Autoridades Federales Deberían Cerrar Lagunas Legales, Estrechar Vigilancia de la Regla de Metano
Si reducimos las emisiones de metano rápidamente, podemos lograr una gran diferencia en la lucha contra el cambio climático a corto plazo.
Esta página fue publicada hace 8 años. Encuentre lo último sobre el trabajo de Earthjustice.
Cuando visité el pozo petrolero Bakken en Dakota del Norte en diciembre del 2012, el campo abierto y nevado de la pradera estaba salpicado de equipo de perforación y plataformas de exploración por todos lados—incluyendo llamaradas quemando gas natural en exceso. Un mes después de mi visita, una imagen de satélite tomada de noche mostró la zona de Bakken tan brillante como si fuera el área metropolitana de Chicago.
Las llamaradas encendiendo el cielo nocturno de Dakota del Norte son evidencia de una tendencia más amplia. Cada año, mientras se lleva a cabo el fracking en nuestras tierras públicas, la industria del petróleo y del gas desperdicia cientos de miles de millones de dólares de gas natural por la quema de gas y que resulta en estas llamaradas, lo cual resulta por no reparar el equipo que tiene fugas. Este desperdicio innecesario es un valioso recurso natural que derrocha el dinero de los contribuyentes y perjudica el medio ambiente.
Afortunadamente, la Oficina Federal del Manejo de Tierras de EEUU (U.S. Bureau of Land Management o BLM) ha propuesto actualizaciones a reglas que datan de hace 30 años y que requieren que las empresas de petróleo y gas reduzcan el desperdicio de gas natural en nuestras tierras públicas y tribales. Earthjustice y una amplia coalición de ambientalistas presentaros sus comentarios sobre la propuesta de BLM, mientras que al mismo tiempo le exige a BLM que elimine vacíos legales para lograr que la nueva regla sea efectiva a la hora de combatir el desperdicio, luche contra el cambio climático y reduzca la contaminación del aire tan dañina para todos.
El principal ingrediente en el gas natural es el metano, y la regla tan ansiadamente esperada es un gran paso para el clima. El metano es un contaminante que es 86 veces más perjudicial que el dióxido de carbono, responsable por casi 25 por ciento del calentamiento global que nuestro planeta está padeciendo hoy en día. Afortunadamente, el metano típicamente dura solamente 10 años en la atmósfera. Así que si reducimos las emisiones de metano rápidamente, podemos lograr una gran diferencia en la lucha contra el cambio climático a corto plazo.
Concentrarnos en la industria del petróleo y gas es un lugar lógico para comenzar.
Los últimos datos compilados por la EPA demuestran que la industria petrolera y de gas es la fuente de emisiones de metano más grande de Estados Unidos. El presidente Obama reconoce esto y en marzo, conjuntamente con el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, se comprometieron a disminuir de un 40 a un 45 por ciento las emisiones de metano del sector de gas a niveles por debajo de las cifras del 2012 y antes del año 2025.
La regla propuesta por BLM es un paso crucial hacia el cumplimiento de esa promesa. Al contrario de la regla que fue dada a conocer el 12 de mayo por la EPA, que cubre solamente el equipo de petróleo y gas nuevo (lo cual, sin lugar a dudas, es un gran primer paso en la dirección correcta), la regla propuesta por BLM cubre tanto equipo nuevo como el ya existente. No es poca cosa, puesto que el equipo existente significará un 90 por ciento de las emisiones de petróleo y gas para el año 2018. La regla propuesta por BLM también requiere que las empresas petroleras y de gas reduzcan la quema de gas, lo cual no está incluido en la regla de la EPA.
En vez de que se derrame, se queme o se ventile a la atmósfera, el gas—y grandes cantidades de él—deberá ser capturado bajo la propuesta de BLM. Entre 2009 y 2014, las compañías de petróleo y gas que han trabajado en tierras públicas desperdiciaron suficiente gas como para cubrir las necesidades de 5.1 millones de hogares por un año. Es el equivalente de todos los hogares de los estados de Colorado, Montana, Nuevo México, Utah y Wyoming juntos.
Si no se desperdiciara el gas, las empresas de petróleo y gas pagarían regalías por ese gas, beneficiando a los gobiernos tribal, estatal y federal que podrían usar ese dinero para escuelas, servicios médicos e infraestructura. La regla propuesta por BLM capturaría hasta 800 millones de dólares en impuestos en la próxima década. La propuesta también es sumamente rentable: Según algunos cálculos, las compañías del petróleo y gas pueden reducir emisiones de metano por un poco más de un centavo de dólar por pie cúbico de gas natural producido.
De hecho, la regla propuesta por BLM sigue el ejemplo de las reglas vanguardistas de reducción de metano que Colorado estableció en el 2014, las cuales Earthjustice ayudó a redactar. Las reglas de Colorado han demostrado ser económicas y exitosas. Una encuesta reciente encontró que incluso siete de cada 10 representantes creen que los beneficios de las reglas de Colorado compensan los costos. Otra encuesta reciente realizada por el Proyecto “State of the Rockies” de la universidad Colorado College encontró que un 80 por ciento de los habitantes de siete estados de la zona montañosa del oeste de Estados Unidos está de acuerdo en reducir las tóxicas fugas de metano al igual que la quema de gas en tierras públicas.
Aparte de los beneficios para el clima y el público, la regla propuesta por BLM también protegerá nuestras tierras públicas al reducir el smog que retarda el crecimiento de las plantas, reduce la visibilidad y dificulta la respiración. Y la regla protegerá nuestra salud contra los contaminantes cancerígenos en el aire, tales como el benceno.
A pesar de sus muchas fortalezas, la regla propuesta por BLM necesita mejoras para poder cerrar los vacíos legales que le permiten a las compañías de petróleo y gas seguir desperdiciando nuestros recursos públicos. Earthjustice y nuestros colaboradores le han pedido a la agencia que:
- exija inspecciones de fugas más frecuentes en todas las instalaciones
- cierre los vacíos legales que le permiten a las empresas petroleras y de gas esquivar los requisitos de inspección de fugas
- endurezca la tolerancia en material de combustión de gases
- haga que los planes de minimización de desechos sean aplicables
- mejore la transparencia
Earthjustice va a seguir ejerciendo presión contra BLM para fortalecer la regla del metano y concluirla rápidamente porque nuestro clima, nuestras contribuciones de impuestos y nuestras tierras públicas están en riesgo.
From 2015–2019, Joel was based in the Rocky Mountain regional office in Denver, working to protect communities from the harmful impacts of energy development
Earthjustice’s Rocky Mountain office protects the region’s iconic public lands, wildlife species, and precious water resources; defends Tribes and disparately impacted communities fighting to live in a healthy environment; and works to accelerate the region’s transition to 100% clean energy.