Grupos demandan a Trump por reducir ilegalmente el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante

El abuso de autoridad del presidente elimina las protecciones de una región rica en fósiles de dinosaurios en Utah, y omite la Ley de antigüedades de 1906.

Contacto de Prensa

Alejandro Dávila Fragoso, secretario de prensa, Earthjustice, 202-745-5229

Horas después de que el Presidente Donald Trump emitió una proclamación reduciendo el tamaño del monumento nacional Grand Staircase-Escalante de Utah, organizaciones de conservación ambiental presentaron una demanda señalando que la orden de Trump es abuso de poder. 

Earthjustice trabaja con ocho de estas organizaciones, las cuales se han manifestado en contra del presidente por violar la Ley de Antigüedades de 1906 al eliminar protecciones de monumentos nacionales. Las organizaciones son: The Wilderness Society, Grand Canyon Trust, Sierra Club, Defenders of Wildlife, Great Broads for Wilderness, Center for Biological Diversity, WildEarth Guardians y Western Watersheds Project.

Southern Utah Wilderness Alliance y Natural Resources Defense Council son nuestros co-demandantes, representados por un abogado interno.

“El Presidente Trump ha violentado terriblemente las tierras públicas y al patrimonio del país al atacar una zona rica en fósiles de dinosaurios”, dijo Heidi McIntosh, abogada de Earthjustice. “Mientras presidentes anteriores han utilizado la Ley de Antigüedades para proteger territorios únicos y sitios culturales en Estados Unidos, Trump está eviscerando la ley, abriendo este monumento nacional a la minería del carbón en vez de resguardar el patrimonio científico, histórico y la fauna. No vamos a dejar que esto suceda. Utilizaremos el poder de la ley para detener las acciones ilegales de Trump”.

El monumento Grand Staircase-Escalante alberga fósiles de dinosaurios únicos en el mundo. Desde su designación como monumento hace dos décadas se han descubierto 21 nuevas especies de dinosaurios, llevando a algunos a llamar estas tierras “zona de maravillas geológicas”. Grand Staircase alberga una de las colecciones de fósiles del Cretácico superior más grandes del mundo, ofreciendo a científicos como al público en general una ventana sin precedentes a los grandes saurios que vivieron hace 10 millones de años. A mediados de octubre, científicos transportaron uno de los esqueletos de tiranosaurio más completos jamás encontrados en Grand Staircase. Dichos fósiles se encuentrron en la meseta de Kaiparowits, la cual la industria de carbón ha codiciado por mucho tiempo. Si esto sucediese, la codicia ligada a la minería causaría grandes estragos en estos tesoros.

“Soy residente de Kanab, y hay muchas empresas locales que dependen por completo del turismo relacionado con Grand Staircase-Escalante”, dijo Laura Welp de Western Watersheds Project, y ex botánica de la Oficina de Administración de Tierras en Grand Staircase-Escalante. “Toda la ‘escalera’ de increíbles capas geológicas, con sus recursos fósiles de clase mundial, merece ser protegida de la amenaza de la extracción de carbón y otros tipos de explotación comercial”.

La orden ejecutiva de Trump para reducir los monumentos se produjo después de una revisión por el Secretario del Interior, Ryan Zinke. Más de 2.7 millones de estadounidenses apoyaron sin miramientos a los monumentos nacionales de todo el país. La participación pública en dicho período de comentarios fue abrumadoramente a favor de mantener estas tierras públicas y las aguas protegidas, tal como están.

“El presidente intentará una remodelación no autorizada de Grand Staircase-Escalante, atentando en contra del estudio de la geología, la evolución de las especies, la historia humana y nuestro patrimonio cultural”, dijo Tim Peterson, director del programa Utah Wildlands con el Grand Canyon Trust. “Tenemos 20 años trabajando para mejorar Grand Staircase, y lo que pedimos a los tribunales es que nos ayuden a reconstruir lo que hoy se ha intentado destruir”.

“El esfuerzo de la Administración Trump para vender nuestras tierras públicas es totalmente impopular y va en contra de los valores estadounidenses”, dijo Michael Brune, director ejecutivo de Sierra Club. “Trabajaremos para asegurarnos de que nuestras tierras y agua permanezcan abiertas al público y bien protegidas, para que futuras generaciones las puedan explorar y disfrutar”.

