Casi 15 años después de que la Agencia Federal de Protección al Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) vetara el clorpirifos para su uso residencial, la agencia propuso hoy extender la prohibición al pesticida neurotóxico para uso en los campos agrícolas también. El anuncio se dió a conocer después de que decisiones tomadas por una corte de apelaciones le dieran a la EPA una fecha límite para tomar una acción significativa sobre una petición legal que data del 2007 donde se le exigía prohibir el químico totalmente.

“Esto es lo que hemos estado buscando por años. Las investigaciones de la EPA y de otros auditores independientes demuestran que el clorpirifos causa daño cerebral en los niños y envenena a los trabajadores y transeúntes,” dijo Patti Goldman, la abogada de  Earthjustice que llevó el caso. “Por fin, la agencia está enviando señales de que tiene la intención de proteger a niños, trabajadores y sus familias al prohibir este peligroso pesticida. Es imperativo que la EPA actúe rápidamente para proteger a trabajadores y a los menores y llevar a término esta importante regulación.”

El retraso por parte de la EPA para regular al clorpirifos fue calificada como “atroz” y la Corte de Apelaciones del 9o Circuito recientemente exigió a la EPA que respondiera a la petición presentada el 2007 antes del 30 de octubre. La demanda original instando a la corte para que diera una fecha límite fue presentada por Earthjustice a nombre de la Red de Acción contra Pesticidas (o PAN, por sus siglas en inglés) y el grupo Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (Natural Resources Defense Council).

“Dada la increíblemente sólida información científica sobre los daños a la salud causada por este pesticida, es absurdo que la EPA haya tomado tanto tiempo en actuar,” dijo la doctora Margaret Reeves, Científica en Jefe de PAN. “Un veto finalmente garantizará que los niños, los trabajadores y las familias en comunidades rurales estén a salvo del pesticida que se extiende por el aire con facilidad y que tiene un efecto nocivo.”

En diciembre del 2014, la EPA reconoció el gran volumen de artículos científicos revisados por especialistas en donde se ha encontrado una correlación entre la exposición al clorpirifos con el daño cerebral a los niños, incluyendo menor cociente intelectual, desarrollo mental deficiente y pérdida de memoria funcional. Y constató que había contaminación del agua, especialmente dañina para los infantes, y serios riesgos para los trabajadores que tenían contacto manual directo con clorpirifos o por entrar a los campos tras su aplicación.

La corte le ordenó a la EPA que tomara medidas de regulación basada en sus evaluaciones científicas, y la EPA ahora está proponiendo que se suspendan todas las tolerancias de clorpirifos. Esto pondría final a todos los usos del clorpirifos que terminen como residuos en los alimentos, contaminación de agua potable, o rocío químico hacia las escuelas, los hogares y otros lugares donde la gente pueda encontrarse.

“Es un paso hacia adelante en el camino hacia la justicia ambiental,” dijo Virginia Ruiz del grupo  Farmworker Justice.  “Los campesinos y sus familias, que en su mayoría son de bajos recursos y gente de color, sufren las consecuencias de los pesticidas y el rocío de plaguicidas.”