Defensores de Trabajadores Agrícolas Exigen Suspensión de Pesticida Altamente Tóxico
Partidarios de todo el país piden a la EPA que prohíba el clorpirifos inmediatamente por los riesgos que corren los trabajadores del campo y sus familias
Contacto de Prensa
Jeannie Economos, Farmworker Association of Florida, (407) 886-5151
,
Brent Wilkes, League of United Latin American Citizens, (202) 509-9574
,
Hector E. Sanchez, Labor Council for Latin American Advancement, (202) 508-6918
,
Amy Liebman, Migrant Clinicians Network, (512) 579-4535
,
Elena Rios, MD, National Hispanic Medical Association, (202) 628-5895
,
Ramon Ramirez, Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste, (503) 989-0073
,
Erik Nicholson, United Farm Workers, (206) 255-5774
,
Maureen Swanson, Learning Disabilities Association of America, (412) 341-1515, ext 205
,
Mark Magaña, GreenLatinos, (202) 230-2070
,
Andrea Delgado, Earthjustice, (202) 797-5240
El día de hoy, la Unión de Campesinos (United Farm Workers), conjuntamente con grupos de trabajadores y grupos comunitarios de Florida hasta California hicieron una petición a la Agencia Federal de Protección al Medio Ambiente (U.S. Environmental Protection Agency o EPA, por sus siglas en inglés) para que suspenda inmediatamente cientos de usos del clorpirifos, un pesticida altamente tóxico que perjudica a los trabajadores del campo y sus familias.
“Estamos buscando una prohibición total porque los trabajadores del campo han estado demasiado expuestos incluso con toda la ropa de protección que se les pide usar,” dijo Erik Nicholson, Vice Presidente Nacional de la UFW. “Es casi imposible para ellos escapar de la exposición al clorpirifos porque el veneno está en el aire que respiran, los alimentos que comen y el suelo donde sus hijos juegan.”
La petición presentada ante la EPA pretende una acción inmediata para detener los usos de clorpirifos que la EPA misma ha determinado representan riesgos inaceptables de intoxicación aguda para los trabajadores. También le pide a la EPA que proteja a los niños contra la exposición que causa daños cerebrales irreversibles, incluyendo un menor cociente intelectual, desórdenes de déficit de atención y problemas de aprendizaje.
Earthjustice y Farmworker Justice presentaron la petición a nombre de los grupos United Farm Workers, League of United Latin American Citizens, Labor Council for Latin American Advancement, National Hispanic Medical Association, Farmworker Association of Florida, Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste, Migrant Clinicians Network, Learning Disabilities Association of America, GreenLatinos, y California Rural Legal Assistance Foundation.
“Los trabajadores del campo simplemente están buscando lo que otros tienen en este país: un lugar seguro para trabajar,” dijo Ramón Ramírez, Presidente de Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste (o PCUN, un sindicato laboral de campesinos en Oregon). “La EPA debe quitarse la venda de los ojos sobre los efectos nocivos del clorpirifos y sacar este dañino pesticida de todos los campos y de todas las otras localidades para garantizar un lugar de trabajo saludable para todos.”
Hasta ahora, la EPA no ha protegido a los trabajadores del campo ni a sus familias contra el clorpirifos, un pesticida neurotóxico que es uno de los principales culpables de las intoxicaciones por pesticida cada año y al que se le ha relacionado con daño cerebral en niños. La gente está expuesta a este riesgo sanitario cuando ingiere alimentos, bebe agua contaminada, trabaja en los campos, juega en parques o en patios escolares hacia donde llega el rocío de clorpirifos.
El clorpirifos es un insecticida organofosforado que tuvo su origen en los gases neurotóxicos desarrollados por los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial. El clorpirifos es altamente tóxico y causa enfermedades generalizadas a los trabajadores porque inhibe la capacidad del cuerpo para producir colinesterasa, una enzima necesaria para la transmisión correcta de los impulsos nerviosos.
En el año 2000, la EPA descubrió que los usos domésticos del clorpirifos afectan a los niños que juegan en alfombras que han sido tratadas con pesticida o que abrazan a sus mascotas tras haber recibido tratamiento contra las pulgas, pero dejó desprotegidos a los hijos de los trabajadores del campo y a sus comunidades.
De acuerdo con la EPA, cada año hay entre 10,000 y 20,000 intoxicaciones por pesticidas—diagnosticadas por doctor—entre los trabajadores agrícolas de Estados Unidos que suman aproximadamente 2 millones de personas. Sin embargo, hay muchas más intoxicaciones por pesticidas que no se reportan.
