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¿Quieres ahorrar en tu factura eléctrica y ayudar a tu estado a luchar contra el cambio climático? Aquí te enseñamos con quién debes hablar

En las comisiones de servicios públicos, ayudamos a las comunidades a impulsar una electricidad limpia y asequible para todos y todas. Esto es lo que debes saber sobre las personas que toman decisiones clave.

En una sala de conferencias, en algún lugar de tu estado, un pequeño grupo de personas — en gran parte alejados de la atención pública — emiten votos que podrían hacer o deshacer la transición a la energía limpia.

El comisionado John A. Tuma (izq.) habla durante una reunión de la Comisión de Servicios Públicos de Minnesota en 2018, en St. Paul.
El comisionado John A. Tuma (izq.) habla durante una reunión de la Comisión de Servicios Públicos de Minnesota en 2018, en St. Paul. (Richard Tsong-Taatarii/Star Tribune vía AP)

Probablemente nunca hayas escuchado sus nombres y es posible que ni siquiera sepas el nombre de la agencia que dirigen: la Comisión Estatal de Servicios Públicos (PUC, por sus siglas en inglés.) Entre tanto, a la industria de combustibles fósiles le encantaría que se quedaran en el anonimato con el fin de alcanzar sus intereses.

Las PUC regulan los servicios públicos (algunos estados las denominan con otras siglas en inglés, como PSC). Determinan el costo de tus facturas de gas y electricidad, además de la procedencia de tu fuente de energía, sean combustibles fósiles, hidroelectricidad o renovables como la eólica y la solar.

Estos reguladores estatales tienen una enorme oportunidad de acelerar una transición que permita abandonar el carbón y el gas, impulsar el desarrollo de energía limpia, aliviar la crisis climática y garantizar que tengamos electricidad asequible y confiable.

En casi todos los estados, los miembros de la comunidad tienen derecho a emitir comentarios en las reuniones de la PUC. Pero en los recintos donde se llevan a cabo tales conversaciones, estas comisiones a menudo escuchan a hábiles abogados y consultores de servicios públicos cuyo lavado de imagen verde resultaría en décadas de infraestructura sucia que nuestro planeta no puede permitirse.

Es por eso que Earthjustice hace presencia en esos lugares alrededor del país, utilizando nuestras aptitudes como litigantes y amplia experiencia en temas energéticos para resaltar los graves costos del carbón y el gas, así como defender la energía limpia asequible y ampliar la gama de opciones que las PUC consideren para diseñar un futuro verde para todos y todas.

Las empresas de servicios públicos defienden sus propuestas, que con demasiada frecuencia tienden a favorecer fuentes de energía desactualizadas y sucias por encima de las renovables (más sobre este tema en la parte baja de esta página). Las empresas de servicios públicos con buenos recursos pueden darse el lujo de contratar expertos para que les ayuden a navegar los procedimientos altamente técnicos de la PUC, lo que significa que tienen una gran ventaja a la hora de presentar su caso.

Earthjustice es una de las pocas organizaciones experimentadas en asumir el desafío de oponerse a las empresas de servicios públicos. Nuestras y nuestros abogados rechazan esos argumentos sobre grandes cantidades de dinero en las audiencias de la PUC, abogando porque los comisionados elijan soluciones limpias y eficientes en materia eléctrica que produzcan beneficios financieros y ambientales para todos y todas, en vez de salvar a los combustibles fósiles.

Por lo tanto, obtener la opinión del público es esencial para informar a los comisionados sobre el deseo de sus electores de contar con energía limpia. Cuando el público no está presente en esas cortes, puedes estar seguro de que las empresas de servicios públicos con fines de lucro están allí, defendiendo los costosos y contaminantes combustibles fósiles por los que sus clientes se verían obligados a pagar.

Una integrante de su comunidad local se dirige ante una audiencia de la Comisión de Servicios Públicos de Virginia Occidental (arriba y abajo) en 2017 para oponerse a la venta de la Planta de Energía Pleasants. Si el plan hubiera tenido éxito, los clientes de Mon Power y Potomac Edison habrían asumido todos los costos y riesgos financieros de la planta, mientras que FirstEnergy y sus accionistas recibirían un flujo de ingresos garantizado. Más de 2500 residentes, empresas y organizaciones sin fines de lucro se opusieron exitosamente a la venta de Pleasants Power Plant al participar en las tres audiencias públicas del PSC y presentar cartas de protesta ante el PSC, redactar cartas al editor y realizar otras actividades.

