No cambies este río por una sucia planta de energía

El último río sin canalizar en el sur de California está siendo atacado.

Ceremonia Chumash en el río Utom
Ceremonia Chumash en el río Utom (Chris Jordan-Bloch / Earthjustice)

Esta página fue publicada hace 6 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.

Por Mati Waiya, Fundación Wishtoyo Chumash

Este texto apareció por vez primera en el Ventura County Star.

El último río sin canalizar en el sur de California está siendo atacado.

Proteger a nuestros recursos naturales es proteger a nuestras comunidades: acceso al aire limpio y agua pura, vida digna en nuestros vecindarios y un legado cultural sin igual que llena de significados sagrados los lugares donde vivimos. El río Santa Clara, llamado Utom (“río fantasma”) en Chumash, es uno de esos lugares sagrados y se encuentra amenazado por decisiones que priorizan el dinero sobre la salud, herencia y futuro de nuestras comunidades.

Calpine Corp. ha solicitado a la Comisión de Energía de California permiso para construir en los bancos del Utom, el Mission Rock Energy Center, una planta de energía de gas natural de 275 megavatios

Para evitar este atropello, la Fundación Wishtoyo Chumash, organización ambiental sin fines de lucro dirigida por nativos, junto con Earthjustice, ha intervenido en el proceso. Ambos grupos buscan garantizar la debida representación de todo animal, planta y persona que depende del Utom.

Porque el Utom es mucho más que el gran espacio abierto al costado de la carretera 126. Es un lugar sagrado donde los Chumash han vivido desde tiempos inmemoriales, construyendo aldeas, celebrando aniversarios y ciclos vitales, y enterrando a seres queridos. Los Chumash le rendimos honores a nuestro río hasta el día de hoy, y recordamos que no hace mucho tiempo, cuando el Utom era abundante y lleno de salud, la gente vivía en paz con el río y sus recursos.

Todavía, a lo largo de los bancos del Utom, se practica la recolección tradicional de plantas para canastas, medicinas y otras facetas de la cultura Chumash. Las tranquilas y aisladas orillas del Utom ofrecen un lugar especial para reflexionar, escapar y apreciar la naturaleza: el sonido constante de su cristalina agua sobre el cauce rocoso y los viejos sauces pueden hacerte olvidar que la carretera existe.

Lugares así son cada vez más raros ahora que la mayoría de vías de agua están hechas de cemento y alambre. La repugnante planta de energía de Calpine cambiaría el paisaje del valle de Santa Clara permanentemente y destruiría el ecosistema del Utom, eliminando el derecho de nuestros hijos, nietos y bisnietos de experimentar su hogar como un lugar limpio y digno.

El Utom se puede oler desde lejos. Pero si es aprobada, la planta emitiría una variedad de toxinas dañinas, incluyendo más de 400,000 toneladas de emisiones anuales de dióxido de carbono; equivalente al uso de casi 90,000 carros. Sin lugar a dudas, la planta sería la mayor fuente de contaminación tóxica en Santa Paula (que ni siquiera cumple con los estándares estatales y federales mínimos de calidad de aire, aunque sea una comunidad designada ‘de justicia ambiental’ por el estado).

El bienestar y la continuación de especies en peligro de extinción —como el mosquerito de sauce del sudoeste o las aves conocidas como vireo de Bell (o vireo pálido) que anidan en los bancos del sitio propuesto para el proyecto— también se verían comprometidas por la contaminación de la planta de energía y las líneas de alta tensión necesarias para construirla.

¿Cómo es posible que ignoremos un proyecto que amenaza tanto la salud de nuestras comunidades y la existencia o extinción de especies enteras? Mientras California avanza hacia el uso energías limpias y renovables, ¿por qué, sabiéndolo, retrocederíamos décadas hacia una infraestructura obsoleta de combustibles fósiles?

Para proteger al Utom, la comisión debe negarle la solicitud a Calpine, tal como lo hizo recientemente en Oxnard, con la solicitud de NRG para construir el Proyecto de Puente Power. Aquí, tal como en Oxnard, una planta de energía es innecesaria.

Wishtoyo y Earthjustice están comprometidos en proteger al Utom, pero no podemos hacerlo solos. Con el bienestar y la calidad de vida de nuestras comunidades y futuras generaciones en juego, los riesgos son demasiado grandes como para guardar silencio.

Haz que tu voz se escuche y envía por Internet comentarios públicos sobre la evaluación preliminar del personal de la CCA o asiste al próximo taller y curso público en Santa Paula. Exijamos que el CEC rechace la solicitud de Calpine para construir esta innecesaria y peligrosa planta de energía. Únete a nuestra lucha para proteger el Utom.

Mati Waiya, abuelo ceremonial Chumash, es fundador y director ejecutivo de la Fundación Wishtoyo Chumash.

Ceremonial Elder Mati Waiya is the founder of the nonprofit Wishtoyo Chumash Foundation.

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