“La incidencia de envenenamiento por pesticida es un estadística desgarradora porque el número exacto de trabajadores perjudicados se desconoce,” dijo Héctor E. Sánchez, Director Ejecutivo del grupo Labor Council for Latin American Advancement (o LCLAA) . “Muchas intoxicaciones por pesticida no se reportan debido a un número de factores, que incluyen el temor de los trabajadores a perder su trabajo, falta de acceso al servicio medico y la barrera del lenguaje.”
En diciembre del 2014, la EPA determinó que los trabajadores enfrentan riesgos inaceptables de intoxicaciones agudas en cientos de incidentes que involucraban al clorpirifos. En el 2015, la EPA inició negociaciones con la industria de los pesticidas para que detuviera estos usos o redujera la exposición, pero las negociaciones se vinieron abajo. La EPA dijo en la corte que las medidas normativas no serían necesarias, pero más de un año ha pasado y la EPA no ha iniciado estas acciones regulatorias.
“Hace más de una década, la EPA prohibió los usos domésticos de este peligroso químico por el daño que causa en los niños,” dijo Brent Wilkes, Director Ejecutivo de League of United Latin American Citizens (o LULAC). “La EPA necesita acabar con esta lamentable doble moral y necesita proteger a los trabajadores vulnerables y sus familias en zonas rurales.”
“La EPA demostró liderazgo al eliminar esta amenaza neurotóxica de todos los usos dentro del hogar pero no en la agricultura ,”dijo la Dra. Elena Ríos, Presidente y Directora Ejecutiva de la Asociación Nacional de Médicos Hispanos (o NHMA). “¿Por qué no se está haciendo esto mismo para proteger a los trabajadores del campo? Nuestra comunidad merece equidad.”
“La EPA ya ha aceptado que el clorpirifos está relacionado con deficiencias del desarrollo como un menor cociente intelectual y desórdenes por déficit de atención,” dijo Maureen Swanson, Directora del proyecto Healthy Children Project del grupo Learning Disabilities Association of American (o LDA). “Es hora de que la EPA le ponga fin a este pesticida neurotóxico que pone en riesgo de serias enfermedades a miles de trabajadores y a sus hijos cada año.”
“Los hallazgos de la EPA y de otros científicos independientes demuestran que el clorpirifos causa daño cerebral en niños y envenena a trabajadores y a aquéllos que viven en comunidades agrícolas. Es intolerable que la salud y las vida en las comunidades más vulnerables se vean amenazadas por este peligroso químico,” dijo Jeannie Economos, Coordinadora del Proyecto de Salud Ambiental y Seguridad de Pesticidas del grupo Farmworker Association of Florida. “Una prohibición total de clorpirifos es la única opción aceptable para los trabajadores agrícolas y sus familias.”
“Los trabajadores del campo y sus hijos merecen una oportunidad de trabajar y vivir libres del yugo tóxico del clorpirifos,” dijo Amy Liebman, Directora de Salud Laboral y Ambiental de Migrant Clinicians Network (MCN). “La EPA debería moverse rápidamente para vetar al clorpirifos y proteger a la próxima generación.”
“Los trabajadores agrícolas han sido históricamente excluidos de una gama de protecciones federales. La mano de obra agrícola de hoy en día es predominantemente latina, inmigrante, e indígena, incluyendo casi 500,000 niños,” dijo Mark Magaña, Presidente y Director Ejecutivo del grupo GreenLatinos. “Garantizar que las comunidades más vulnerables de nuestra nación logren una paridad en protecciones contra exposiciones tóxicas, y contra químicos como el clorpirifos, es de máxima importancia para GreenLatinos, y una continuación de nuestro compromiso con la Norma de Protección a los Trabajadores Agrícolas (Agricultural Worker Protection Standard, o WPS).”
“Los trabajadores del campo, que son predominantemente pobres y cuya mayoría son personas de color, están cargando con el peso de las intoxicaciones por clorpirifos,” dijo Virginia Ruiz, Directora de Salud Laboral y Ambiental con Farmworker Justice. “La EPA debe moverse de manera rápida hacia el camino por la justicia ambiental y prohibir todos los usos del clorpirifos.”
“La evidencia ha estado ahí,” dijo Patti Goldman, una abogada administradora de Earthjustice, un despacho de abogados ambientalistas sin fines de lucro. “Este pesticida causa daño innecesario a trabajadores y perjudica el cerebro de sus hijos. Ya es hora de que acabemos con esta farsa.”
Es la organización de derecho ambiental sin fines de lucro más importante del país. Desde nuestra fundación en 1971, nuestro litigio ha enfrentado a empresas con criminales niveles de contaminación y a instituciones gubernamentales, logrando un gran número de protecciones básicas para las personas y el planeta. Lea más acerca de Earthjustice.