.
• Garantizar que la eliminación de las tuberías de servicio con plomo sea total y completa, y que se eliminen todos los elementos de las tuberías que contengan plomo.
• Promulgar regulaciones sólidas y proactivas que eliminen el plomo en el agua potable en las escuelas y las guarderías, donde los niños pasan la mayor parte del día.

Ésta norma surge en respuesta a demandas exitosas de Earthjustice y otras partes, así como a la presión de las comunidades de primera línea. En 2021, la EPA publicó enmiendas defectuosas a la LCR que ralentizaron drásticamente la tasa de reemplazo requerida. En respuesta, Earthjustice presentó una demanda en nombre del Proyecto de Agua Limpia de Newburgh, United Parents Against Lead, la NAACP y el Sierra Club. De igual manera, el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales y 10 fiscales generales presentaron demandas adicionales, en representación de nueve estados y el Distrito de Columbia.

Tras este acontecimiento, nuestros clientes emitieron las siguientes citas:

“Hoy celebramos el anuncio de la tan esperada norma final de la EPA, destinada a garantizar agua libre de plomo para nuestras comunidades. Sin embargo, seguimos lamentando la pérdida de aquellos cuyas vidas se han visto irrevocablemente dañadas por décadas de exposición al plomo”, dijo Tamsin Hollo, miembro del Comité Directivo del Proyecto de Agua Limpia de Newburgh. “Es posible que nunca comprendamos por completo el legado tóxico del plomo en nuestras comunidades, pero tenemos la esperanza de que esta importante actualización proteja a nuestras comunidades por igual. Asimismo, confiamos que proporcione un camino hacia un futuro mejor y más equitativo para nuestras brillantes generaciones jóvenes en el futuro”.

“El plomo ha envenenado a nuestros niños y comunidades durante mucho tiempo, por lo que esta norma es una respuesta esperada a una crisis nacional”, dijo Queen Zakia Shabazz, fundadora y directora ejecutiva de United Parents Against Lead & Other Environmental Hazards. “La eliminación total de las tuberías de plomo traerá un verdadero alivio a las familias que han vivido con la amenaza de consumir agua contaminada por generaciones. Ahora necesitamos una implementación rápida y exhaustiva, para que menos niños sufran los daños irreversibles de la exposición al plomo”.

“Abordar la contaminación por plomo en nuestra agua potable es fundamental para afianzar el bienestar de nuestras comunidades y salvaguardar nuestros recursos naturales”, dijo Melinda Pierce, directora legislativa del Sierra Club. “La reglamentación de mejoras sobre el plomo y el cobre representa un importante paso hacia la protección de la salud pública, en particular para los más vulnerables. Al exigir la eliminación de la mayoría de estas líneas y ordenar una acción más rápida, la EPA finalmente presta atención a una amenaza para la salud de millones de personas, en particular los niños y las comunidades de color”.