La aprobación del presupuesto por parte del Senado esta semana marca un paso hacia la perforación de petróleo y gas en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico; y potencialmente en otras áreas sensibles de la región. Propuestas anteriores para extraer combustibles en este efugio han fracasado sistemáticamente. No obstante, el uso del proceso de conciliación presupuestaria para avanzar esta agenda señalan las ganas de eludir el debate democrático mediante el uso de procesos que requieren menos votos para la aprobación de leyes. Independientemente de las medidas tomadas por el Senado, las encuestas revelan que la mayoría de los votantes estadounidenses continúan oponiéndose firmemente a la perforación en zonas protegidas, así como en el Océano Ártico.

La Llanura Costera—o Coastal Plain—es el corazón biológico del refugio en propiedad pública que sería el objetivo de la perforación. Este lugar alberga aves migratorias y fauna en peligro de extinción; y se considera sagrado para los pueblos indígenas Gwich’in, el cual depende del caribú que migra allí.

La siguiente es una declaración del presidente de Earthjustice, Trip Van Noppen:

“El presupuesto aprobado por el Senado pone en marcha la venta de algunas de nuestras tierras y aguas públicas más icónicas al mejor postor, con el fin de financiar exoneraciones fiscales para los multimillonarios. El público estadounidense se ha opuesto durante mucho tiempo a los intentos de arruinar el prístino Refugio Ártico con el peligroso desarrollo de petróleo y gas, el cual produciría impactos ambientales irreversibles y, en última instancia, agravaría el cambio climático. Durante décadas, Earthjustice ha luchado para proteger estas tierras públicas tan atesoradas.

“La perforación en el Refugio Ártico no es un problema presupuestario, y no debe ser parte del proceso de conciliación del presupuesto. Este es un intento descarado de utilizar el proceso de reconciliación para aprobar un controversial plan que nos llevaría en la dirección equivocada en la lucha por el clima.

“Además de las amenazas que enfrenta el refugio, el proceso de reconciliación del presupuesto también podría tener implicaciones para el Océano Ártico, donde un derrame de petróleo podría causar daños irreversible. Sacrificar nuestras tierras y aguas públicas para beneficiar a la industria del petróleo y el gas es irresponsable no solo en el ámbito ambiental, si no también en el ámbito fiscal “.