El día de hoy, más de 75,000 personas le exigieron a la Agencia Federal de Protección al Medio Ambiente (EPA, por sus siglas en inglés) que emita un veto a toda una categoría de peligrosos pesticidas neurotóxicos que se usan actualmente en los cultivos. La EPA está revisando el registro que tienen siete pesticidas organofosforados a los que se relacionan con daño cerebral, contaminación del agua y otros perjuicios. Hoy es el último día del período de comentarios públicos de la agencia.

Los comentarios, presentados a nombre de los grupos Earthjustice, United Farm Workers, Pesticide Action Network, Farmworker Justice, Natural Resources Defense Council, California Rural Legal Assistance Foundation, Farm Labor Organizing Committee, y Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste esta tarde, hacen un llamado para que se emita una prohibición inmediata de clorpirifos-metil, dicrotofos, dimetoato, etoprop, profenofos, terbufos y tribufos.

“El uso constante de estos pesticidas en una travestía de la justicia y de la ciencia,” dijo el Abogado de Earthjustice Matt Baca, en nombre de los grupos. “Es hora de que estos pesticidas sean expulsados de nuestros cuerpos, nuestra comida y nuestra agua. Un veto total es lo que se merecen las comunidades, especialmente las comunidades agrícolas que han cargado con el peso desproporcionado de las afectaciones por el envenenamiento y los daños por décadas. Estos neuropesticidas tóxicos son terribles para los niños, envenenan a los trabajadores, están presentes en los alimentos y el agua que tomamos a niveles intolerables. Esa es la razón por la que miles de nosotros nos hemos reunido para pedirle a la EPA que realice los cambios y proteja vidas humanas.”

Earthjustice y una amplia coalición de participantes han estado luchando por años para convencer a las autoridades de la EPA que prohíba estos pesticidas. Estos químicos tan propensos a volar por el aire pueden causar serios perjuicios a la salud de aquellas personas que tengan contacto con ellos en comunidades agrícolas por todo el país. En varios de estos pesticidas que están siendo revisados por parte de las autoridades sanitarias, se han documentado residuos presentes en una amplia variedad de frutas, verduras y granos.

Un gran número de evidencias científicas demuestran que incluso a niveles de exposición mínimos se daña al cerebro de los niños el cual no se desarrolla de manera idónea y puede llevar a déficits cognitivos tales como un cociente intelectual menor, autismo y desórdenes de atención.

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