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EPA Detiene Elaboración de Normas para Reducir la Contaminación del Agua de los Mataderos, Exponiendo a Millones de Estadounidenses

La decisión de la agencia permitirá que los mataderos y las plantas de procesamiento de alimentos sigan siendo los principales descargadores industriales de contaminación por nitrógeno y fósforo, aumentando el riesgo de que el agua no sea apta ni para beber ni para la recreación al aire libre, y que no sea habitable para la

Contacto de Prensa

Robert Valencia, rvalencia@earthjustice.org

El sábado pasado, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) anunció que abandonará sus esfuerzos de larga data para modernizar los estándares de control de la contaminación del agua, obsoletos y poco protectores, para los mataderos y las instalaciones de procesamiento de animales .

Cada año, los mataderos y las plantas de procesamiento de alimentos, que en conjunto conforman la industria de productos cárnicos y avícolas, vierten cientos de millones de libras de nitrógeno y fósforo, conocidos colectivamente como contaminación por nutrientes — junto con metales pesados y docenas de otros contaminantes — en ríos y arroyos de todo Estados Unidos. Esta contaminación tiene consecuencias devastadoras para la salud humana y el medio ambiente.

Según la EPA, más de 60 millones de personas, incluyendo un número desproporcionado de personas de bajos ingresos y personas racializadas, viven a menos de una milla de ríos y arroyos degradados por la contaminación de la industria de los mataderos.

En virtud de la Ley de Agua Limpia, la EPA debe promulgar y revisar periódicamente las normas nacionales de control de la contaminación del agua, específicas para cada sector, para las instalaciones de procesamiento de carne con vertido directo e indirecto. A pesar de estos requisitos legales, la EPA nunca ha publicado normas nacionales para la gran mayoría de las instalaciones de procesamiento de carne que vierten contaminación del agua indirectamente, a pesar de haber reconocido su necesidad en 1977. Durante décadas, la EPA no ha revisado sus regulaciones obsoletas y algo laxas para las instalaciones con vertido directo, a pesar de haber indicado reiteradamente que sus normas vigentes son legalmente insuficientes.

La decisión de la EPA de abandonar la elaboración de normas se produce tras años de litigios y otras acciones de defensa por parte de organizaciones comunitarias, ambientales y de bienestar animal. En 2019, Earthjustice y el Proyecto de Integridad Ambiental (EIP) impugnaron una decisión previa de la EPA de no modernizar las normas de control de la contaminación del agua para mataderos e instalaciones de procesamiento de alimentos.

Tras dicha impugnación, la EPA anunció en septiembre de 2021 que actualizaría las normas para la industria, pero no se comprometió a un plazo para la elaboración de normas. Earthjustice y el EIP presentaron una segunda demanda en 2022, que resultó en un decreto de consentimiento que exige a la EPA tomar medidas definitivas con respecto a las normas previas al 31 de agosto de 2025.

En ambas demandas, Earthjustice y EIP representaron a Cape Fear River Watch, Rural Empowerment Association for Community Help, Waterkeepers Chesapeake, Waterkeeper Alliance, Humane Society of the United States, Food & Water Watch, Environment America, Comité Cívico del Valle, Centro para la Diversidad Biológica y Animal Legal Defense Fund.

“Al abandonar esta normativa, la administración Trump ha vuelto a ponerse del lado de las poderosas corporaciones multinacionales en detrimento del ciudadano común”, declaró Alexis Andiman, abogada sénior de Earthjustice. “No deberíamos tener que elegir entre agua potable y alimentos asequibles, y la verdad es que no es así. La propia EPA ha admitido que la tecnología ampliamente disponible puede reducir esta contaminación sin poner en riesgo a las empresas. Unas normas modernas ayudarían a proteger a más de 60 millones de estadounidenses, incluyendo un número desproporcionado de personas con bajos ingresos”.

Jen Duggan, directora ejecutiva del Proyecto de Integridad Ambiental, declaró: “Esta decisión de la administración Trump implicará que los mataderos seguirán vertiendo enormes cantidades de contaminación en las vías fluviales de Estados Unidos, volviéndolas insalubres para nadar, pescar y beber. Esta grave negligencia degrada la calidad de vida de las y los estadounidenses a lo largo y ancho de país”.

Tarah Heinzen, directora legal de Food & Water Watch, acotó: “Una vez más, la EPA de Trump se pone del lado de las empresas contaminadoras en lo que respecta al agua limpia. Los mataderos llevan décadas contaminando las aguas de nuestro país con escasa supervisión. Al abandonar esta normativa, la EPA de Trump ha renovado el derecho de la industria a contaminar”.

Si bien la EPA atribuyó su decisión de abandonar la reglamentación, en parte, a que la industria cárnica enfrenta actualmente múltiples factores de estrés económico, la propia evidencia de la agencia desmiente esta conclusión. En su propuesta de diciembre de 2024 para actualizar los estándares de la industria, la EPA incluyó umbrales regulatorios para proteger a las pequeñas empresas. La agencia determinó que, incluso con la opción regulatoria más estricta examinada en esa propuesta, menos del 1% de todas las instalaciones de procesamiento de carne enfrentarían dificultades económicas.

Además, la agencia estimó que, por cada millón de libras de carne producida, la opción regulatoria más fuerte reduciría el suministro total de carne en sólo 650 libras, con un impacto mínimo en los precios al consumidor.

Es la organización de derecho ambiental sin fines de lucro más importante del país. Desde nuestra fundación en 1971, nuestro litigio ha enfrentado a empresas con criminales niveles de contaminación y a instituciones gubernamentales, logrando un gran número de protecciones básicas para las personas y el planeta. Lea más acerca de Earthjustice.