”Por más de dos décadas hemos trabajado con democratas y republicanos, con el BLM, con paleontólogos, propietarios locales, rancheros y comerciantes para asegurarnos que los monumentos sean debidamente protegidos”, dijo  Nada Culver, conejera del Wilderness Society. “Esta acción ilegal y miope del Presidente Trump es una afrenta a este trabajo colaborativo y a los beneficios que proporciona el monumento a la investigación, la economía local y todos los estadounidenses”. 

“A pesar de los comentarios del público, a Trump nunca le importó que nosotros, el público, quisiéramos que no tocara nuestros monumentos”, dijo Chris Krupp, del WildEarth Guardians. “No le importamos aquellos que, como nosotros, acampamos, caminamos, pescamos y cazamos en estas zonas. Trump prefiere regalar más beneficios a compañías de petróleo, gas y carbón”.

El presidente Bill Clinton protegió las tierras de Grand Staircase como monumento nacional el 18 de septiembre de 1996, utilizando la Ley de Antigüedades, una ley centenaria que 16 presidentes han utilizado desde Theodore Roosevelt, siempre para proteger los paisajes y el patrimonio cultural. El Congreso promulgó la ley en 1906, otorgando a los presidentes la autoridad de crear monumentos nacionales en tierras federales para proteger características naturales, culturales, históricas o científicas significativas. Sin embargo, la Ley de Antigüedades no otorgó a los presidentes la autoridad para disminuir o rescindir las designaciones de monumentos anteriores.

“Grand Staircase es una cuna de biodiversidad y perder incluso un acre sería un crimen”, dijo Taylor McKinnon del Center for Biological Diversity. “Los científicos han identificado casi cuatro docenas de nuevas especies de mariposas aquí. Debemos proteger la vida silvestre de este monumento, paisajes impresionantes y tesoros culturales para las generaciones futuras. Trump y la industria de combustibles fósiles han elegido la batalla equivocada”.

“Si la administración de Trump cree que Grand Staircase-Escalante se puede vender sin una pelea, se van a llevar una gran sorpresa,” dijo Jamie Rappaport Clark, president y CEO de Defenders of Wildlife. “Los veremos en los tribunales”. 

“La administración de Trump ignoró el apoyo abrumador al monumento. Es un golpe para las empresas locales que lo apoyan, y para todos los que lo atesoramos”, dijo Shelley Silbert, directora ejecutiva de Great Old Broads for Wilderness. “Nuestra organización comenzó en los Cañones Escalante hace casi tres décadas y hemos trabajado incansablemente para la gestión adecuada del monumento nacional desde su designación. Lucharemos contra esta acción ilegal para quitarle cualquier porción de este monumento al pueblo estadounidense”. 

“Los estadounidenses de todo el país deberían estar indignados por el intento ilegal del Presidente Trump de destripar el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante, uno de los paisajes públicos federales más importantes y científicos de nuestro país”, dijo Stephen Bloch, director legal de Southern Utah Wilderness Alliance, la organización de conservación más grande de Utah. “Nadie mirará atrás en esta decisión en 15, 25 o 50 años y dirá que Trump hizo lo correcto al proteger menos este magnífico lugar. Y al promover este acto ilegal, la delegación del Congreso parroquial de Utah y los políticos locales han caído firmemente en el lado equivocado de la historia”. 

Después de que Clinton designara a Grand Staircase como monumento nacional, se concluyó un complicado intercambio de tierras entre Utah y el gobierno federal. El Congreso aprobó una legislación que modificó los límites del monumento en 1998 y luego aprobó un canje de tierras en el que el estado de Utah recibió 145,000 acres de tierras federales, ricas en minerales y $50 millones del tesoro federal. Desde entonces, esos $50 millones se destinaron a apoyar a las escuelas públicas de Utah mientras que el canje de tierras ha quedado en el misterio. Al menos 27 condados de Utah han recibido desde entonces un total de $441 millones.

Desde su designación, el monumento Grand Staircase-Escalante ha sido un gran beneficio económico y turístico para el sur de Utah. Entre 2001 y 2015, la población de los dos condados que limitan con Grand Staircase creció 13 por ciento, los empleos aumentaron un 24 por ciento y los ingresos reales de las personas crecieron un 32 por ciento. El turismo floreció en la región creando 1,630 empleos en Grand Staircase. La industria de la recreación canaliza más de $12 mil millones de la economía de Utah.

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A hiker at Jacob Hamblin Arch in Coyote Gulch, Grand Staircase-Escalante National Monument, Utah.
A hiker at Jacob Hamblin Arch in Coyote Gulch, Grand Staircase-Escalante National Monument, Utah. (Koji Hirano / Getty Images)

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