Más de 300 profesionales médicos con sede en Utah y en todo el país han firmado una carta advirtiendo a funcionarios políticos de Utah que, a menos que llegue suficiente agua al Gran Lago Salado para revertir su reciente declive, una grave crisis de salud pública plagará el futuro del estado.

Bajo el respaldo de los firmantes, la carta se entregó antes de la sesión legislativa de 2024 y exhorta al estado a implementar políticas necesarias para evitar este desastre inminente. Utah Physicians for a Healthy Environment, organización que forma parte de una demanda que cuestiona el fracaso del estado para garantizar que llegue suficiente agua al lago, coordinó los esfuerzos para completar la carta que fue entregada a los principales responsables políticos.

“Como profesionales médicos, es nuestra obligación hablar en nombre de la protección de la salud pública y alertar a las autoridades locales, estatales y nacionales sobre las consecuencias predecibles de permitir que el lago desaparezca, o incluso que permanezca en su actual degradación,” señala la carta. “Así como nosotros juramos no hacer daño, también deberían hacerlo nuestros legisladores. Instamos al estado de Utah a implementar todas las políticas necesarias para evitar este desastre inminente”.

“Tenemos ejemplos alarmantes en Estados Unidos y alrededor del mundo de lo que sucede con la salubridad de poblaciones expuestas al polvo de los lechos secos de los lagos,” dijo el Dr. Brian Moench, presidente de Utah Physicians for a Healthy Environment. “Las áreas densamente pobladas de Utah están directamente a favor del viento del Gran Lago Salado y ya están expuestas a múltiples fuentes de contaminación del aire, incluido el polvo del lecho del lago. Simplemente no podemos permitir que el lago continúe en su estado atenuante o, peor aún, que desaparezca por completo.”

Los científicos ambientales han llegado a la conclusión de que el lago está en camino al colapso ecológico en la próxima década y que la causa principal es la cantidad insostenible de agua que se desvía del lago cada año.

El deterioro del lago amenaza la salud de más de 2 millones de personas. A medida que se agota el agua del lago, los sedimentos del lecho que contienen partículas finas y contaminantes tóxicos quedan expuestos, las cuales el viento transportará a comunidades cercanas y a toda la región intermontaña. El lecho está plagado de metales pesados tóxicos como arsénico, mercurio y plomo, y productos químicos industriales y agrícolas peligrosos que serán inhalados por millones de personas que viven en los alrededores, amenazando así la salud pública. Según un estudio reciente de la NASA, los residentes del lado oeste de Salt Lake City y del condado de Tooele se verán perjudicados desproporcionadamente por el lecho del lago expuesto y el aumento de contaminantes tóxicos.

“Los profesionales médicos de Utah y de nuestro país han prendido las alarmas sobre la amenaza urgente que representa el declive del Gran Lago Salado,” dijo Stu Gillespie, abogado principal de la Oficina de las Montañas Rocosas de Earthjustice. “Es hora de que los formuladores de políticas de Utah presten atención a este llamado y tomen medidas significativas para abordar los desvíos de agua río arriba que ponen en riesgo el lago.”

En septiembre de 2023, grupos comunitarios y conservacionistas demandaron al estado de Utah por no garantizar que llegue suficiente agua al Gran Lago Salado. La demanda menciona que los funcionarios estatales han violado sus obligaciones fiduciarias para con los habitantes de Utah al no tomar las medidas apropiadas y necesarias para abordar la crisis y proteger el lago. Los demandantes buscan una orden judicial que ordene a los líderes de Utah implementar soluciones significativas que proporcionen suficiente agua al Gran Lago Salado para las personas y la vida silvestre que dependen del mismo.

Earthjustice representa en la demanda a Utah Physicians for a Healthy Environment, American Bird Conservancy, Center for Biological Diversity, Sierra Club y Utah Rivers Council.