Una integrante de su comunidad local se dirige ante una audiencia de la Comisión de Servicios Públicos de Virginia Occidental (arriba y abajo) en 2017 para oponerse a la venta de la Planta de Energía Pleasants. Si el plan hubiera tenido éxito, los clientes de Mon Power y Potomac Edison habrían asumido todos los costos y riesgos financieros de la planta, mientras que FirstEnergy y sus accionistas recibirían un flujo de ingresos garantizado. Más de 2500 residentes, empresas y organizaciones sin fines de lucro se opusieron exitosamente a la venta de Pleasants Power Plant al participar en las tres audiencias públicas del PSC y presentar cartas de protesta ante el PSC, redactar cartas al editor y realizar otras actividades. (Roger May para Earthjustice)

Una integrante de su comunidad local se dirige ante una audiencia de la Comisión de Servicios Públicos de Virginia Occidental (arriba y abajo) en 2017 para oponerse a la venta de la Planta de Energía Pleasants. Si el plan hubiera tenido éxito, los clientes de Mon Power y Potomac Edison habrían asumido todos los costos y riesgos financieros de la planta, mientras que FirstEnergy y sus accionistas recibirían un flujo de ingresos garantizado. Más de 2500 residentes, empresas y organizaciones sin fines de lucro se opusieron exitosamente a la venta de Pleasants Power Plant al participar en las tres audiencias públicas del PSC y presentar cartas de protesta ante el PSC, redactar cartas al editor y realizar otras actividades.

En la actualidad, existe una gran discrepancia entre quién determina el costo de la electricidad y quién lleva a cuestas la mayor parte de su gasto.

Más de las tres cuartas partes de los comisionados de la PUC son blancos y casi dos tercios hombres. Sin embargo, los hogares de bajos ingresos y racializados (personas hispanas, nativo-estadounidenses y de raza negra) enfrentan una carga de precios de electricidad mucho más alta (es decir, gastan una mayor parte de sus ingresos en facturas de energía) que el hogar promedio.

Esta carga puede obligar a las personas a tomar decisiones difíciles, como mantener los hogares a una temperatura insalubre para ahorrar en facturas o reducir gastos en otras áreas importantes como alimentos o medicinas.

Por ello, es supremamente importante que las personas sepan lo que está pasando en la PUC de su estado respectivo, para que tengan voz y voto en los proyectos de energía sucia que podrían aumentar sus recibos. Earthjustice lucha contra los aumentos de tarifas, exige una rendición de cuentas, y defiende y amplía los programas de eficiencia energética.

Trabajadores del Operador Independiente del Sistema de California monitorean la red de transmisión de alto voltaje en ese estado.

Trabajadores del Operador Independiente del Sistema de California monitorean la red de transmisión de alto voltaje en ese estado. (Rolf Schulten / ullstein bild vía Getty Images)

Si bien las empresas de servicios públicos están comenzando a construir energía solar, eólica y de almacenamiento a gran escala (aunque no tan rápido como se necesita para abordar el cambio climático), intentan mantener su monopolio en la generación de energía estableciendo barreras para que inquilinos, propietarios de viviendas u otros negocios no logren alcanzar fuentes de energía limpia por cuenta propia.

Por ejemplo, muchas empresas de servicios públicos buscan aumentar cargos mensuales para los clientes que poseen paneles solares y se niegan a compensarlos de manera justa por la energía adicional que producen.

Asimismo, las empresas de servicios públicos siguen en su empeño por construir una infraestructura de gas metano de larga duración que nos lleva a un futuro de líneas de gas explosivas, plantas de energía contaminantes y una catástrofe climática. Esta es su respuesta perversa al hecho de que obtienen una utilidad garantizada por cada dólar invertido en infraestructura, tales como las plantas gasíferas de miles de millones de dólares cuya presunta "vida útil" se extiende durante décadas. Dado que las empresas de servicios públicos son propiedad privada de accionistas que buscan ganar dinero, existe cualquier incentivo para convencer a las PUC de que necesitan seguir construyendo infraestructura de gas metano, independientemente de una demanda pública real o del daño que causan al planeta.

Construcción de turbinas eólicas cerca de Mountainair, Nuevo México.

Construcción de turbinas eólicas cerca de Mountainair, Nuevo México. (Jeff Barger / Construction Photography / Avalon / Getty Images)

Juntos, estamos logrando grandes avances en las siguientes áreas:

Acelerar la transición a la energía limpia: Hemos retirado, de manera anticipada, más de 140 unidades de energía alimentadas con carbón, en tanto que cuestionamos los planes de las empresas de servicios públicos para seguir invirtiendo en plantas de combustibles fósiles costosas y antieconómicas.

