Enciclica Papal Brinda Esperanza Para Todos

Esperanza es lo que quiero para nuestro planeta y para la gente que trabaja con todo su ánimo para beneficio de la vida silvestre

El Papa Francisco durante su visita a Nápoles, Italia.
El Papa Francisco durante su visita a Nápoles, Italia. (RAFFAELE ESPOSITO/FLICKR)

Esta página fue publicada hace 9 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Tengo amigos ateos, o sea que tienen una relación espiritual con la Tierra y otros que no aceptan la noción de la existencia de un Dios. No nos juzgamos unos a otros; simplemente convivimos respetuosamente en esto que llamamos vida. Ellos, al igual que yo, nos permitimos ser guiados por nuestra conciencia y ética y actuamos de manera justa.

Dicho esto, tengo otro factor determinante que motiva mis acciones: mi fé Católica. Me ha enseñado que la bondad cuenta mucho, y que la gente de todas las razas, clases sociales y orientación sexual cuentan mucho también y que todos los seres vivientes deben ser valorados. Aprendí la importancia de la conservación con recordatorios constantes de parte de mis padres de cerrar la llave del agua, y de comer todo lo que había en mi plato porque no todos los niños tenían acceso a esos preciados recursos. Igualmente, aprendí a valorar a las personas, las cosas y los lugares y también a compartir lo que tenía con los necesitados. Dar a los demás es algo natural para mí, ya sea en forma de alimentos, tiempo, talento o cosas materiales.

Creo en el poder de las opciones. También creo en los descubrimientos científicos que indican que los humanos somos los causantes del cambio climático y que podemos hacer algo para salvar a nuestro mundo de la catástrofe, especialmente en el Ártico donde las grandes empresas petroleras están deseosas de hacer sus perforaciones a pesar de las sensibilidades regionales y ambientalistas. 
De chicos todos aprendimos que si ensucias tu recámara, tienes que limpiarla. Lo mismo sucede con el mundo en general.
Es un hecho de que el Ártico se está calentando al doble de velocidad que el resto del mundo, y que para el beneficio de la vida salvaje, de la gente y del clima debemos dejar de realizar actividades que aumenten las contaminantes emisiones de carbón.

Mi nombre de confirmación, que escogí yo misma ante la Iglesia Católica y Romana, es Esperanza. Si bien hay católicos que escogen el nombre de un santo, yo escogí el nombre de una virtud. 

Esperanza es lo que quiero para nuestro planeta y para la gente que trabaja con todo su ánimo para beneficio de la vida silvestre, de nuestras comunidades y de nuestros niños, que son lamentablemente los que van a heredar nuestros problemas de contaminación, nuestros errores y  nuestros esfuerzos por enderezar las cosas. 

Hoy es un día muy importante para los católicos y para aquéllos que escuchamos con el corazón y la mente abiertos las palabras de la encíclica del Papa Francisco, quien tiene toda la intención de ser una voz transformadora no solo para el movimiento ambientalista sino para todos los que profesamos esa fé.

No resulta para nada absurdo creer que es nuestra obligación moral proteger la Tierra y como seres vivos y habitantes de este planeta debemos ser los custodios del medio ambiente. Tenemos comunidades muy cercanas y en otras partes del mundo que están exageradamente expuestas a la contaminación. Resulta demasiado fácil voltear la cara y no ver a los pobres –en nuestro país y en otros en vías de desarrollo– que no tienen ese lujo de dejar de ver el problema.

Todos merecemos respirar aire puro, tomar agua cristalina y tener paisajes donde nuestros hijos y nietos puedan disfrutar y enamorarse de la naturaleza. Estamos sobre-explotando el rubro pesquero. Estamos destruyendo nuestros océanos y las especies irremplazables que ahí habitan. La minería de carbón está poniendo a los animales y la tierra en peligro. Fracking está contaminando nuestras fuentes de agua. Los pesticidas están exponiendo a las personas que trabajan sin descanso en los campos agrícolas a respirar químicos severamente dañinos.

Para todos los que han estado durmiendo en el timón, las palabras del Papa Francisco sobre el cambio climático deben ser un llamado para enderezar el rumbo. Ya llegó la hora.

 

From 2014–2016, Betsy was a bilingual press secretary on the Advocacy Communications team.