  • El costo de la nueva energía limpia suele ser más barato que la del gas metano y la del carbón, además de traer beneficios adicionales cuando abordamos la crisis climática y evitar la contaminación de comunidades.
  • El dinero procedente de la Ley de Reducción de la Inflación (la mayor inversión jamás realizada en energía limpia) mejora aún más nuestra postura, por lo que nos aseguramos de que los reguladores de servicios públicos tengan esto en cuenta a la hora de tomar decisiones sobre el tipo de energía que debe aprobarse.
  • Además, abogamos por recursos distribuidos como energía solar en techos, almacenamiento de electricidad en baterías, y vehículos eléctricos que pueden reducir aún más los costos y aumentar la confiabilidad.
  • En pocas palabras, la energía más barata y limpia es aquella que no se desperdicia, por lo que nos esforzamos en que se adopten medidas e incentivos de eficiencia energética.

Avanzando en justicia energética: Ayudamos a los residentes a desafiar aumentos de tarifas y cargos fijos perjudiciales que las empresas de servicios públicos quieren conseguir. Nuestro actual sistema de energía que quema combustibles fósiles presenta una enorme carga, particularmente a las comunidades de bajos ingresos con facturas inasequibles, y, que, de paso, contaminan su entorno con consecuencias fatales.

  • Estamos avanzando hacia un futuro de energía limpia que no reproduzca las desigualdades del pasado. Defendemos la reducción de cargas energéticas (es decir, el porcentaje de ingresos gastados en energía) y proporcionar transiciones justas para las comunidades cuyas economías se construyeron en torno a la energía sucia.
  • En nuestros casos, ampliamos y mejoramos los programas de electrificación y eficiencia energética, con un enfoque particular en garantizar que estos programas lleguen a clientes residenciales de bajos ingresos, tales como personas que pueden necesitar reparaciones en el hogar antes de poder climatizar su hogar o reemplazar aparatos a gas.
  • Asimismo, presionamos para que haya asistencia de cobros y luchamos contra los cortes de energía.
  • Luchamos contra los esfuerzos de las empresas de servicios públicos por cobrar a sus clientes sus honorarios de cabildeo y mercadeo, especialmente cuando su objetivo es extender el uso de combustibles fósiles.

Shannon Fisk, abogado de Earthjustice (centro) en un procedimiento de la Comisión de Servicios Públicos de Ohio para luchar contra propuestas de servicios públicos que costarían a los clientes miles de millones de dólares y que al mismo tiempo garantizarían ganancias para los accionistas corporativos.

Shannon Fisk, abogado de Earthjustice (centro) en un procedimiento de la Comisión de Servicios Públicos de Ohio para luchar contra propuestas de servicios públicos que costarían a los clientes miles de millones de dólares y que al mismo tiempo garantizarían ganancias para los accionistas corporativos. (Years of Living Dangerously)

Electrificar nuestras vidas: A medida que la generación de energía se vuelve más limpia y barata, queremos que todos y todas puedan conectarse a ella, eliminando la contaminación y los altos costos de nuestra vida diaria.

  • Estamos trabajando en la electrificación de edificios, garantizando que las empresas de servicios públicos incentiven los electrodomésticos como bombas de calor y estufas de inducción, en virtud de los importantes incentivos ofrecidos por la Ley de Reducción de la Inflación.
  • Luchamos contra los esfuerzos de las empresas de servicios públicos de gas para extender su infraestructura a nuevos desarrollos de viviendas.
  • Y también presionamos a algunas empresas de servicios públicos para que proporcionen reembolsos u otros incentivos, con la finalidad de que los clientes de bajos ingresos compren electrodomésticos y vehículos eléctricos.

Crear un sistema eléctrico más resiliente: El sistema que estamos construyendo no solamente es limpio sino también descentralizado y resiliente: energía solar local durante el día, almacenamiento de energía durante la noche, programas y electrodomésticos para gestionar la demanda y reducir la carga máxima. El sistema energético del futuro será menos dependiente de los servicios públicos y más resiliente ante desastres y condiciones climáticas extremas.

Sonny Ashby, (izq.), y Robby Brian (der.), de Alaska Plumbing and Heating, instalan una bomba de calor en Juneau, Alaska.

Sonny Ashby, (izq.), y Robby Brian (der.), de Alaska Plumbing and Heating, instalan una bomba de calor en Juneau, Alaska. (Michael Penn para Earthjustice)

Honey May, de WV SUN, emite una declaración en la Comisión de Servicio Público en Charleston, Virginia Occidental, en 2017, para anunciar el lanzamiento de una nueva coalición que se opondría con éxito al plan de FirstEnergy, que buscaba pasar los costos no competitivos de las centrales eléctricas a los contribuyentes de ese estado.
Honey May, de WV SUN, emite una declaración en la Comisión de Servicio Público en Charleston, Virginia Occidental, en 2017, para anunciar el lanzamiento de una nueva coalición que se opondría con éxito al plan de FirstEnergy, que buscaba pasar los costos no competitivos de las centrales eléctricas a los contribuyentes de ese estado. (Foto de Earthjustice)